![]() DIC-99 Nº 209 |
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Sin ella estaríamos desamparados ante el ataque constante al cual estamos sometidos por parte de las entidades de baja condición, que tratan en todo momento de desanimarnos sacando a relucir lo peor de nosotros, haciéndonos sentir inútiles para que de esta forma nos vayamos hundiendo de manera tal que incluso se llega a la depresión.
Es por este motivo que en todo momento hemos de estar alerta con nosotros mismos y con nuestro entorno. Debemos de tener claro cuál es nuestra meta, reafirmarnos en nuestras convicciones y luchar constantemente por defenderlas. A priori esto no debe de ser difícil si realmente tenemos claro qué queremos hacer y hacia dónde queremos dirigirnos, pero nunca debemos de subestimar a la parte negativa, pues ésta está muy organizada y espera agazapada el momento en el que nosotros estemos despistados y confiados, para dirigir un ataque contra nosotros.
Si llegado este momento reaccionamos rápidamente podremos sobreponernos y seguir andando por este camino con paso firme, pero si por el contrario no somos capaces de reaccionar y lejos de ello nos obcecamos más todavía en nuestra actitud, pensando que el error se encuentra en los demás, entonces sí que estamos perdidos y ni siquiera con el apoyo de la gente que nos quiere podremos ver la luz.
Son momentos muy difíciles y duros en los cuales uno no sabe hacia dónde dirigirse pues piensa que todo está perdido, que no va a ser capaz de levantarse y seguir luchando porque las fuerzas han desaparecido para dar paso a la angustia, nerviosismo, malestar, etc. Solamente vislumbraremos la luz si somos humildes y reconocemos nuestro error, si somos nobles con nosotros y con quienes están dispuestos a tendernos una mano para poder salir del bache en el que nos encontramos, si somos constantes en nuestro trabajo interior y todos los días de nuestra existencia estamos en guardia y luchando con todas nuestras fuerzas contra las imperfecciones que todavía nos quedan por pulir.
Como siempre hemos comentado nunca estamos solos y, tanto desde el plano espiritual, con sus orientaciones a nivel de intuiciones, como desde el material, con el cariño y comprensión de quienes verdaderamente nos quieren y comprenden, nos ofrecen el calor necesario para ser capaces de encontrar la calma en nuestro interior y enderezar de nuevo el rumbo hacia las ilusiones que desde un principio nos marcaron al conocer la doctrina espírita, pero siempre hemos de ser nosotros quienes demos el primer paso; quiero decir con esto que tenemos que demostrar con hechos nuestro cambio de actitud para demostrar que estamos receptivos y deseosos de caminar.
La verdad es que cuando llevas muchos
años estudiando y conociendo la vida espiritual todo sacrificio
parece poco en comparación con los resultados que al final se van
a obtener. A poco que nos fijemos en todas partes existe alguien especial
que va abriendo brecha y te anima a seguir contagiándote de su alegría,
amor, ilusión y un sin fin de sentimientos que son difíciles
de transcribir en un papel, por ellos (además de por nosotros mismos)
debemos luchar con todas nuestras fuerzas para conseguir las metas que
juntos nos marcamos y pensar que ahora que queda tan poquito para llegar
a ese punto maravilloso no podemos fallar ni defraudar la confianza e ilusión
que las personas que nos antecedieron han puesto en nosotros.