Ser otro


Hugo Míguez.
Investigador independiente
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas.

Salta Capital

Acta Psiquiátrica y psicológica de América latina

Septiembre de 1999 - Vol.45 / N°3.

Resumen:

El artículo analiza el uso de sustancias psicoactivas partiendo de los inicios en el consumo y la tolerancia social hacia el mismo. Presenta los datos correspondientes a un estudio realizado por Centros de Estudios Locales sobre Riesgo Psicosocial en escuelas y colegios seleccionados del norte del país, así como información de entrevistas realizadas por diferentes investigaciones en la materia. Examina el tema de la legalización de las sustancias ilícitas y el papel que la prevención ha cumplido hasta el momento.

Palabras claves: Alcohol. Drogas. Educación. Prevención.

Abstract

Being other self

Article analyses the use of psychoactive substances from consumer habit iniciation until social tolerance on drug abuse. It present data from a study performed by "Centro de Estudios Locales sobre Riesgo Psicosocial" in selected elementary and high schools from the north of the country, as well as information about the interviews performed in different investigations on the subject. Moreover, it evaluates the issue of illicit substances legalisation, and the role that prevention has had till present.

Key words: Alcohol - Drug adiction - Education - Preventive actions

El tema del uso de sustancias psicoactivas se inscribe dentro de las formas como las personas pautan sus relaciones entre sí y con el resto. En esta medida, integra una parte culturalmente definida e instituida de la estratagema empleada por muchos adultos para su desempeño social, se lo apruebe explícitamente o no. Su emergencia, perdurabilidad y transformaciones está regida por significados, símbolos y prácticas compartidas que son las que organizan el marco referencial (no exento de contradicciones) de las personas sobre este punto.

A inicios de los ochenta, Dejours desentrañaba el papel del alcohol como una defensa utilizada para la ocultación del miedo frente a determinadas condiciones laborales marcadas por la inseguridad y el riesgo físico real. "Un medicamento que se esconde, un medicamento que guarda el secreto y el secreto es el miedo" . En la Argentina de fines de los noventa, un análisis de la cocaína como de otros estimulantes similares, aplicado a diferentes situaciones, parece heredar mucho de ese papel. Por fuera de la situación laboral (si es que hay un "afuera" del escaparate de exhibición para el mercado), no merma la exigencia desde lo social ni disminuye la condición de "peligrosidad". Solo se han producido transformaciones que hacen a un riesgo de naturaleza diferente más ligada a la muerte social que a la biológica. En estos casos la droga como estratagema, "artificio o ardid de guerra", en la lucha por no caer del centro de las decisiones ( o por entrar en él) convoca a grupos variados e incluso extremos en cuando a situación social. En cualquier caso la sustancia aparece como "el soldado químico" de Mongin que interviene en el campo de batalla para que el guerrero, bajo sus efectos, sienta menos la violencia que puede padecer y no se angustie por la que puede provocar.

Las razones de la elección de las distintas sustancias tiene que ver con diferentes aspectos. En estos casos, las propiedades químicas y fisiológicas suministran, obviamente, una base necesaria para comprender su búsqueda. Pero las consecuencias que tendrán finalmente sobre la conducta, dependerán tanto de la idea que se tenga sobre lo que esa sustancia hace a una persona como de los procesos fisiológicos que tienen lugar . Cuando un hombre levanta una copa no es solo la bebida que contiene, sino también lo que se espera de ella y lo que su grupo social le ha dicho que puede esperar.

"En la tele siempre los que toman cerveza, u otras cosas están rodeados de chicas y autos. Es como parte de un estilo ganador. Se hacen los galanes con un vaso en la mano, o un cigarrillo. Es como que necesitan tener algo, o sino no son nada."

María. 19 años.

En la cultura de la postmodernidad la sacralización de la noción de placer crece paralelamente a la intolerancia del malestar haciendo de la adicción, sostiene Mayer , "una metáfora del tiempo actual" . Una metáfora explicada por la construcción desde la sustancia de una imagen engradecida de si mismo, por la elección de la satisfacción inmediata, por la sobrevaloración de lo externo para llegar a la soledad entre los otros, finalmente sustituídos.

 

"...la cocaína primero fue mi cómplice, mi compinche, después fue mi novia, y después me casé con ella. Y cuando vos te casás ya no querés más el grupo, vos querés estar solo con tu mujer...

Antes de esto, anticipando quizá a la problemática de la adicción y el reemplazo "del mundo de la producción por el mundo de la simulación" está el abuso. El completamiento desde lo permitido, el "mal necesario" para alcanzar la imagen del "otro", para ceñirse a los modelos. La transgresión, si es que cabe definirla así, dentro de la tolerancia social . " ...la cocaína me hacía hablar mucho y con todos. No diferenciaba la gente, trataba con todos como si fueran amigos de toda la vida" . Refiere uno de los entrevistados para explicar las ventajas que lograba dentro de la situación social. Cien años atrás Freud en sus cartas a Martha Bernays refería esta utilización para facilitar su propio desempeño social " .. un poco de cocaína para desatarme la lengua" .

En el otro extremo quizá, la sustancia sirve a la "desincorporación" , es decir como recurso cuando se cede al peso de las emociones, cuando se asiste a su "colmamiento excesivo", como explosión o implosión. Emociones de las cuales hay que desembarazarse para preservarse.

"Son dos jóvenes ejecutivos del ámbito financiero. Ahora están como turistas de fin de semana...son clientes conocidos y tienen VIP´S de la discoteca, que los exime del pago de entrada y les da una cuenta en el bar. Consumieron la cocaína adentro del coche que tienen estacionado al frente de la discoteca. Están en la barra, tomando whisky y hablan de lo difícil que era la semana en el medio bursátil, - lo bueno de largar todo y tomar alcohol largo y tendido con un poco de pala (cocaína). Uno viene a romperse la boca...hay que descontrolarse un poco después de una dura semana - ."

La sustancia se presenta entonces como resultado de una búsqueda por llenar faltas o carencias frente a una sociedad como la Francia que describe Ehrenberg , traducida en el aumento de los controles que el individuo debe ejercer sobre si mismo para tener cabida en la vida social. Controles que presionan tanto hacia "la modificación, artificial o no, de los cuerpos como de los estados de conciencia: cuerpos modificados por el deporte, la cirugía estética o los anorexígenos, percepciones mentales alteradas por productos euforizantes, tranquilizantes o estimulantes". Controles sin los cuales se arriesga a ser excluído por "el peso, el envejecimiento precoz o las insuficientes capacidades de adaptación a la empresa".

Reflexionar sobre el consumo de sustancias psicoactivas en las sociedades actuales expuestas a un alto nivel de tensión social, implica atender por un lado a una diversidad de formas de utilización por sus efectos tranquilizantes o euforizantes, en el campo de la diversión o de la producción. Estas aplicaciones lejos de constituirse en formas operativas de resolver los conflictos que la interacción social implica, refuerzan a los mismos en tanto el individuo opta por omitir sus señales de advertencia antes que modificar los elementos presentes en el campo que las producen. De esta manera se perpetúa un ciclo que tiende a desarrollar crecientes niveles de compromiso con el problema conforme avanza el tiempo y la repetición de su utilización. El uso de las sustancias psicoactivas requiere considerar también su relación con el placer. El placer como descarga que se encuentra desprendido "de todo contexto amoroso y de todo devenir histórico" . Un placer que finalmente en la presencia del "flash", representante emblemático , se presentara como un acto solitario donde el otro habrá desaparecido como vínculo externo.

" Era como masturbarme, algo que me provocaba placer a mi mismo, yo conmigo, con mis brazos, con mis venas, con mis cosas..."

Un instante de extraordinaria intensidad y fugacidad que luego será buscado incesante e inútilmente para repetirlo y experimentarlo como la primera vez.

Estos problemas, constitutivos de un continuo habitualmente ignorado y destacado solo cuando avanza sobre el campo de la ilicitud, reciben la actitud de una sociedad cuya respuesta es tratarlos como compartimentos separados, desestimando la característica de continuo que los define, desde el abuso de lo legal a lo ilegal. El resultado final es el refuerzo de una idea que pone el problema en las sustancias sacándola de las personas, centrando el problema en lo ilegal y habilitando de esa forma, paradójicamente, el uso indebido en los inicios.

¿Porqué usabas drogas? preguntaba la encuesta en 1986 a los jóvenes internados en las principales comunidades terapeúticas de ese entonces en la Argentina. Un extenso listado de sus respuestas citaba a la curiosidad y la experimentación ( "sentir algo distinto") , a una imagen maltrecha de si mismo ("no sentirme un tonto"), al desentendimiento de los otros ( "en mi familia cada uno hacía la suya") o a la necesidad imperiosa de calmar algo dentro de sí ("estaba con bronca y comencé a tomar cualquier pastilla para ver si zafaba).

Los internados por abuso de drogas produjeron cerca de mil respuestas señalando lo que a su juicio los había precipitado a la relación con las drogas. Algo más de diez años pasaron de aquel estudio y la memoria de esos resultados trae, también, la respuesta del joven de diecisiete años que cuando le preguntamos porque lo hacía, después de pensarlo respondió en voz baja y casi con vergüenza, "porque quería ser otro".

Escolares y estudiantes.

Las respuestas del estudio de 1986 fueron el motor de gran parte de los estudios realizados en los años siguientes desde el Programa de Epidemiología Psiquiátrica del CONICET y desde las diferentes instituciones que facilitaron la investigación de estos problemas. Entre otros esfuerzos este artículo consideró los datos provenientes de diferentes Centros de Estudios Locales del norte de Argentina que, utilizando una metodología común, conformaron una base de datos sobre las situaciones de riesgo psicosocial en escolares de 12 a 13 años y en estudiantes de 16 a 17

Esta última información nos muestra que la información sobre el tema "drogas" ha llegado, sino inundado, la escuela, el colegio y los ámbitos juveniles. El escolar de 12 a 13 años cuenta ya, aparentemente, con advertencias incluso en los temas que han tenido "menos prensa preventiva" como ha sido el caso del abuso de cerveza. Así por ejemplo, en 1998, los datos provenientes de una base de 2.282 escolares, varones y mujeres de ocho ciudades del norte argentino, indicaban sus reservas sobre el consumo.

Si en una fiesta de chicos de tu edad se sirve cerveza. Vos pensás que eso hace que la reunión sea :

Porcentaje

más divertida.

2.5

puede hacer que haya problemas.

94.9

no pasa nada.

2.6

Total

100.0

(n)

( 2282 )

Fuente: Centros de estudios locales sobre riesgo psicosocial. Escolares último año primaria en áreas programáticas de la ciudades Formosa, Clorinda , Iguazú , Monte Caseros , Salta , Orán, San Miguel de Tucumán. 1998

Por otra parte, una posición afín se extendió no solo a la desaprobación frente al consumo de sus pares sino también frente al abuso de la bebida en jóvenes mayores. De esta manera mientras la aceptación de la ebriedad no llega al cinco por ciento, el resto se enrola en un rechazo pleno o en la indiferencia. Esta actitud se extiende también a situaciones donde la referencia se hace sobre jóvenes que toman "poco, sin llegar a emborracharse". Es decir, que aún el beber moderado se visualiza con censura.

 

Qué pensás de los muchachos que se emborrachan?

Porcentaje

1 no me interesan

13.3

2 me caen bien.

2.6

3 no me gustan.

51.5

4 creo que son divertidos.

2.2

5 me dan bronca.

23.0

6 nada.

7.4

Total

100.0

Fuente: Centros de estudios locales sobre riesgo psicosocial. Escolares último año primaria en áreas programáticas de la ciudades Formosa, Clorinda , Iguazú , Monte Caseros , Salta , Orán, San Miguel de Tucumán. 1998

Lo cierto es que, por otra parte, no puede dejar de advertirse que los datos se originan en una población escolar que ya da referencias de consumo en materia de bebidas. El 39,3 % ha tomado alguna vez una bebida alcohólica, el 27,2 % lo hizo en los últimos doce meses y el 13% en el último mes.

En la misma época de referencia para los estudios en colegios, estos Centros de Estudios Locales estudiaron 1650 estudiantes de 16 a 17 años, varones y mujeres, del último año del colegio. Parte de la indagación llevada a cabo recogía los patrones de tolerancia al uso de bebidas en fiestas juveniles.

"Tus amigos no se deciden ( la pregunta fue precedida por otras relacionadas con vinos y destilados) y cambian ahora a poner cerveza como bebida de la fiesta. ¿ En botellas de litro cuanto pensás que haya que comprar para la fiesta? ( pensá en un promedio general)"

Alternativas (en botellas de litro)

Porcent.

Porcent. Acum.

cuatro botellas por persona.

20.5

20.5

tres botellas por persona.

12.7

33.2

dos botellas por persona.

17.3

50.5

una botella por persona.

14.5

65.1

media botella por persona.

6.9

72.0

menos de media botella por persona.

5.5

77.5

No sabe.

22.5

100.0

Total

100.0

 

Fuente: Centros de estudios locales sobre riesgo psicosocial. Estudiantes de último año secundario en áreas programáticas de la ciudades Formosa, Clorinda , Iguazú , Monte Caseros , Salta , Orán, S. M. de Tucumán. 1998

Los resultados muestran que ubicados frente a la alternativa de fijar cantidades de bebida para una fiesta juvenil, un tercio lo hacía sobre los 100 cc de alcohol absoluto por persona con vino o con bebidas destiladas y esta cantidad superaba el 50 % cuanto era con cerveza.

En estas materias las posiciones que van desde escolares intransigentes a estudiantes tolerantes no parecen explicarse por argumentos que diferencien históricamente a grupos que solo están separados por cinco años sin acontecimientos significativos que pudiera haberlos diferenciado. Es así que, en este caso, bien podría considerarse ambos grupos como dos etapas posibles de una población básicamente similar.

Si este es el caso ¿cómo explicar el giro de una inflexibilidad sobre cualquier consumo a una posición que, cinco años después, pauta el abuso como norma colectiva?. Es posible que antes de ninguna consideración fuera necesario examinar los elementos que sustentan la posición inicial. Cuando menos tiene algo de sorprendente. Esto, en la medida que se recibe el mensaje de intransigencia de parte de una sociedad fuertemente influenciada por la cultura italiana y española tradicionalmente normatizadoras de la convivencia moderada con el vino como parte de un patrón alimentario, incluso desde edades tempranas. En este sentido sería necesario revisar la procedencia de mensajes pretendidamente preventivos que se instalaron en la sociedad como eslogan publicitario al estilo de "dile no a la droga" sin demasiadas contemplaciones de la cultura receptora.

Otro elemento a tener en cuenta como apoyo del análisis de este cambio tendrá seguramente que ver con el cambio de situación que implica el pasaje de una edad a otra. Es decir, una nueva situación donde el acercamiento a una sociedad adulta significará que la idea de abuso como daño será relativizada en función de las nuevas exigencias sociales. En los años adolescentes deben resolverse otros problemas, cada encuentro social es un lugar de esparcimiento relativo y un seguro campo de batalla. El éxito será un espejo esquivo para devolver una imagen que refleje realmente al joven que se mira en él. La seguridad y el manejo de sí mismos y del mundo ponderado y exaltado de diferentes formas comerciales, solo será un atributo de adolescentes de celuloide o electrónicos. Adolescentes capaces de no ruborizarse, aptos para moverse sin torpeza en cualquier situación social, solventes e invulnerables a los dieciseis. Quizá, parte de ese "otro" que buscaba el adolescente de nuestro primer estudio. Pero ese otro es inalcanzable, salvo desde la química de las sustancias que pueda sino reconstruir ese modelo imposible al menos la sensación y el placer de ser él por un instante o, lo que es lo mismo, dejar de ser uno, seguramente por mucho tiempo más.

Cuestiones interesantes sin duda pero poco conmovedoras de la opinión pública que tiende a sensibilizarse solo cuando el problema alcanza el nivel de las sustancias ilícitas percibiéndolo, recién entonces, como un segmento diferente sino menor en cuanto consecuencias.

Hay otros interrogantes que surgen de los datos. Por ejemplo en materia de sustancias psicoactivas, legales o ilegales, puede preguntarse si, mientras el niño terminaba su paso por la escuela, la sociedad adulta tenía significación en las decisiones que podía tomar el escolar frente a estos problemas. Una ilustración de este punto puede examinarse en dos situaciones de emergencia. La primera vinculada con una situación de consumo en un compañero cercano. En este caso se pone de manifiesto que una proporción muy importante de los chicos de doce años procurará auxiliarlo, aunque también se refleja que para hacerlo buscarán ayuda en otros chicos de doce años. El maestro como figura de apoyo aparece en apenas algo más del 15% de las respuestas y los padres en un tercio.

Los compañeros de escuela de un chico han descubierto que el está usando drogas. ¿Que pensás que deberían hacer ?

Porcentaje

Apartarse de él.

4.5

Hablarle entre todos los chicos para convencerlo que no siga haciéndolo

43.9

Hablarlo con los compañeros mayores de la escuela.

1.5

Buscar ayuda en un maestro.

16.9

Hablar el problema con sus propios padres.

33.1

Total

100.0

Fuente: Centros de estudios locales sobre riesgo psicosocial. Escolares de último año primaria en áreas programáticas de la ciudades Formosa, Clorinda , Iguazú , Monte Caseros , Salta , Orán, San Miguel de Tucumán. 1998

La segunda situación involucra al propio escolar en problemas. En ese caso la figura de la madre aparece como referencia en casi la mitad de los casos,. El padre tiene la misma presencia en esta circunstancia que las que corresponde a novios y amigos, mientras que un alarmante caso de cada diez indica simplemente que cuando tiene problemas no lo habla con nadie. Es notoria la ausencia de las instituciones e, incluso, de la familia más allá del grupo de convivencia inmediato.

¿Cuándo tenés un problema importante, con quien lo hablás primero?

Porcentaje

1 No lo hablo con nadie

9.5

2 Con mi papá.

16.1

3 Con mi mamá.

46.5

4 Con mi abuela/o

2.2

5 Con otros miembros de mi familia.

4.7

6 Con mi novia\o

2.5

7 Con mis amigos.

14.1

8 Con un maestro.

0.9

9 Con un sacerdote.

3.5

Total

100.0

Fuente: Centros de estudios locales sobre riesgo psicosocial. Escolares último año primaria en áreas programáticas de la ciudades Formosa, Clorinda , Iguazú , Monte Caseros , Salta , Orán, S. M. de Tucumán. 1998

La presencia de la madre y mucho más lejos la del padre, se encuentra con menos fuerza de lo que podría esperarse por tratarse de situaciones que implican emergencia y, más aún, cuando el que las experimenta es alguien con doce años de edad. Tener problemas y encontrar apoyo a esta edad se cumple en forma plena para el 70% de los escolares. El resto encontrará una respuesta parcial e incluso están también aquellos que ya no esperan encontrarla.

¿Vos sentís que tu familia te apoya cuando te encontrás en problemas?

Porcentaje

Nunca

4.0

A veces.

13.4

Casi siempre.

13.7

Siempre.

68.9

Total

100.0

Fuente: Centros de estudios locales sobre riesgo psicosocial. Escolares último año primaria en áreas programáticas de la ciudades Formosa, Clorinda , Iguazú , Monte Caseros , Salta , Orán, San Miguel de Tucumán. 1998

Un menor informado y no tan apoyado como podía esperarse en situaciones de crisis parece indicar la realidad de un conjunto significativo de niños que, frente a una situación imaginada de consumo, vacila entre diferentes alternativas y diferentes riesgos.

 

Imaginate que te invitaron a una reunión de chicos a la que vos tenías muchas ganas de ir. Pero te enteras que han comprado un cigarrillo de marihuana para fumarlo entre todos. ¿Qué pensás que harías ?

Porcentaje

No ir a la fiesta y volverte a tu casa.

58.1

Ir a la fiesta y tratar de pasarla bien.

5.8

Ir a la fiesta y ver que es lo que hacen tus amigos más cercanos.

2.7

Ir a la fiesta y no aceptar nada de eso, aunque seas el único que no lo hace.

33.3

Total

100.0

Fuente: Centros de estudios locales sobre riesgo psicosocial. Escolares último año primaria en áreas programáticas de la ciudades Formosa, Clorinda , Iguazú , Monte Caseros , Salta , Orán, San Miguel de Tucumán. 1998

Decidir sobre estas alternativas implica elegir también una estrategia que resuelva sobre la fuerte necesidad de integración grupal del joven. Es decir sobre su deseo de ser aceptado y de poder integrarse a su grupo de pares. Hay alternativas que implican más riesgos que otras tal como ir a la fiesta y no incluirse en sus prácticas pero lo contrario implica el costo de perder su pertenencia a un grupo. Conflictos de esta naturaleza son enfrentados cotidianamente por los jóvenes y a veces encuentran soluciones paradójicas. Un equipo de antropólogos describe que para algunos jóvenes "una forma de eludir la presión grupal sin que ello signifique desaprobación de parte de los pares puede darse a través del consumo de alcohol... un joven alcoholizado no es instigado por sus pares a consumir drogas"

Lo cierto es que la escuela primaria a veces considerada al margen de la problemática de drogas ilícitas acusa sin embargo señales y trazos de esta problemática. Su consumo (inhalantes fundamentalmente) aparece en el 1,2% de los menores. Porcentaje que sube a uno de cada diez cuando se indaga acerca de su cercanía con un compañero de colegio o amigo que haya consumido drogas

Puede inferirse que con una historia muy similar llegaron los jóvenes de diecisiete años que en 1998 cursaban su último año del secundario, en las áreas programáticas fijadas por los Centros de Estudios Locales. Un grupo que, en ese momento, aceptaba que se informaba muy poco sobre lo que ocurría en el mundo y que pensaba que la principal forma como deberían participar los jóvenes era con otros jóvenes en partidos de fútbol y bailes.

Sólo uno de cada diez de estos estudiantes no había probado alguna sustancia psicoactiva. Las bebidas alcohólicas y el tabaco tenían una presencia casi total dentro de las referencias en esta materia. La decisión de mantenerse al margen del "consumo legal" en un medio que reconoce esta generalización implica para el joven un arduo trabajo de "integraciones de grupo superpuestas" que, difícilmente, puedan evitar que las respuestas a las normas de uno no implique el rechazo del otro.

Prevalencia de vida de Sustancias psicoactivas

Frec

Porcentaje

1.Ninguna

181

10,9

2. Sólo alcohol y/o tabaco

1339

80,6

6. Alcohol y/o tabaco

e inhalables y/o psicofármacos sin indic.médica

11

0,7

8. Sólo marihuana y/o cocaina y/o alucinógenos

3

0,2

10. Marihuana y/o cocaina y/o alucinógenos

y Alcohol y/o tabaco

89

5,4

14. Marihuana y/o cocaina y/o alucinógenos

e inhalables y/o psicofármacos sin indic.médica

y Alcohol y/o tabaco

38

2.3

 

1661

100,0

Fuente: Centros de estudios locales sobre riesgo psicosocial. Estudiantes de último año secundario en áreas programáticas de la ciudades Formosa, Clorinda , Iguazú , Monte Caseros , Salta , Orán, S. M. de Tucumán. 1998

Las referencias sobre consumo de marihuana cercano alcanzaron el 14% , duplicando, solo con esta sustancia, el total de la tasa de consumo reconocido como propio con cualquier sustancia ilícita. Un porcentaje condenado por la sociedad de adultos y por las leyes pero signado por la atracción que le da su clandestinidad y peligrosidad.

"Cuando yo fumaba me gustaba por el hecho ... de escondernos, de ¡Uy! Que no nos vean... Antes me gustaba eso... pero era el entorno más que la droga misma"

De esta forma, la fuerza de este 14% reconocido tiene otros aspectos para considerar. Por ejemplo algunos de los señalados por Calabrese cuando sostiene " El adicto sabe, y el no adicto también, que consumiendo una droga determinada puede obtener un grado mayor de participación en otros grupos y en el imaginario social, puede integrarse a aquellos lugares que de otra forma le estarían vedados."

Uso de sustancias

Cuántos de tus amigos...

Ninguno

Unos pocos

Muchos

La mayoría

1 fuman cigarrillos ?

7.3

31.4

22.7

38.6

2 beben cerveza ?

3.3

21.6

23.8

51.4

3 beben vino ?

11.2

32.6

22.0

34.2

4 beben bebidas fuertes ?( whisky, vodka , ginebra, etc.)

17.7

40.0

17.6

24.7

5 fuman marihuana ?

86.0

11.5

1.2

1.3

6 usan cocaína  ?

91.7

6.6

0.8

0.8

7. usan pastillas estimulantes o

tranquilizantes para drogarse ?

94.0

4.7

0.6

0.6

8. usan inhalantes.  ?

93.8

5.2

0.5

0.5

9. usan alucinógenos ?

96.4

2.9

0.3

0.5

10. usan heroína ?

97.7

1.8

0.3

0.3

11 .usan extasis ?

97.2

2.1

0.3

0.3

12. usan otras drogas ?

92.5

5.5

1.2

0.8

Fuente: Centros de estudios locales sobre riesgo psicosocial.Estudianes de último año secundario en áreas programáticas de la ciudades Formosa, Clorinda , Iguazú , Monte Caseros , Salta , Orán, S. M. de Tucumán. 1998.

Consideraciones

El tema de la legalización de las drogas ilícitas ha comenzado a ocupar espacio desde hace un tiempo a esta parte. El razonamiento que lo apoya parte más de la resignación que del convencimiento. Los ejemplos son más o menos los mismos y "la ley seca" de otros lugares y otros tiempos ha pasado a resumir para gran parte de estas personas la suerte de cualquier programa que se sustente en la prohibición de acceso libre a la marihuana o la cocaína, por tomar los ejemplos de mayor resonancia.

En proporción con las polémicas que despiertan las sustancias ilícitas, se ha dicho muy poco y a veces nada, sobre las drogas que ya existen y sobre la relación que tenemos con ellas. La cerveza en los jóvenes es vista como una travesura inevitable y no hay demasiados intentos de explicar qué representa un mercado de 1.000 millones de litros en la calle. Quizá, hoy por hoy, la forma más accesible de alterarse. "Y lo piola que tiene es el efecto. El efecto es un viaje, no sé, es otra realidad, con dos litros percibís diferente. Como si fueras otro " Martín 16 años.

La prescripción abusiva de psicofármacos simplemente no es un tema y solo logra discutirse si se encuadra dentro de aquello que han denominado automedicación. Como si ésta no estuviera determinada frecuentemente por las mismas prácticas iatrogénicas con las que se maneja la medicina comercial de nuestros días.

Quizá la primera bofetada que dieron las drogas ilícitas fue mostrar las otras drogas con las que se convivía silenciosamente como si no fueran tales. Aceptar la adicción al tabaco es un revulsivo para una sociedad que se siente por definición afuera de estas clasificaciones, evidenciar una tercera edad dependiente de psicotrópicos cuestionó el estereotipo del joven como único destinatario de estos temas, señalar la existencia del abuso de bebidas alcohólicas involucró a gente que necesitaba diferenciarlo como otro problema, sólo para no reconocerse en él.

La segunda bofetada de las drogas ilícitas es que le dijo a las personas que no todo estaba bien dentro de su casa ni dentro de su mundo. Y , esto mismo, era demasiado para resolverlo con una negativa basada en un acto de la voluntad. Decir no, implicaba otros costos. Una vez aceptado someterse al juicio del éxito, el sentimiento de incompletud de ser uno mismo puede hacer muy difícil no abandonarse a la anestesia. Aún informados acerca de que ella puede instalar sus propios dominios. El acercamiento al tema hubiera tenido una mejor perspectiva si se hubiera entendido que, después de todo el problema no era la imagen, sino el espejo.

Hoy, en algunas sociedades, luego de ilustrar inútilmente sobre cerebros dañados por la droga, impotencia sexual, genes alterados y otras calamidades se ha comenzado sutilmente a sugerir que quizá sea la hora de ser realistas. Es cierto. Debe imperar el realismo. Es hora de revisar la estrategia preventiva de acuerdo a la realidad sobre la que se pretendió y se pretende actuar. Saber como se estiman las dificultades que se deben superar y como se ha dispuesto evaluar las acciones para poder corregirlas en caso de que no tuvieran los resultados esperados. Porque lo cierto es que la improvisación en estas materias ha terminado en muchos casos haciendo una caricatura del problema y eso es una ingenuidad, o una soberbia, muy peligrosa en tiempos de urgencias.

En materia de realismo también es necesario tomar en cuenta como se han manejado las cosas hasta hoy con las sustancias de las que se dispone libremente. En particular, los lugares que tienen graves problemas para el desarrollo de sus programas sociales, educativos y sanitarios. Porque, también es ser realistas, admitir que hay márgenes de vulnerabilidad diferentes para los diferentes países. Así como un episodio de ebriedad nocturna no suele tener la misma repercusión en un hogar de clase media que en otro donde la cama matrimonial se comparte con dos hijos, de la misma forma las consecuencias se miden también en los países por los recursos que tiene cada uno para absorberlas.

Países que no han logrado hasta ahora manejar siquiera la venta de alcohol a los menores ¿Estarán en condiciones de manejar la introducción de nuevas sustancias?. ¿Cuánto tiempo puede ser necesario para que estas sustancias alternativas sea promocionadas desde los medios como formas de completamiento personal y caminos rápidos para el bienestar ?. Esto en una cultura formada por la televisión antes que por la escuela.

La revisión de datos como los que aportan los Centros de Estudios Locales sobre Riesgo Psicosocial indica cual es la posición hoy en estas materias, señala lo que hay por recorrer y los falsos avances que en algunos casos se han logrado como consecuencia de la impericia y la improvisación. En materia de información, que es la que nutre los esfuerzos preventivos, no puede menos que tomarse en cuenta lo reciente de estos Centros y el hecho de que parte de la propia comunidad ha decidido tomar el papel de examinar su situación para fundamentar sus acciones. Finalmente y después de todo son las propias comunidades las que comienzan a discutir la prevención y no la legalización. Y esto, nobleza obliga, es posiblemente un avance de los programas preventivos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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