- Oh ángel candísimo de pureza y serafín de santa caridad, gloriosísimo San
Cono, nosotros humildes devotos vuestro, os presentamos el afecto más sincero de nuestro
corazón
Nos congratulamos de la gloria singular de que gozáis en el cielo; nos
alegramos de los especialísimos dones con que previmos, acompañó y consumó la divina
gracia; y rendimos las más vivas gracias al Supremo Dispensador de todo bien. Vos que
anunciado milagrosamente, nacisteis para ser ejemplo de perfecta caridad; Vos que al
candor de la inocencia bautismal y angelical pureza supisteis unir los rigores de la más
austera penitencia; Vos, que en la flor de los años buscasteis la soledad del claustro
para consagraros y mejor servir a Dios; Vos que con tan corta vida supisteis llegar a la
cumbre de la perfección y santidad; Vos finalmente que después de la muerte hicisteis
brillar vuestro poder obrando milagros de vuestras virtudes, especialmente una fe viva,
una eficaz esperanza y una inflamada caridad hacia nuestro Dios y Señor y su Inmaculada
Madre María, para que amándolos como Vos los amasteis podamos en el cielo, y en
compañia vuestra, bendecir y alabar la Divina Misericordia.
Así se por siempre
Amén
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