Diciembre 1999

INFORME ESPECIAL

Movimiento Internacional "Somos Iglesia" y Foro Europeo de Catolicas y Catolicos: Un Sinodo Sombra

María Consuelo Mejía
Directora de CDD México
Antropóloga e Investigadora


Paralelamente al Sínodo de los Obispos Europeos que se celebró en el Vaticano entre el 1o. y el 23 de Octubre pasados, se realizó en Santa Severa, Roma entre el 7 y el 10 del mismo mes, una reunión del Movimiento Internacional "Somos Iglesia" y el Foro Europeo de Católicas y Católicos con el propósito de analizar la situación actual de la Iglesia Católica, discutir las estrategias para continuar trabajando por la transformación de nuestra Iglesia y hacer llegar nuestras voces a los obispos reunidos en el Vaticano.

A esta reunión fuimos invitadas representantes de Católicas por el Derecho a Decidir de Brasil y México así como de Catholics for a Free Choice. Para las latinoamericanas la participación en esta reunión fue muy importante. Aunque desde hace tiempo conocíamos las actividades de Somos Iglesia, nuestra colaboración había sido lejana.

Haber estado presentes en esta reunión nos abrió una perspectiva nueva. Nos sentimos acogidas por este grupo de católicas y católicos que han trabajado arduamente para que las autoridades de nuestra Iglesia oigan sus demandas y atiendan las necesidades que se derivan de su realidad concreta: la participación activa y creciente de laicas y laicos en la elaboración de las enseñanzas de la Iglesia y en la elección de sus autoridades, los derechos de lesbianas y homosexuales, la no discriminación a divorciadas y divorciados, el derecho de las mujeres a ser ordenadas, el celibato opcional para los sacerdotes, el cambio de las enseñanzas en anticoncepción y sexualidad. A pesar de las diferencias culturales, sentimos que nuestras demandas tienen un lugar en este Movimiento y que las cosas que nos unen son mas importantes que las que nos separan. Sentimos eco a nuestros planteamientos, nos sentimos acompañadas en esta dura tarea de convertir nuestra Iglesia en una comunidad de iguales en la que la justicia y la equidad sean valores centrales que guíen la construcción de una nueva Iglesia.

Trabajamos durante dos días en grupos por idioma para discutir los documentos sobre la división en la Iglesia, las mujeres en la vida de la Iglesia y los temas de la Declaración Final. La discusión en el grupo de habla hispana fue muy intensa. Nos encontrábamos por primera vez y era emocionante ver como los representantes de España, de Colombia, de Venezuela, de México, de Brasil y de Italia, coincidíamos en tantas cosas. Veníamos de experiencias y vivencias muy diferentes y sin embargo construimos un lenguaje común. Quedaron también, como es lógico, algunos temas importantes por discutir.

También hubo eventos públicos muy simbólicos. El sábado 9 de octubre hicimos una demostración al frente de la Iglesia de San Ignacio en donde sería ordenado un grupo de sacerdotes. Cada participante evocó a una persona recordada por su contribución a esta lucha: Sor Juana Inés de la Cruz, Santa Catarina de Sena, Alaide Foppa, Rosario Castellanos, las católicas y católicos que toman decisiones sobre sus vidas sexuales y reproductivas de acuerdo con los dictados de sus conciencias fueron invocadas entre otras. Con estolas púrpuras que nos pasamos unas y unos a otras y otros acompañadas de palabras de aliento, unimos nuestras voces. Hablamos en los cuatro idiomas presentes español, alemán, inglés e italiano, representando las voces de todas y todos aquellos que se han atrevido a hablar y actuar en favor de este camino de renovación. Cantamos y oramos al Espíritu Santo para que ilumine nuestras sendas y fortalezca nuestra valentía y nuestro llamado a quienes se reúnen a puerta cerrada a deliberar sobre nuestra fe, nuestros sueños y nuestras esperanzas.

Al finalizar la reunión se convocó a una conferencia de prensa que tuvo una importante presencia de medios de comunicación europeos. Después de la conferencia se visitó el Vaticano y Elfriede Harth, en representación de todas y todos los que nos reunimos en Santa Severa le entregó a los guardias suizos que custodian el Vaticano, una carta para el Papa.

Se juntaron muchas cosas en esta reunión. La apertura de este Movimiento hasta ahora localizado en Europa y Estados Unidos a América Latina, la contribución al Sínodo de los Obispos Europeos, el intercambio de experiencias y objetivos, la discusión de las estrategias para ampliar su radio de acción, y la discusión de aspectos operativos del Movimiento mismo. Además del trabajo intenso, compartimos la comida, los ritos, las alegrías y las tristezas de quienes nos hemos comprometido en este camino de renovación para que la Iglesia Católica exprese fielmente el mensaje de Jesucristo.

La Red de Católicas por el Derecho a Decidir en América Latina y Catholics for a Free Choice, la Red Católica Internacional quedó representada en el Comité Coordinador del Movimiento Internacional "Somos Iglesia" por María Consuelo Mejía y Pilar Sánchez, integrantes de Católicas por el Derecho a Decidir en México. Como una manera de contribuir a los objetivos de este Movimiento nos pareció importante incluir en este número de Conciencia, la Declaración Final que surgió de esta importante reunión y que haciendo eco de su título también nos da esperanza a quienes desde otras regiones del mundo, trabajamos por una Iglesia nueva, incluyente y equitativa que de cabida a los anhelos de todas y todos los excluidos del mundo.

© Católicas por el Derecho a Decidir

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