Palabras claves: adolescencia, marihuana, mujer, epidemiología, drogas.
Resumen
El presente artículo analiza el uso de marihuana en las adolescentes de 12 a 15 años de edad basado en resultados del Estudio Nacional sobre Sustancias Adictivas en Argentina de 1999 . Se encuentran cambios con relación a la edad de iniciación que antes situaba el consumo de la mujer como un fenómeno de menor magnitud y más tardío que en el varón.
The present article analyzes the use of marijuana in the feminine population based on results of the National Study on Addictive Substances in Argentina 1999. They meet changes with the initiation age that before located the woman's consumption like a later phenomenon that in the male.
Aspectos generales
La mujer y la problemática del uso de sustancias adictivas constituye un fenómeno poco tratado en la Argentina tanto en el campo de la prevención en particular como en el de la salud pública en general.
Esto pese a que desde diferentes organismos internacionales especializados en el tema se viene señalando, desde hace un tiempo, la presencia creciente de estos problemas en la población femenina. Situación que incluye no solo al campo de las sustancias legales como es el caso del alcohol, el tabaco y el abuso de medicación psicotrópica sino también que alcanza el ámbito de las sustancias ilegales.
Así, diferentes revisiones señalan el aumento que se produce en este grupo en las últimas décadas como también la característica de tratar con un fenómeno poco conocido.
Documentos de la OMS señalan que el uso de sustancias adictivas en la mujer ha sido, con frecuencia ocultado por una actitud social que tiende a focalizar estos problemas como un problema masculino. Sin embargo lo cierto es que indirecta o directamente se encuentran vinculadas al tema.
En el primero de los casos, que refiere a mujeres no usuarias de drogas pero que son compañeras o esposas de un varón usuario de ellas, se menciona a diferentes estudios que señalan como el 80% de los varones que se inyectan drogas tienen relaciones sexuales con mujeres que no son usuarias de drogas o como en algunas regiones el 97% de la violencia doméstica reportada se encuentra vinculada al ataque de un varón con abuso de alcohol.
Bajo estas situaciones, sin embargo, las mujeres permanecen como soporte de la familia en una situación de extraordinaria presión y demanda. Con frecuencia se ven en situación de no poder establecer pautas de sexo seguro e incluso ante la demanda de negociar su relación sexual para conseguir la droga para su compañero .
En relación al segundo de los casos vinculado a la situación de las mujeres que consumen drogas se ha indicado como muchas sociedades niegan la existencia del abuso de drogas en la mujer a la par que ellas mismas ocultan su propio consumo. En general tiende a señalarse entre las causales de este ocultamiento la menor tolerancia social hacia el uso de drogas en la mujer, los temores a perder los hijos en caso de ser descubiertas en su consumo y los sentimientos de vergüenza y culpa que finalmente refuerzan el ocultamiento.
La revisión llevada a cabo por Hsu en 1994 señalaba que, a edades tempranas, la prevalencia de consumo de las mujeres igualaba a la de los varones en las poblaciones estudiantiles de países desarrollados y en desarrollo. El documento de trabajo de OMS de 1993 sobre mujeres y abuso de sustancia indica que las mujeres adolescentes comienzan a usar cocaína y marihuana aún antes que los varones.
En 1999 el Estudio Nacional sobre Sustancias Adictivas en Argentina incluyó como un capítulo independiente a la población de 12 a 15 años para ser evaluada sobre estos temas con una metodología específica . Basado en sus resultados el artículo presente examina específicamente las relaciones que se observaron con relación a los primeros usos de marihuana en las mujeres jóvenes de 12 a 15 años.
Resultados
El Estudio Nacional de Sustancias Adictivas aplicado a la población de 16 a 64 años señaló el consumo de marihuana como el más extendido dentro de las drogas ilegales con una prevalencia de vida del 8,6% y en el último mes de 2,2% (Cuadro 1).
Cuadro 1. Tasas de prevalencia del consumo de sustancias adictivas ilegales en la vida y en los últimos 30 días, en la población de 16 a 64 años.
Porcentajes ponderados .Argentina 1999
Sustancia |
Prevalencia de consumo |
|||||
en la vida |
últimos 30 días |
|||||
Masc. |
Fem. |
Total |
Masc. |
Fem. |
Total |
|
Marihuana |
11,9 |
5,4 |
8,5 |
3,6 |
0,9 |
2,2 |
Clorhidrato de cocaína |
5,8 |
1,6 |
3,6 |
1,9 |
0,5 |
1,2 |
Sustancias inhalables |
2,3 |
1,3 |
1,8 |
0,6 |
0,1 |
0,3 |
Alucinógenos |
2,7 |
0,4 |
1,5 |
0,4 |
.... |
0,2 |
Pasta base |
1,4 |
0,3 |
0,8 |
0,6 |
.... |
0,3 |
Opiáceos y anestésicos |
0,9 |
0,1 |
0,5 |
0,2 |
.... |
0,1 |
Crack |
0,4 |
0,1 |
0,3 |
0,3 |
.... |
0,1 |
TOTAL Drogas ilegales |
13,9 |
6,4 |
10,0 |
4,5 |
1,3 |
2,9 |
Sin embargo un capitulo del mismo llevado adelante con carácter exploratorio en una muestra independiente de población de 12 a 15 años mostró al uso de marihuana con niveles de consumo semejantes entre varones y mujeres en los últimos 30 días.
Por otra parte, en lapsos mayores, la tasa femenina se tornó marcadamente superior hasta llegar a duplicarse en la prevalencia global.
La iniciación en las jóvenes se presenta en edades de 12 a 13 años.(cuadro 2)
Cuadro 2. Prevalencia del consumo de marihuana
para el grupo de 12 a 15 años.
Valores ponderados. Argentina. 1999
Prevalencia |
Edad |
||
en varones |
12-13 |
14-15 |
Total |
Últimos 30 días |
.... |
2,42 |
1,24 |
Últimos 12 meses |
.... |
3,44 |
1,76 |
Ex consumo |
.... |
.... |
.... |
De vida o global |
.... |
3,44 |
1,76 |
en mujeres |
|||
Últimos 30 días |
.... |
2,78 |
1,25 |
Últimos 12 meses |
2,57 |
4,24 |
3,32 |
Ex consumo |
.... |
0,55 |
0,25 |
De vida o global |
2,57 |
4,78 |
3,57 |
Revisar hoy en día las hipótesis que en la década del 70 indicaban la iniciación en el uso de sustancias adictivas como un fenómeno mucho más tardío en la mujer que en el varón, habla de los cambios profundos que se han producido en los últimos 30 años. De los determinantes que en aquel momento se utilizaban para explicar la iniciación de la mujer vinculándola a las crisis de las edades medias de la vida (Winocurt-Clayton 1968 , Dahlgren, 1978), a la actualidad, donde el análisis debe considerar como mujeres y jóvenes son objetivos del mercado de sustancias psicoactivas, han cambiado mucho los alcances y naturaleza de la intoxicación .
Así, por ejemplo, un examen de las campañas realizadas en la última década en la Argentina encuentra referencias explícitas a la focalización publicitaria en el grupo o "target" de los catorce años para el consumo de cerveza. O , también, el diseño de mensajes que tomaron como eje la problemática de la mujer frente a una sociedad opresiva de sus roles, para atribuir al hábito de fumar determinadas marcas de tabaco la representación de su emancipación.
Mientras la prevalencia del consumo de marihuana de varones menores de edad, en el Estudio Nacional, tiene una presencia mayor en los niveles socioeconómicos bajos, en los grupos femeninos, en cambio, hay una mayor presentación en los sectores medios altos.
Esta diferencia por nivel socioeconómico debería investigarse, con mayores casos, tomando en cuenta la forma en que los modelos de consumo de las sustancias legales (utilizados intensamente para simbolizar la competitividad y autonomía de la mujer de estratos medios urbanos) podrían estar reforzando el escape ansioso de roles tradicionales identificados como vulnerables, con mayores urgencias que el propio varón de estos mismos sectores.
Cuadro 3. Prevalencia del consumo de marihuana
para el grupo de 12 a 15 años según NES.
Valores ponderados. Argentina. 1999
Prevalencia |
NES |
||
en varones |
Bajo |
Alto |
Total |
Últimos 30 días |
1,89 |
1,13 |
1,24 |
Últimos 12 meses |
2,79 |
1,13 |
1,76 |
Ex consumo |
.... |
.... |
.... |
De vida o global |
2,79 |
1,13 |
1,76 |
en mujeres |
|||
Últimos 30 días |
2,00 |
.... |
1,25 |
Últimos 12 meses |
4,64 |
6,60 |
3,32 |
Ex consumo |
.... |
3,89 |
0,25 |
De vida o global |
4,64 |
10,49 |
3,57 |
Consideraciones.
Es posible que haya llegado el momento de comenzar a reconsiderar las problemáticas de la adicción desde la perspectiva de género y sus implicaciones en cuanto a vulnerabilidad. Esta condición, insuficientemente considerada, ha llevado a la desestimación de riesgos específicos. Así, por ejemplo, en el campo del abuso de sustancias legales el desconocimiento de los niveles de alcohol capaces de producir daño sobre el embrión es, hasta el día de hoy, una laguna dentro del campo de la educación preventiva en las adolescentes. Esto alcanza a la aparición del uso de drogas ilícitas en grandes proporciones que ha sumado nuevos problemas al desarrollo del embarazo así como incrementó los riesgos frente a las enfermedades de transmisión sexual (incluyendo el HIV) .
Reforzando esta situación diferencial debe agregarse además las observaciones sobre las alternativas de ayuda diseñadas en muchos casos sin diferenciar las necesidades femeninas vinculadas tanto a su maternidad potencial y su mayor vulnerabilidad física como al manejo de sus sentimientos de culpa y vergüenza frente a situaciones de rechazo social más fuertes.
Ha sido un argumento recurrente la apelación a la vida familiar (como si esta fuera un emergente natural) para dar cuenta del avance del problema en la población de menores y, en este caso, con sus especificidades por género. Sin embargo el progreso del problema indica que es tiempo de revisar la situación general desde lo social donde la mujer se ubica como uno de los grupos con menores posibilidades de inserción, en un medio de por sí extremadamente difícil y en un contexto que mantiene, todavía vigente en muchos casos, la doble demanda de rendimiento hogar-trabajo/escuela.
Sobre esta situación de base no puede dejar de advertirse, por otra parte, el hecho de encontrarla a su vez como "target" o "población blanco" del mercado de sustancias psicoactivas que se dirige a ella imponiéndose por medio de diferentes representaciones vinculadas a la autonomía, independencia y éxito.
En una sociedad con crecientes insuficiencias en el campo educativo parece ganar terreno, por ahora, la paulatina sustitución de una visión crítica de la vida por otra creyente en el acceso social que puede deparar el consumo asegurado de forma sistemática y regular por todos los medios que el mercado utiliza para vender sus productos. El equiparamiento de las jóvenes a los varones en el consumo de sustancias adictivas puede mostrar también, junto a los aspectos anteriores, que ha comenzado a compartir con él los efectos de una estrategia de venta que busca en las carencias sociales de los grupos la representación que debe tener el objeto-señuelo que atraiga sus necesidades específicas. Esto, desde una situación de vulnerabilidad que no ha sido atendida hasta la fecha por programas que orienten sus acciones hacia las problemáticas específicas de las jóvenes en particular y de la mujer en general.