EL CONQUISTADOR DEL FIN DE SEMANA

N de la R: Algunos nombres y lugares fueron cambiados para no herir a la gente implicada y poder conservar su identidad.

Era un sábado cualquiera y Leonel Llamó a Johnny para que lo acompañe, junto a nuestro fotógrafo, en búsqueda de una conquista: la misión de este reality. Cabe destacar que, hasta ese día, nuestro participante llevaba un par de años en busca de un "algo" (un "beso" al menos) que lo sacara de su mala racha.

La primera parada de la noche fue el bar Whatever, de Tupelo, Missisipi; donde tanto Leonel como Johnny se tomaron un par de cervezas y uno que otro "shot" para cargarse de valor. Había opciones para más tarde: estaba lo de ir a la fiesta de casa de Beth, compañera de la universidad, pero esa sería la última opción para Leonel bajo el argumento "oficial" de que habría pocas chicas y la no-autorizada de que Jovity, íntima de Beth que estaría en el lugar, siempre lo había rechazado.

"La primera cerveza siempre es la que mejor caé" comentó Leonel tras esta foto (sic).

La plática era un poco aburrida, hablaban de billar, automovilismo e historia de México, cuando de pronto Leonel vio a una chica de la que quedó prendado. Una rubia de labios carnosos que atrajo su atención.

"Mira nomaaaas" dijo Leonel con su peculiar acento jocoso, Johnny volteaba al camarógrafo para decir en tono de complicidad "Yo la conozco"

Así es, Johnny la conocía y le ofreció a Leonel presentársela, todo justo en el bendito momento en que comenzó la canción "I'm too sexy". El instante era el idóneo y Leonel hizo gala de su valentía alcoholizada. La invitó a bailar y se acercaron bastante.

"Véngache mi reina" era una de las frases que alcanzaba a soltar Leonel, quien, bajo la presión del camarógrafo, quería besar a como de lugar a tan hermosa presa. En el momento de la foto, la chica en cuestión (Tiffany) llamaba a Johnny, que le leía los labios que decían: "ya quítamelo"

Johnny fue con la pareja -interrumpió abruptamente el baile- y comenzó a platicar con ellos. Tiffany les dijo que iría a la fiesta de Beth, cosa que sirvió como pretexto para que, más tarde, Leonel diera como un hecho la asistencia a ese lugar. Todo pintaba bien para nuestro participante, en su mente ya imaginaba la fiesta de Beth: "No importa que Jovity nunca me haya hecho caso, ahí al lado de Tiffany, que ya estará muy ebria, me veré como campeón, deslumbraré a mis amigos y... je, je... de paso a Jovity".

"Mira Leonel, ella también va a ir a la fiesta de Beth" dijo Johnny apuntándola con el dedo, "¿Eso es cierto, princesa?" preguntó Leonel. En la foto se alcanza a ver la cara que le hace Tiffany a nuestro fotógrafo, pues ella sólo sonrió y parece que no le gustó la idea de encontrarse a Leonel más adelante.

Pese a todo, a Leonel el día le pintaba bien y emocionado despidió a Tiffany tras mirarla los últimos minutos de su estancia en el bar. Encarrerado, después le pidió a su amigo ir a buscar a alguien más y fue cuando a la salida del baño encontró una pizpireta gordita que salía aún mojada de la cara por haberse echado agua. Nuestro amigo la abordó y le ofreció un tequila que ella rechazó pero que Leonel, insistente, quiso darle a cucharadas.

"La traigo aquí" , apuntaba Leonel mientras Johnny se reía de su jocoso amigo. La gordita cerraba la boca con fuerza, aunque disfrutaba el momento.

Mucha risita, mucha risita, pero de pronto llegó un tipo por atrás que amenazó a Leonel. Era el novio de la nueva amiga, quien en un ataque de histeria decidió llevársela a otro lado y después buscar a Leonel para propinarle una paliza.

Así respondió el novio de la gordita a la frase de Leonel que intentaba calmar los ánimos: "No la chifles que es cantada, compadre"

Las luces empezaron a apagarse y el bar comenzó a convertirse en un auténtico antro. Nuestro participante y su amigo huían vertiginosamente de las amenazas de su enemigo, quien se había molestado muchísimo porque abordaran a su novia, la pizpireta gordita. Hasta que, de pronto, Leonel encontró que en ese aglomeramiento había posibilidades. Atrás de él le rozaban unos curvilíneos músculos femeninos y fue cuando Johnny no sabía qué le pasaba, pues su vista ya parecía enfocarse en el horizonte.

"Quédate aquí, espérate tantito... déjame ver si...", trataba Leonel de distraer a Johnny con algún rollo, todo a fin de permanecer un rato sintiendo ese roce de las elegantes chicas que tenían a sus espaldas.

Sí, Leonel miraba al horizonte sin pensar en lo que le decía Johnny, pero cuando volvió en sí y acudió a la barra a pedir un trago más, volvió a perder la conciencia con el panorama de alguna otra elegante mujer que se encontraba con sus amigas.

A Leonel le gustaba todo lo que veía en ese momento, tanto la oxigenada de al lado (por obvios atributos) como la flaca que se reía a su lado incesantemente después de cada sorbo que daba al vodka.

Fue entonces cuando Leonel decidió ir con la flaca que sonreía. Le sacó plática y tras unos tequilas la convenció de tomarse unas fotos "curiosas" con él, para que este reality show fuera más emocionante.

"Whiskey...", gritaba jocoso Leonel ante nuestro camarógrafo y la sonrisa de su nueva conquista. La mano de Johnny intentó peinarla de un modo más moderno antes de que saliera el flash, pero fue demasiado tarde.

La cuartada de las fotos fue tan exitosa que aprovechó otra con el viejo pretexto de: "ahora una como si te estuviera besando".

"Ay sí... nos besamos dizque bien apasionaditos", Leonel decía mientras conseguía poner a la flaca en un nivel óptimo para atacar.

El detalle de la flaca de sacar la lengua como "dizque bien apasionada" enardeció los ánimos de nuestro protagonista, quien no se tentó el corazón para quitarle los lentes y, sin decir "agua va", ponerse atrás de ella arrimándole todo su "regazo". Ese fue el clímax de Leonel, quien estaba a un paso de conseguir la meta de este reality show...

"¿Quieres ir a platicar a un lugar más tranquilo?", preguntó un temerario Leonel, al tiempo que mordisqueba la oreja de la flaca, quien de tanto zangolotearse para huir de dichos mordisqueos perdió los lentes y la alegría.

El éxito se frustró, la flaca huyó de Leonel con el pretexto de encontrar sus lentes. Johnny tuvo que regresar a rescatar a su amigo, ya que el novio de la gordita pizpireta seguía acechándolo para atizarle unos golpes. Ante ello, Leonel tomó la decisión de la noche: ir a la fiesta de Beth, a pesar de todas las complicaciones. De hecho, esas copas encima le permitirían tener toda la valentía para tratar de ligarse a Jovity.

Ya en casa de Beth, Leonel y su amigo se sentaron cerca de Tiffany, la chica del principio de este día de conquistas, pero el ambiente no era del todo agradable. Para aligerar el ambiente, el protagonista empezó a hacer gala de sus chistes: buenos y malos; el caso es que su forma de romper el hielo no fue la esperada, lo cual dio mucho de qué hablar.

"¿No se acuerdan cómo le hacía 'Carlinflas'?", fue la última frase antes de haber tomado esta foto, luego de la cual se lució con un "quiobo chatos".

Las risas fingidas de unos y un estruendoso "ooohhhh" de otros propiciaron un ligero malestar en nuestro amigo. Se le apagó la simpatía y decidió mejor mirar a su alrededor, que ya lo veía con algo de desprecio. Johnny molestaba a Leonel con que ya se quería ir, pero nuestro persistente concursante no quería terminar su lucha ahí.

"Este sangrón amigo de Johnny quiso ligarme hace rato, fue algo espantoso. Mira nada más cómo trae unos mocos embarrados en la suela del zapato ", le decía Tiffany a su novio en voz baja; sin embargo, nunca pensó que Leonel alcanzó a oir lo del detalle del moco, a lo cual pensó para sí mismo "peor hubiera sido que me lo embarrara en el brazo, o en el cachete".

Después de mirar a todas partes, Leonel vislumbró la presencia de Jovity en la fiesta, se puso nervioso y empezó a buscarle la mirada para saludarla. Algo que significaba el primer peldaño del gran reto.

"¡¡Me lleva!! No voltees, ahí está Leonel y de seguro el pesado va a querer volver a ligarme", dijo Jovity (de pelo corto) con disimulo a su amigo Jairo, quien después le aconsejaría ir, de una vez por todas, a afrontar la presencia del chipileño.

Jovity tomó la iniciativa de pararse, acercarse y, porfín, dirigirle la mirada a Leonel.

Con esta sonrisa saludó Jovity a Leonel. A espaldas de ella, Beth con su amigo Rob, contemplaban el suceso.

A Leonel le cambió el semblante. Volvió su "simpatía", sus chistes y su energía de conquistador. Se avalanzó sobre ella y la abrazó con ostentosidad. Le dijo a su amigo Johnny que se fuera, que ya no lo necesitaba y volvió el júbilo.

"En esta cola sí me formo, chicuelos", dijo Leonel al momento de saludarla. Ahí fue cuando Jovity recordó lo que le molestaba un poco de su pretendiente.

Ebrio, desbordado de felicidad por estar junto a la chica que le gustaba, y lleno de algarabía, nuestro amigo siguió con su ola de chistes, muchos de los cuales empezaban a hacer salir a varios de la casa de Beth, pues ya era tarde y la noche no estaba para tanto mal humor.

"... y entonces él la abrazó y le dijo... 'soy el monstruo de los huevos verdes'", actuaba junto a Jovity, de rehén, algunos de sus memorables chistes.

"Esa cachetona del puro que she meta", decía Leonel en otro de sus chistes con un tono de voz particularmente gangoso. Jovity comenzaba a perder la paciencia y se paró del sillón

Jovity no soportó más y dijo a Leonel con energía que por favor ya no se hiciera el gracioso, que por eso nunca le hacía caso. Cosa que hirió en el alma al "Conquistador". Después de tan puntilloso comentario, ella volvió a ser dulce con él, pues le remordía la conciencia.

"Pero de todas maneras eres tierno como un osito, muac'", dijo Jovity después de haber puesto en su lugar a Leonel. Sí, un puntilloso comentario que dejó muy serio a nuestro amigo pero felices a todos los demás, como nuestro fotógrafo, quien también estaba a punto de abandonar el lugar. "Vámonos a sentar mejor, te voy a presentar a Jairo", añadió la chica.

Antes de irse a sentar con Jovity y Jairo, Leonel se tomó un par de cervezas de golpe, luego se acomodó al lado de ellos y sentía que su chispa se apagaba. Parecía que la depresión llegaba. Los últimos intentos por mejorar la noche fueron unas caras al estilo de "Carlinflas" que nadie notó por suerte, hubiera sido peor.

"Si se guacarea aquí, tú lo vas a limpiar porque tú le dijiste que se sentara aquí", regañaba Jairo a Jovity mientras Leonel hacía intentos por hablar como "Carlinflas".

Jovity decidió levantar a Leonel y señalarle a una de las invitadas, Jazzarma. Luego intentó convencerlo de que ella podría ser un buen partido para él: soltera, buen cuerpo y además muy tolerante a la gente jocosa. Nuestro amigo, obediente, decidió hacer el último intento de la noche y se dirigió donde estaba ella.

"... pero si por ahí me dijo un pajarito que buscabas emociones fuertes..", le dijo Leonel a Jazzarma luego de su rechazo, a lo que ella prosiguió "lo siento, mijo, pero estoy comprometida", dijo la chica mientras un amigo observaba la tragedia muerto de risa.

Con el fin de salvar a Jazzarma, Jairo llegó donde estaban ellos para interrumpir la plática. Leonel volvió a bajar la cabeza y a mirar hacia otros lugares, como lo había hecho antes.

"... por eso te quiero, mi Jairo, porque siempre me salvas" , dijo Jazzarma al momento de la foto, en el cual Jairo fue sorprendido parodiando la cara de "Carlinflas" que Leonel intentó toda la noche.

Las miradas perdidas de Leonel de pronto se encontraron. Qué sorpresa cuando vio algo que no podía creer, bueno, algo que daba razón a lo que había sucedido toda la noche.

Sí, Jovity y Beth se abrazaban y se acariciaban para los ojos de Leonel, quien comenzaba a sospechar que se encontraba ante varias lesbianas.

Fue ahí cuando "el Conquistador" decidió dar por concluído su día de conquistas. Antes de salir de la casa fue a despedirse de la festejada y de Jovity.

"She me van por lo oshcurito", le dijo Leonel, tan jocoso e irónico como pudo, a Beth, quien no entendió el chiste. Jovity ni siquiera lo oyó, pues estaba más preocupada por otras cosas.

Antes de salir, Leonel quiso tomar un descanso en una silla junto a la puerta de salida. En dicho descanso aprovechó para sacar disimuladamente una rápida vomitada en el suelo y lamentar todo lo sucedido.

Y aquí, en este pasillo de afuera del departamento de Beth, fue donde nuestro fotógrafo dio por finalizado su trabajo con el protagonista de esta historia. No pudimos seguirlo después, pues esto es un reality show de conquistas, no de cuida borrachos. Así, como en la foto, fue la última vez que lo vimos.

En el final de esta historia quedaron varias incógnitas sin resolver, pues podía ser que Beth y Jovity no fueran lesbianas, sino que querían alejar a Leonel o quizás sólo estaban jugando o contando unos chistes o quizás sí lo eran, pero de cualquier forma esos detalles nunca los sabremos ni él ni nosotros. Luego de ponerse de pie para salir y quieto frente a la puerta abierta, Leonel fue empujado por nuestro fotógrafo hacia el pasillo de los deptos y ahí terminó el reality.

Lamentablemente Leonel no conquistó a nadie y no pudo quedar como el héroe que queríamos, pero se divirtió y estamos seguros que, como él, habrá muchos lectores que querrán participar en esta bonita sección.

Para postularte, mándanos un mail a misantropia@yahoo.com, con el subject: "Conquistador del fin de semana".

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