Rosa de papel crepé
(poemas del amor)
por Francisco Feliciano Sánchez©


La Profesía

¿Rosa de papel?
No importa.
Es una rosa arrojada al abismo
de tus profundidades,
allá donde nos hacemos
un solo estambre
sin importar el martirio
de vernos alejados
por causa de los otros.

A fin de cuentas
nacimos para ser mártires
en el amor.
Lo supe antes de nacer.
Y heme  aquí,
a pesar de la rosa de papel,
cantándole
y cumpliendo
la profesía.

Los celos

Ellos quisieron matarme el amor
que siento por ti.
La fuerza de mantenerse fuerte,
la fuerza de no sentir la herida,
el puñal,
la azada sobre la cabeza
para desenterrarnos la inteligencia,
como decir sacarnos los corazones.
Ellos no pudieron entender
que seres tan inteligentes se amaran entre sí,
se voltearan entre sí,
se devoraran entre sí,
se reconstruyeran entre sí
como lo hacemos,
fieles trasnochadores de impulsos
al borde de los abismos.
Tú y yo amándonos por siempre.

Ellos lucharon por matarnos el amor.
Se martirizaron, se desvelaron, sencillamente
se jorobaron por nosotros.
Helos babeándose nuestro deseo
de desearnos,
rascándose las ganas de vernos cuando nos vemos,
imaginándose lo que hacemos sin que lo estuviéramos haciendo.
Explicación de amor

Este amor que siento
no puedo dejarlo morir
por causa de los otros.
Clamo y reclamo mi voz
aunque me miren mal,
me den el lado hipócrita
o simplemente me ignoren.
Este amor que siento
no es ni tuyo,
y mucho menos mío.
Es el acto más solidario
con la humanidad.
Te amo más allá de una rosa,
más allá de un beso,
más allá de la penetración sublime
de la noche por la luz de una estrella.
Te amo,
porque sencillamente,

te
amo.
El amor verdadero

Este poema
es un poema del amor verdadero.
No es el poema del amor soñado,
del amor que todos desean tener,
del amor que entra a las iglesias
y los predicadores bendicen,
del amor que deseaba un padre para su hijo,
del amor que entra al tribunal
con una respuesta fácil y rápida.
Este poema trata del amor que todos repiensan o no piensan
que existe o no quisieran pensar.
Este poema no tiene ni metáforas .
¡Para qué demonios... !
Tú y yo sabemos de lo que estamos hablando,
y ya es hora de acostarnos
para podernos madrugar.
Esa particular rosa

Yo busco tu rosa,
la más buena, la más fuerte,
la que nadie rocía en la mañana,
la que nadie lleva a su novia,
la que nadie despierta por tocarla
y por la que nadie se anochece
con tal de beber madrugadas.
Yo busco tu rosa .
l
La rosa que no es ni fragante ni útil,
la que no se ofrenda a los santos
para que te bendigan los días que no te acaban de llegar.
Yo busco tu rosa.
La busco frenético y paciente,
con ira y con calma, intranquilidad y sosiego
con sueño en los ojos y no en el alma.
Yo busco tu rosa.
La rosa que no florece en ninguna parte
sino en mi corazón.
Ilustraciones del
Internet
Poeta, bibliotecario y educador puertorriqueño adscrito a ASPIRA y a la Universidad de Puerto Rico.
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