ADOLF WOLFGANG HITLER


(1889-1945)


1889

El Sábado 20 de abril de 1889, Hitler nace a las 18:30 en Braunau-am-Inn, pequeña ciudad de Austria, en aquel entonces de cuatro mil habitantes, situada en la frontera de Austria y Baviera. Su padre era un modesto funcionario de la Administración Imperial de Austria, es un funcionario de aduanas lleno de orgullo profesional y de conciencia de casta. Siempre lució con ridícula soberbia el gorro del cuerpo, donde se hacía constar su condición de funcionario oficial y su madre era una simple campesina.
El padre de Hitler, Alois, se llamó hasta los 39 años Schicklgruber, pues era hijo ilegítimo y su presunto padre –Johann Georg Heidler o Hitler-, a pesar de haberse casado con su madre cinco años después de su nacimiento, no le reconoció sino casi a las puertas de la muerte, cuando era un anciano de 84 años. Alois Hitler llevaba este nombre apenas desde hacía doce años en el momento en que nació Adolfo.
Clara Pölzl, madre de Adolfo, tenía veintitrés años menos que su marido y era, por añadidura, prima suya. Esta mujer, muerta en 1908, dominada por su marido, se impuso el deber de secundarle en su proyecto de dar a su hijo una educación superior y de dedicarle al servicio oficial.


1895

En 1895 Hitler tiene seis años, va a la escuela primaria de Fischau (Austria) y se le considera un muy buen alumno.


1896

En 1896 va a la escuela monástica de la abadía de Lambach, donde descubre la cruz gamada o swástica. Su padre está entonces en funciones en Hafeld.


1897

De 1897 hasta 1899, Hitler forma parte de la escuela de canto de la abadía de Lambach.


1899

En 1899 su padre se instala en Hafeld, cerca de Lambach, luego en Leonding, cerca de Linz. Hitler está en 4º y luego en 5º año.


1900

En 1900, Hitler tenía 11 años y su padre lo manda a estudiar al Realschule de Linz, y tiene excelentes calificaciones en conducta. Sin embargo, “aplicación irregular”. Historia natural y matemáticas: “insuficiente”.
Historia y geografía: “bien”. Habría de pasar por varias escuelas de enseñanza primaria en aldeas próximas, así como por el monasterio de Lambach, de benedictinos, en cuyo coro cantaría. Es a los 11 años la edad crítica en que el joven Hitler empieza a mostrar su personalidad.


1902

De 1902 a 1903 hay altercados con su padre, quien quiere que sea funcionario, mientras que Hitler quiere ser "pintor". Sufre el adoctrinamiento de doctor Leopold Poetsch, pangermanista convencido, antisemita militante y partidario de incorporar Austria a Alemania.


1903

El 3 de enero de 1903, su padre muere de una hemorragia pulmonar. Su madre remata la vivienda de Leonding y con sus dos hijos, Adolfo y Paula, se instala en Urfahr, modesto suburbio de Linz.


1904

En 1904 a Hitler lo aqueja una grave enfermedad pulmonar. Hay una interrupción de sus estudios durante un año por lo menos. Su madre lo envía a Spital, con su hermana.


1905

En 1905, Hitler regresa al colegio de Styr, curado, tiene dieciséis años y allí realiza mejores estudios, sin embargo no aprueba los exámenes finales de fin de cursos. En septiembre de 1905 Adolfo abandona para siempre los estudios.
Desde el punto de vista del padre, nada era más razonable que encaminar a su hijo a la vida oficial. A pesar del estado de decadencia en que le había sumido el pujante imperio alemán del Káiser con Prusia a la cabeza, el imperio austrohúngaro era todavía una importante potencia política.

El emperador Francisco José había cumplido ya cuartenta años de reinado y el ambiente era optimista. La ciudad de Viena, con sus magníficos palacios y museos, continuaba siendo una de las grandes ciudades del mundo. El esplendor de la corte de la dinastía más antigua de Europa, el prestigio de las ciencias austroalemanas, la alegría romántica de las fiestas, topdo tendía a dibujar un panorama espectacular y cosmopolita que al provinciano sórdido que era Hitler debía dar una impresión de completa solidez.


1906

En 1906 hasta 1907, Hitler lleva una vida ociosa, vacía, pero desahogada (¿?). Toma clases de piano.


1907

En 1907, a los 17 años, después de una temporada en la que su salud estuvo resentida, pero que ocupó oyendo en la ópera de Linz, cuando podía, las óperas de Richard Wagner, Adolfo Hitler marcha en septiembre a Viena (donde ya estuvo dos veces en mayo y junio de 1906).
Su primera reacción fue, sí, de entusiasmo ante la grandiosidad de la ciudad, el teatro de la ópera y los cuadros de los museos. Participa en el concurso para ingresar a la Escuela de Pintura de la Academia de Bellas Artes, en donde no lo reciben y es rechazado. Después de ser rechazado, inicia una extraña etapa en la que, desordenadamente, arte, música y literatura se mezclan con la historia, la etnología y la política para conglomerar, en una mente enfebrecida, una ideología demencial, sin que los antecedentes de su educación o de su carácter hubieran dejado prever esta evolución.
A fines de noviembre regresa a Linz, donde su madre está gravemente enferma. Ella muere el 23 de diciembre de 1907.
Hitler entonces debe hacerse cargo de su hermana Paula; Adolfo tiene dieciocho años.


1908

En 1908, Hitler tiene a un amigo, Kubizek, a quien conoce en Linz. Su amistad es tan absorbente que no le permite cultivar otras; por entonces, parecen no interesarle mayormente las mujeres. A este respecto, convendría llegar a una conclusión clara. Tiempo después, sus enemigos le acusarían de ser un mujeriego con un trato con las más conocidas féminas de Munich. Nunca pudo precisarse si se trataba de un misógino o de un hombre sometido a bruscos cambios de temperamento. En opinión de su amigo Kubizek, más bien era esto último.
Cuando su padre trató de obligarle a que ingresara en la Administración Civil, le replicó que quería llegar a ser pinto.
Pintó y dibujó con escaso éxito, y cuando se vio sumido en una penosa situación hubo de resignarse a ilustrar tarjetas postales y a trabajar en la confección de diseños publicitarios. Probó fortuna en el teatro e hizo también sus pinitos en la ópera, dictando a Augusto Kubizek el comienzo de una ampulosa ópera germana: Weiland el Herrero, con leimotiven que trató de lograr al piano (Kubizek, que estudiaba música, tocó a Hitler en su fibra más sensible y desencadenó huracanes de furia al decirle que realmente tenía que saber solfeo antes de pensar en componer música). Su gusto estético era lastimoso. En febrero, Josef Mayrhofer, alcalde de Leonding, y su tutor, arreglan las formalidades de la herencia y la sucesión. Hitler vuelve a irse a Viena. Contrariamente a lo que dicen en Mein Kampf, no será ni desempleado ni vagabundo ni pasará hambres ni carecerá de domicilio fijo. Recibe mensualmente un total de 83 coronas austriacas (sucesión de su madre, más la pensión de su padre). Ahora bien un maestro de escuela ganaba en aquel entonces 66 coronas, un licenciado en derecho de 70 a 80 coronas, y mantenían a sus familias con esta suma. Vendiendo aquí y allá sus cuadros, dispone entonces de aproximadamente 25 coronas para su hermana Paula.


1909

En 1909, en noviembre y diciembre, Hitler frecuenta el albergue nocturno de Meidling. No es la miseria la que lo lleva allí, sino la rebeldía militar. Hizo toda clase de trabajos para ganarse la vida y desarrolló un odio profundo a la monarquía austro-húngara y una gran admiración por el imperio germánico. Hitler detesta a los Habsburgo y de ninguna manera quiere ser soldado austriaco, recordando las enseñanzas del doctor Leopold Poetsch, de Linz. También cambia a menudo de domicilio desde su aniversario. Por este motivo, estará bajo la amenaza de una demanda de extradición que dirigen las autoridades austriacas a las de Baviera, tras haber encontrado su rastro en Munich en 1917.


1910

En 1910 Hitler frecuenta el medio antisemita y pangermanista del Ostara. Redacta el manuscrito de una obra que jamás será publicada, La revolución germánica, y dibuja la portada, en la que representa exactamente la futura bandera hitleriana.


1911

En 1911 la tía de Hitler, Johanna Poelzi, muere y le deja, así como a su hermana Paula, una herencia importante. A él le tocan cerca de 3 000 coronas. Del 9 de mayo de 1911 al 26 de mayo de 1913, fecha de su llegada y de su instalación en Munich, Alemania, hay un vacío histórico de dos años. Cuando más tarde declara haber partido de Viena para Munich en la primavera de 1912, Hitler miente. En efecto, el 10 de enero de 1914, la policía de Munich, respondiendo a un exhorto proveniente de Viena, precisa que “el hombre buscado vive desde el 26 de mayo de 1913 en casa de Popp, 34/III Schleissheimerstrasse”. Y Hitler lo confiesa el 19 de enero de 1914 en el consulado austriaco de Munich, declarando haber “llegado a Munich el 25 de mayo de 1913”. Podemos pensar que en ese vacío de dos años, del 9 de mayo de 1911 al 26 de mayo de 1913, Hitler vivió clandestinamente por motivos ya políticos. Pudo recibir una preparación ideológica en Ordre du Nouveau Temple (La Orden del Nuevo Templo) de Lanz von Liebenfields, grupo pangermanista y antisemita. Sin embargo, al igual que André Brissaud en su libro L’Ordre noir (La Orden Negra), descartaremos ese motivo. Sus orígenes judíos que le imponían un 25% de sangre judía por parte de su padre (que a su vez tenía un 50%), hubieran sido fácilmente encontrados en esta época. Hitler ya esta formado políticamente en una ideología maniquea donde los buenos son los alemanes y los militares, y los malos, los judíos, los marxistas y los políticos. Se dijo que dejaba Austria para eludir el servicio militar, pero no era cierto; regresó, le dieron por inútil a causa de su mal estado de salud y volvió a Alemania.


1914

En 1914, en Munich, con sus cuadros, Hitler gana aproximadamente unos 100 marcos mensuales, como lo prueba su declaración de impuestos de enero de 1914. El 5 de febrero de 1914 debe ir a Salzburgo (Austria), a consecuencia de la petición de extradición por parte de la gendarmería austriaca, para comparecer allí ante el consejo de revisión. Será declarado “inapto para el servicio militar y auxiliar, demasiado débil, incapaz de cargar el armamento”. Sin embargo, el 1 de agosto de 1914, al estallar la Primera Guerra Mundial, Hitler alborozado, en Munich, sale a la calle. En una fotografía de la multitud reunida ante el Odeón (en la Odeonplatz), lo muestra vestido de oscuro, cuello de palomita y corbata, sombrero flexible en mano, y participando en el entusiasmo general; era el desquite del alemán y del germano, y al mismo tiempo el desquite del pobre paria que se creía llamado a un destino superior.
El 3 de agosto de 1914 dirige a Luis III de Baviera una petición para que le permitiera alistarse como voluntario. Aceptado su ofrecimiento, decide alistarse en el 16o. regimiento de infantería de reserva. Es incorporado el 16 de agosto y presta juramento el 8 de octubre. Y el 21 de octubre de 1914, con ese regimiento, Hitler parte para el frente. Como agente de enlace en la compañía de mando del regimiento, está feliz. Hitler realizó una campaña bastante brillante. El simple soldado, recibe la Cruz de Hierro de 2a. clase el 2 de diciembre de 1914, la Cruz del Mérito Militar con espadas de 3a. clase, un diploma militar por “valentía excepcional”, la medalla militar de 3a. clase, y el 4 de agosto de 1918 la Cruz de Hierro de primera clase. Suele decirse que se le concedió esta importante distinción por haber logrado capturar a un numeroso grupo de soldados enemigos. Sus superiores consideraban que carecía de dotes de mando. Hitler fue herido 2 veces.


1916

El 5 de octubre de 1916, Hitler es herido en la pierna en el combate de Bapaume. Será nombrado cabo y enviado a Berlín para ser atendido. Durante esta estadía contraerá sífilis e, insuficientemente tratado, lo mandarán de regreso al frente.


1917

En 1917 su regimiento participa en la batalla de Arrás y luego en la tercera batalla de Ypres. Estancia en Alsacia, el regimiento remonta el Aisne a principios del invierno de 1917-1918.


1918

En 1918 hay una ofensiva alemana del camino de Dames en mayo. En octubre, el 16o. regimiento de infantería recupera el sector de Ypres. Durante la noche del 13 al 14 de octubre, las tropas inglesas atacan, precedida de un lanzamiento de obuses de gas. Hitler, alcanzado por el gas en los ojos, queda momentáneamente ciego. Lo envían al hospital militar de Pasewalk en Pomerania, donde recupera paulatinamente la vista y allí se entera del armisticio del 11 de noviembre de 1918. En su furor, decide convertirse en hombre político.


1919

El 9 de noviembre de 1919 es proclamada la república de Alemania. Hitler acusa a Guillermo II de haber pactado con los marxistas al abdicar y crece su odio por los judíos, autores –según él- de esta derrota y de la revolución que sigue. En ese entonces es bildungoffizier: oficial de acción psicológica, bajo las órdenes del capitán Mayer. De esta manera colabora con la propaganda en favor de los cuerpos francos del Baltikum. Se le asignó la tarea de inmunizar a los soldados a su cargo contra las ideas pacifistas y democráticas. El 12 de septiembre de 1919, con el número 7 ingresó a un pequeño partido nacionalista de extrema derecha dirigido por Godofredo Feder, el Partido Obrero Alemán o DAP (Deutshe Arbeit Pertei), formados por miembros de la Tule. Las reuniones de este partido se celebraban en una cervecería llamada Sterneckerbräu, de Munich, las reuniones eran de políticos provincianos dirigida por Anton Drexler. El DAP, partido nacionalistas, pero socialista, contaba con seis afiliados. Cada uno de los oradores se levantó para pedir la secesión de Baviera del resto de Alemania, Hitler furioso se levantó para hundirle con su terrible oratoria.
Drexler quedó impresionado. Pocos días más tarde, Hitler fe invitado a una nueva reunión y, definitivamente, ingresó en el minúsculo partido.


1920

En 1920 Hitler le dedica ya todo su tiempo al Partido Obrero Alemán, que es una organización esotérica germánica y antisemita. El DAP no comprende al principio más que veinticinco miembros, obreros de las obras ferroviarias. Hitler tendrá el número 555, pero resulta irónico comprobar que esa numeración comienza con el 500. Dietrich Eckart y varios miembros dirigentes de la Tule toman discretamente en sus manos la orientación de Hitler.


1921

En 1921, Hitler no tardó en revelarse el talento demagógico apasionado y convincente que lo llevaría a ser reconocido como jefe por el resto de sus miembros. Hitler inspiró la reorganización del partido que desde entonces se llamaría Partido Nacional Socialista de los Trabajadores. El 29 de junio de 1921, Hitler se convierte en el presidente (Führer) del nuevo partido descendiente del DAP fundado por él. El NSDAP (National-Sozialistische Deutsche Arbeiter Partei): Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes. El 2 de agosto de 1921, el capitán Röhm constituye interiormente la SA, el cuerpo de los Camisas pardas. El mayor Röhm miembro del estado mayor de la comandancia del ejército en el distrito de Munich, y también del partido prestó inestimables servicios a Hitler.
Aumentó sus contingentes con los numerosos aventureros y descontentos que manejaba desde sus escuadras paramilitares.
Con ellos, y bajo la pantalla de un departamento del partido para “gimnasia y deporte”, entrenó a auténticas patrullas armadas. Los ridículos auditorios de los primeros días empezaron a convertirse en masas consistentes. Hitler, sobre todo, parecía seguro del camino emprendido. En noviembre de 1921 las milicias nazis se enfrentan por primera vez con los comunistas, que les disputan el asalto al débil régimen socialdemócrata, realizó una violenta campaña en contra del Tratado de Versalles, los comunistas y la república de Weimar.
Ya para entonces se habían perfilado las principales figuras del futuro régimen: Hermann Goering, oficial retirado; Rudolph Hess, universitario adusto y simplista; Rosenberg, arquitecto pedante y ampuloso que causó gran impresión al artista fracasado que era Hitler. Poco a poco, con la tolerancia y la colaboración de los demás sectores nacionalistas, la ayuda de la mediana burguesía relacionada con algunos miembros del partido y la protección de elementos militares –que después sabrían que Hitler no les necesitaba más que como instrumento-, el partido comenzó a prosperar. Hitler difundió su doctrina de odio racial y desprecio por la democracia en los numerosos mítines que organizó y, mientras tanto, las organizaciones paramilitares del partido aterrorizaban a sus enemigos políticos. No tardó en convertirse en una figura clave de la política de Baviera gracias a la colaboración de oficiales de alta graduación y empresarios adinerados.


1922

En mayo de 1922, el antroposofista Rudolf Steiner es agredido por los SA de Hitler. La madrugada del 31 de diciembre es el centro del movimiento, el Goetheanum de Dornach, cerca de Bale, el que arde.


1923

El primero de marzo de 1923, Hitler crea la Stabswache (guardaespaldas), que después se convertiría en la Stosstruppe Adolf Hitler (tropa de asalto Adolfo Hitler). Goering comanda el conjunto de la SA y Berchthold la Stabswache. Himmler se une al NSDAP. En noviembre de 1923, la situación de Alemania era desastrosa. La ocupación del Ruhr –la zona industrial por excelencia- por los ejércitos franceses en vista de que no se pagaba, en los términos requeridos por la indemnización de guerra, fue una provocación a la opinión pública y un pretexto magnífico para una campaña de agitación nacionalista. La inflación se aceleró. Hitler creyó que este era el momento de lanzarse a una marcha sobre Berlín semejante a la que Mussolini había llevado a cabo sobre Roma. No estaba seguro de sus aliados tácitos, los dueños de Baviera, que le consideraban precipitado o simplemente loco. También era cierto que su partido no disponía a los sumo, más que de unos centenares de milicianos. Pero decidió jugarlo todo a una sola carta. El 8 de noviembre, Hitler junto a Ludendorff se levantó en armas y encabezó una rebelión en Munich contra la República de Weimar, en el cuál Hitler se autoproclama canciller de un nuevo régimen autoritario; esta rebeliones conocida como Putsch de Munich.
Este 8 de noviembre de 1923 el monárquico Kahr había de dirigir una reunión que, según los informes de Hitler, podía conducir a la restauración de la monarquía en Baviera en el plazo de muy poco tiempo. Había llegado el momento de actuar.
Hitler tenía que utilizar a los Bávaros para sus planes de marchar con los nacionalistas contra Berlín, abolir el régimen y desechar el tratado de Versalles, cuyas condiciones eran inaceptables para todos los nacionalistas, que las tenían por insultantes para la dignidad de Alemania.
Ese día, Hitler rodeó con sus hombres el local donde el dictador circunstancial bávaro hablaba. Pistola en mano, subió al estrado, disparó al aire para imponerse a la concurrencia y exclamó: “Ha comenzado la revolución nacionalista. El salón está rodeado por seiscientos hombres armados. Nadie puede salir. Han sido disueltos los gobiernos de Baviera y del Reich y se ha formado un gobierno provisional. Se han tomado los cuarteles del ejército y la policía. Tropas que enarbolan la svástica marchan sobre la ciudad”.
Después metió a los políticos en una habitación contigua y les conminó a sumarse a la rebelión. Les dijo que el general Ludendorff había formado con él un nuevo gobierno. No era verdad, pero el general había sido llamado y secundaba, con la ingenuidad política que caracterizaba al antiguo jefe militar de la Alemania en guerra, los planes de Hitler. La aventura acabó en el desastre. Aprovechando un descuido, los políticos bávaros se escabulleron. Horas más tarde, las milicias nazis, que no habían tomado ni los cuarteles ni nada, tuvieron que enfrentarse con la policía. Ambas formaciones marcharon la una hacia la otra, pensando probablemente que nadie abriría fuego.
Se ignora como fue, pero desde alguna parte surgió un disparo al que siguió una pequeña batalla. Al lanzarse a tierra, Hitler se disloca el hombro. Ludendorff continuó en pie, impasible, hasta ir a parar en medio de los policías, en tanto que Hitler se daba al a fuga. Es encarcelado en la fortaleza de Landsberg.


1924

En 1924 se celebra el juicio que hizo famoso al jefe del Partido Nacionalsocialista (Hitler). Hitler no intentó eludir las responsabilidades del frustrado golpe. Antes al contrario, sabiendo que las autoridades de Baviera tenían sus mismos puntos de vista y que no se le reprocharía más que su falta de prudencia, se echó sobre sí toda la responsabilidad de la intentona. Puso, además, en entredicho a los nacionalistas y monárquicos bávaros, a los que acusó de traidores a la causa de la lucha contra la república. Sucedía algo realmente extraordinario; el acusado se convertiría en acusador. Mientras increpaba al régimen, los jueces, sonrientes, no interrumpían más que cuando el auditorio rompía en aplausos. La condena es benévola, cinco años de cárcel con la seguridad de que saldría mucho más pronto, como así fue. Hitler pasó un año en la prisión de Landsberg, desde el 11 de noviembre de 1923 al 20 de diciembre de 1924. Hitler comienza a dictar a Rudolf Hess, su compañero de cautiverio, un libro que titula Mein Kampf (Mi lucha) que se considera como la Biblia para los miembros del nacional socialismo.


1925

En 1925 Hitler se presenta con el Primer Ministro de Baviera a fin de hacer anular la suspensión de funciones del NSDAP y de la SA. Termina por lograrlo. Después crea la liga de los colegiales (Schülerbund), la Liga de las Jóvenes Alemanas (Bund Deutscher Mädel), las Juventudes Hitlerianas (Hitlerjugend), el NS de las mujeres nazis (Frauenschaffen), y asociaciones de todas clases que agrupaban a las diferentes profesiones.


1926

El 14 de febrero de 1926, Hitler convoca a un congreso de los jefes del NSDAP. Hitler es elegido presidente con plenos poderes. El 27 de julio reorganiza la SA y oficializa la SS (Schutzstaffeln) creada el año anterior con el nombre de Stosstruppe Adolf Hitler. La “bandera de la sangre” del 9 de noviembre de 1923 en Munich, se le confía a esta organización paramilitar.


1927

Del 19 al 21 de agosto de 1927, Hitler organiza en Nuremberg el III congreso nacional del NSDAP, vestido por vez primera con la camisa parda de los SA, luciendo la Cruz Hierro y la insignia del Partido Nacionalsocialista. De pie en un automóvil Mercedes, preside un desfile de más de veinte mil hombres de la SA, que lo saludan con el brazo extendido.


1928

En 1928 Hitler reorganiza el Partido Nacionalsocialista.
Lo divide en dos ramas:
  1. El PO I que tiene como objetivo la lucha contra la república de Weimar y la conquista del poder.
  2. El PO II, que tiene como misión formar los cuadros del futuro Estado nacionalsocialista.
Aparte se constituye un servicio de propaganda bajo la dirección de Josef Goebbels.
Las elecciones de mayo de 1928 no le dan más que doce diputados en el Reichstag (de 491 escaños), con 810 mil votos. Los socialdemócratas obtienen nueve millones 150 mil votos, mezclados los escrutinios de los dos sexos, pasaron a esta cifra desde la de siete millones 800 mil votos.
El Partido Nacionalsocialista alemán, de la derecha tradicional, había caído de seis millones 200 mil votos a cuatro millones 300 mil votos.
Pero como compensación por esta exigua minoría, los nazis hicieron una brillante campaña en el Parlamente con motivo del asunto del Plan Young. En vista de los problemas que traía consigo el pago de las reparaciones de guerra a los aliados, se creó un comité de expertos bajo la presidencia del banquero norteamericano Young. Los nacionalistas, a pesar de que el nuevo plan reclamaba una cantidad muy inferior a la que los aliados pidieron al principio, se alzaron indignados contra el proyecto.
Aliados Hugenberg, del Partido Nacional, y Hitler, todo el mundo pudo ver que eran los nazis quienes verdaderamente ponían ímpetu en su tarea de movilizar la opinión. Esto fortaleció la posición de Hitler cara a los sectores nacionalistas, aunque no era suficiente para consolarle.
Puesto que el 7 de abril de 1925 renunció a la nacionalidad austriaca, Hitler es apátrida y no puede presentarse como candidato.


1929

En 1929 Hitler se pone de acuerdo con Alfred Hugenberg, magnate de diversos trusts (financieros, prensa, cine, etcétera) y obtiene libertad de movimiento, sin control financiero, a cambio del abandono de la campaña contra el capitalismo.
Heinrich Himmler es nombrado reichsführer de la SS que en ese entonces cuenta con tan solo doscientos ochenta hombres.


1930

En 1930, las Camisas Pardas de la SA se amotinan en Berlín y saquean la sede del NSDAP, para protestar contra lo bajo de su sueldo y contra la dirección del Partido. Hitler va a Berlín y jubila al jefe del Estado Mayor de la SA, el capitán Pfeffer von Salomon, y el 2 de septiembre de 1930 él mismo se proclama oberster SA. Führer de la SA (jefe supremo). A petición suya, el capitán Ernst Röhm regresa de Bolivia y Hitler lo nombra jede del Estado Mayor de la SA y de la SS el 5 de enero de 1931. En abril, hay una tentativa de rebelión de la SA contra Hitler, reprimida por la SS.
El Führer resulta ileso del atentado, se mira atentamente, está cubierto de polvo y tiene el pantalón roto. Hace unas frases sobre la protección que le dispensa la Providencia para añadir a continuación: “!Lástima…! Era un pantalón nuevo”.
En septiembre de 1930 se celebraron elecciones, a las que concurrieron cuatro millones de votantes más que en las elecciones de 1928. El partido, que era el noveno del Reich, pasó a ser el segundo. De 810 000 votos alcanza 6 410 000; de doce escaños en el Reichtag salta a ciento siete. Había llegado la última etapa en la conquista del poder. Los comunistas, la otra gran fuerza social a la conquista del estado, habían pasado de 3 265 000 votos y de cincuenta y cuatro puestos a 4 592 000 y setenta y siete puestos respectivamente. Pero la “suerte” parecía a favor de los nazis. Roehm, convertido en un jefe del estado mayor de las milicias SA, se hace con una fuerza de cien mil hombres perfectamente adiestrados y cuya finalidad es secundar las maniobras del partido sin chocar para nada con el ejército. La gran burguesía monopolista pasa a proteger abiertamente a los nazis.
Emil Kirdif, de la carbonífera; Frits Thyssen y Albert Voegler, de las Fábricas Unidas de Acero; la Gelsenkirchen Mine Company; el Stein Bank de Colonia; el Banco Alemán; la Corporación Alianza de Seguros, y otras personalidades y organizaciones capitalistas le prestaron un decisivo apoyo. La cuestión de cómo conquistar el poder fue un tema de intensas polémicas en el seno del partido. El general Kurt von Schleicher había ido granjeándose el respaldo del ejército como portavoz político.
La coalición centro-izquierda en el poder, moderada por el presidente Von Hindenburg, quería evitar tratos con Hitler, pero no así los nacionalistas y las derechas, que necesitaban llegar a algún acuerdo político con él.
Hindenburg, el representante del antiguo régimen encumbrado a la presidencia, no se enfrentó nunca a los nazis, aunque les despreciaba. Recibió varias veces a Hitler hasta llegar a prometerle su apoyo para conseguir la Cancillería siempre y cuando se comprometiera a respetar al ejército y a dejarle a él el nombramiento del ministro de Defensa.


1931

El 18 de septiembre de 1931, su sobrina y joven amante Geli Raubal es encontrada muerta. ¿Suicidio o asesinato? Jamás lo sabremos. Esto afectará profundamente a Hitler durante mucho tiempo. El 14 de junio de 1931, Reunard Heydrich es presentado a Himmler. Se crea el SD (Sicherheitsdenst), servicio de información, que es confiado a Heydrich el 5 de octubre. El 31 de diciembre de 1931, Himmler precisa por decreto todo lo concerniente al matrimonio de los miembros de la SS en general.


1932

El 25 de enerode 1932, Himmler es nombrado jefe supremo de la SA y de la SS juntas. El 24 de febrero de 1932 Hitler se convierte, mediante un subterfugio jurídico, en ciudadano alemán. El 2 de marzo se presenta contra Hindenburg. El escrutinio del 13 de marzo lleva a éste a la segunda votación.
En las elecciones generales de 1932, los nazis no pasaron de los 37.3 % de los sufragios. No era tan fuerte su mayoría para que Hindenburg cediera. Ni los sucesivos cancilleres: Von Papen ni Von Scheicher pueden llegar a un acuerdo con Hitler, que reclama todo el poder y al que se ofrecen soluciones intermedias, con participación de diversas fuerzas nacionalistas y derechistas en una coalición gubernamental. Segundo escrutinio el 10 de abril, donde Hindenburg es reelecto con el 53 % de los votos, Hitler recibe el 36.8 % y Thaelmann (comunista)no tiene más que el 10 %. Con las pruebas en su poder de un complot de los SA, la policía obtiene la disolución de la SA y de la SS por Brüning. Armamento y material son requisados. Orden de Hitler de no oponer resistencia alguna.


1933

El 30 de enero de 1933, tras el fracaso de Von Scheicher en compaginar los intereses políticos de izquierdas y derechas, Hindenburg nombra canciller del Reich a Hitler, al cuál le solían llamar el “Cabo Bohemio”.
Cuando Hitler fue nombrado Canciller, los grandes empresarios esperaban poder controlarle con facilidad.
Una muchedumbre innumerable de partidarios entona el Deutschland über alles y el Horst Wessel Lied con el brazo en alto, y todo Berlín sale a la calle contagiado por el frenesí Hitleriano.
Sólo tres de los once ministerios fueron a parar a manos de los nazis, pero era suficiente, Hitler había llegado al poder.
El bohemio de Viena, el autodidacta de los barrios bajos, el hombre sin apoyo y sin recursos, se ha hecho en unos años con un partido con el cual conquista el poder. Ahora se avecinaba la segunda etapa, la de la consolidación. El 24 de febrero de 1933 se produce el incendio del Palacio del Reichstag. Con este pretexto se inicia una violenta represión contra la izquierda.
Inmediatamente, el día 28 Hitler promulga un decreto “para protección del pueblo y del estado”, por intermedio del cual son suspendidas las garantías constitucionales, al mismo tiempo que autorizaba al gobierno del Reich a adoptar plenos poderes en caso de emergencia. Con este decreto se da a la SA y la SS el derecho de proceder averiguaciones, arrestos y encarcelamientos de adversarios políticos. Se crean, dentro de las Länder (provincias), destacamentos armados permanentes: Politische Bereitschafften SS.
El 5 de marzo, creación del campo de reclusión de Dacha, puesto bajo custodia de los SS Totenkopf (SS Calavera). El 9 de marzo, Himmler se convierte en perfecto de policía de Munich. El 17 de marzo, creación por parte de Sepp Dietrich de la SS Stabswache, que reemplaza a la guardia de la chancillería (donde está Hitler) hasta entonces confiada a la Reichswher. En las elecciones de marzo, los nazis aumentaron sus porcentajes electorales, alcanzando un total del 43.9 %. Aliado al Partido Nacional, Hitler se hace con una mayoría relativa de 340 diputados entre los 647 del Parlamente. Pero no precisaba más.
Hitler necesitaba de una ley que le confiriera plenos poderes que prácticamente le hicieran dictador, suspendiendo la aplicación de la Constitución. Con el fácil expediente de eliminar a los 81 diputados comunistas, logra la mayoría que exige la aprobación de tan trascendental reforma. El 23 de marzo la ley fue aprobada.
El 27 de abril, Goering crea en Prusia la Gestapo (Geheime Staatspolizei), policía secreta de Estado estrictamente política y fracción del RSHA. Finalmente, el primero de septiembre de 1933, la SS Stabswache (escalón de protección) se convierte en la Leibstandarte SS Adolf Hitler. Los sindicatos obreros fueron suprimidos ese año.
A finales de 1933 surgió un grave problema que estuvo a punto de acabar con el mismo régimen. El nazismo era un conglomerado de ideas contradictorias. El nacionalsocialismo quería aunar el nacionalismo de la derecha y extrema derecha junto con el socialismo reformador. Pero Hitler se debía a las derechas, no a las izquierdas, a las que había combatido y prácticamente terminado en Alemania. Roehm, el sicario encargado de la SA, el ejército del partido, y el propagandista Goebbels sentían la necesidad de pasar a lo que llamaban al “segunda revolución”, que había de destruir a la “reacción” de las antiguas clases sociales del imperio, en cuyas manos estaba todo el poder económico, social y militar. Las milicias de la SA eran cuantitativamente superiores al ejército, por las condiciones de inferioridad numérica a que había sido sometido el tratado de Versalles. Poco a poco se había ido abriendo una profunda división en el seno del partido. Hitler conservaba la capacidad de decisión desde el momento en que Roehm, con sus SA, n eran más que una minoría, aunque importante. Goering, conquistado ya para las viejas clases desde el instante en que el mariscal Hindenburg le había hecho general, e Himmler, el jefe de la SS, hicieron un pacto contra Roehm y decidieron inclinar la voluntad de Hitler de su lado. Continuamente, los hombres de Roehm, que a fines de 1933 pasaban de dos millones, manifestaban su oposición a la política revisionista y contemporizadora del partido. Se fueron perfilando las posiciones. En diversos actos públicos, Roehm y sus adláteres insistieron en que no estaban dispuestos a tolerar por más tiempo a la reacción y amenazaron con pasar a los hechos. Hitler hubiera preferido intervenir a título de simple moderador y dejar de paso bien sentada la unidad de su movimiento bajo su jefatura. Pero las cosas iban demasiado lejos. El ejército y el presidente Hindenburg recordaban a Hitler su promesa de respetar las instituciones armadas. La SA pretendían convertirse en el único ejército de Alemania y superar al viejo ejército profesional, manejado por los “Junkers” prusianos.


1934

En marzo de 1934, se les informó a Hitler y al ministro de Defensa, Von Blomberg, de que Hindenburg estaba a punto de morir. Quedaba planteado el problema de la sucesión. Hitler había sido llevado al poder con la tolerancia del ejército. Él no disponía de una fuerza política que, por su propio peso, hubiera podido hacerse con el poder. Comprendía que era necesario tomar una decisión. Hitler no era ningún radical, o, mejor aún, sus ideas sobre el alcance de su socialismo estaban aún en un nivel embrionario. Por otra parte, Roehm podía echarle a perder todos sus esfuerzos. Lo que resultaba evidente es que Roehm y su grupo no tenían ninguna posibilidad de vencer frente al ejército. La decisión, pues, era clara y no dejaba la menor duda. Con la purga desaparecía lo más abyecto de los cuadros nacionalsocialistas, los gángsters y los desarraigados, los ilusos que creían en una revolución socialista dirigida por Hitler. En lo sucesivo, el lugar de las SA ocupado por la SS, a las que Hitler proporcionó un destino semejante al que Roehm quería para sus fuerzas especiales, es decir, el de un ejército político que desplazara al profesional de las viejas clases.
Los militares cayeron en el cepo. Pocos fueron conscientes de la jugada de Hitler, que les hizo creer en un restablecimiento pleno de la situación cuando lo que hacía era continuar en sus ideales de siempre, con una prudencia y un cálculo de los que el tosco y brutal Roehm carecía. El 10 de abril de 1934, Himmler es nombrado jefe de la Gestapo. El 20 de junio, los SS Totenkopf pasan al mando de Theodor Eike. El 20 de junio, tiene lugar la “Noche de los Cuchillos Largos”, los jefes de la SA son asesinados por los SS de la Lebstandarte Adolf Hitler y los SS totenkopf.

El 20 de julio, los SS son separados de la SA, que es desarmada y deja de tener un papel activo. Hay aproximadamente doscientos mil SS en ese momento. El 25 de julio, Hitler ordena a los SS austriacos asesinar al canciller Dollfuss. El acontecimiento esperado tuvo lugar. Hitler era ya ahora dictador de Alemania.
El presidente mariscal Von Hindenburg moría el 2 de agosto.

A la hora de su muerte se dio un comunicado en el que se anunciaba que en lo sucesivo las oficinas de la presidencia y de la cancillería quedarían fundidas y que el canciller Hitler asumía la presidencia y la jefatura de las fuerzas armadas.
El día 19 de agosto tuvo lugar el referéndum a través del cual los alemanes dieron su aprobación, por un voto positivo del 90 %, a la decisión de Hitler de titularse, a partir de aquel momento: “Führer y Canciller del Reich”. Se había entrado de lleno a la dictadura. Los nazis pasan a controlarlo todo. Cada uno de los prominentes jerarcas del grupo de Hitler se adueño de un sector de la vida nacional. El nuevo Führer no se interesó, prácticamente, por la política interior. Lo que le importaba era la política exterior, sus proyectos de engrandecimiento del Reich, en una palabra, la guerra. A partir de aquí, la historia de Hitler es la de los preparativos de la Segunda Guerra Mundial y la de su fracaso, al que antecedió un efímero éxito que engaño a muchos y les hizo pensar en la posibilidad de que se implantaran los planes de su terrible “Nuevo Orden”. Lanzado a la empresa de unificar a la totalidad del pueblo alemán y de conquistar por él un Lebensraum (espacio vital), que en el fondo significaba un afán de hegemonía continental, reivindicará cada vez mayores concesiones, hasta conducir a Alemania a la guerra y a la catástrofe. Centralizando drásticamente las fuerzas del país, y poniéndolas al servicio del estado, reconstruyó el ejército, realizó gigantescas obras públicas y vigorizó la industria germana, que pudo resarcirse en pocos años del tremendo bache de 1930. El pleno empleo fue su mayor triunfo social, compatible con una alianza, que no haría sino crecer, con el gran capitalismo, sobre todo en el sector siderúrgico.
Al mismo tiempo, la reincorporación del Sarre, operada en el año de 1933, significaba un triunfo tanto político como económico.


1935

El 16 de marzo de 1935, Hitler reestablece el servicio militar obligatorio. La Reichswehr se convierte en la Wehrmacht, los SS Verfüngungstruppe se convierten en militares oficiales de esta última. El 15 de septiembre, se lleva a cabo el congreso de Nuremberg donde se promulgan todas las leyes raciales. La región de Sarre es incorporada a Alemania.


1936

En 1936, Hitler reagrupa a todas las policías. Himmler se convierte en su jefe supremo, Heydrich recibe la Sipo (Sicherheitsdienst) o policía de seguridad general de la que depende la Gestapo y Daluege toma el mando de la Orpo (Ordnungspolizei: policía uniformada).

En marzo de 1936 se sintió Hitler con fuerza suficiente para proceder a la remilitarización de Renania. Hitler ocupa Renania y la remilitariza sin que las potencias signatarias del tratado de Versalles se atrevieran a esbozar más que una tímida protesta. En octubre de aquel año conseguía un importante triunfo diplomático, al firmar un pacto de alianza con Italia, seguido en noviembre del pacto antikomintern, en que entraba también Japón. Quedaba así dibujado uno de los bandos de la futura guerra mundial. Apoyó con hombres y armas el movimiento nacionalsocialista español comandado por Franco. El 9 de noviembre, creación del SS Persönlicher Staag Reichsführer, Estado Mayor personal de Himmler. En noviembre, firma del pacto Roma-Berlín.


1937

Todo el ano de 1937 se lo pasa Himmler organizando las costumbre, ritos y reglamentos generales de la SS.


1938

En 1938 hay una dimisión de los generales von Blomberg y von Frisch a consecuencia de los complots de la Gestapo. El 4 de febrero, Hitler se proclama jefe supremo de la Wehrmacht. El 11 de marzo de 1938, la Leibstandarte Adolf Hitler es la primera en entrar en Viena. En Alemania, incendios y asesinatos de la “Noche de los cristales”.
En 1938, libre de la oposición de Italia, pudo Hitler aprovechar un alzamiento nacionalsocialista en Austria para proceder al anschluss (integración) de este país en la gran Alemania (marzo de 1938). La fusión, en parte espontánea y en parte acto de fuerza, fue refrendada por un plebiscito que quiso demostrar ante el mundo la licitud de la unión. Los éxitos expansionistas de Hitler fomentaron el movimiento de otros pueblos germanos, como los sudetes de Bohemia, sometidos hasta entonces a Checoslovaquia. Aquí la integración resultó mucho más difícil, porque a la protesta checa se unía la de las potencias occidentales. La actitud irreducible de Hitler de ocupar aquel territorio y la no menos intransigente de Praga, cuyo gobierno, al reprimir violentamente los movimiento sudetes, estaba dando razones a sus adversario, llevaron al mundo al borde de la guerra ya en el otoño de 1938. Las entrevistas con Hitler del primer ministro británico, Chamberlain, y la conferencia de Munich entre los cuatro grandes europeos conjuraron de momento el peligro sobre la base del apaciguamiento; y Alemania quedó autorizada para anexionarse el territorio de los sudetes.


1939

En 1939, Hitler, embriagado por el triunfo de Alemania en quedar autorizada para anexionarse el territorio de los sudetes, no vaciló el Führer en aprovechar disensiones internas producidas en Checoslovaquia, para ocupar militarmente todo el país la primavera de 1939. El 15 de marzo, ocupación de Bohemia-Moravia. Himmler entra en Praga. El hecho cogió desprevenidos a los francobritánicos, pero se hizo ver que ya no se podía continuar por el camino de las concesiones. Por eso, cuando a fines de aquel verano reclamó Hitler, fiel, a su plan sistemático de reivindicaciones, la ciudad de Dantzig y el corredor polaco, encontró una total oposición, no ya de Varsovia, sino de Londres y París. La ambición Hitleriana había llegado demasiado lejos como para detenerse a tiempo. El 1 de septiembre de 1939, Hitler ordenaba la entrada de las tropas en Polonia, esperando la repetición de lo ocurrido en Checoslovaquia. Había comenzado la Segunda Guerra Mundial, que él, al menos de momento, pero como principal protagonista, había contribuido a provocar. El 23 de abril se había firmado el pacto de no-agresión germano-soviético, con división de Polonia. El 8 de noviembre de 1939, en Munich, explosión de una bomba poco después de que Hitler abandona el lugar de conmemoración del golpe de Estado de 1923. La Gestapo no determinará jamás los nombres de los organizadores del atentado.


1940

En 1940 Hitler autoriza la creación de las unidades SS formadas por voluntarios extranjeros: daneses, noruegos, flamencos. En mayo-junio la campaña en el oeste; Bélgica, Luxemburgo y Francia son invadidos. Hitler visita París.
Durante su visita declara que aún no sabe si habrá que destruir París, a fin de que el nuevo Berlín que hará surgir al final de la guerra eclipse definitivamente a la capital de Francia. Se recoge durante largo rato ante la tumba de Napoleón I en los Inválidos. El 15 de diciembre de 1940, hace trasladar de Viena a los Inválidos las cenizas del rey de Roma. En ese año ocupa Polonia, Luxemburgo, Bélgica, Holanda, Noruega, Dinamarca, Francia, y en 1941 añadirá Grecia y Yugoslavia.
El papel de Hitler en la guerra fue menos brillante que en la política interior o en la diplomacia, debiéndose los espectaculares triunfos germanos de la primera fase mucho más a los militares que a los políticos. Finalizada la rápida ocupación de Polonia, hizo Hitler, por dos veces, ofertas de paz, que los aliados, decididos a acabar con el expansionismo alemán, no aceptaron. La mayor producción de su industria bélica permitió a Alemania, en la primavera siguiente, aplastar a Francia (abril-mayo de 1940). Nuevas ofertas de paz a Inglaterra, que el premier inglés Churchill rechazó enérgicamente. Tres o cuatro veces ordenó el Führer la invasión de Inglaterra, y otras tantas veces se volvió atrás a la último hora, ante la escasa perspectiva de éxito.


1941

En 1941 para su impotencia frente al poder naval británico, se distrajo en operaciones continentales cada vez más amplias; norte de África (invierno de 1940-1941); Balcanes (primavera de 1941); Rusia (verano de 1941). La decisión de atacar a la URSS fue un error de apreciación y le costaría a Hitler la guerra. Detenidos los ejércitos alemanes a las puertas de Moscú (diciembre de 1941), el Führer destituía al general Von Braustisch y se arrogaba personalmente el supremo mando militar. La decisión, desastrosa en todos los sentidos, reveló al dictador como un mediocre estratega.


1942

Desde entonces, la guerra estaba perdido. Las batallas del El Alamein y Stalingrado (otoño de 1942) señalan su definitivo cambio de signo.


1943

En septiembre de 1943 hay una desembarcación de los aliados en Italia.


1944

En junio de 1944 hay un desembarco de los aliados en Normandía llamado el “día D”. Estos desembarcos hicieron el resultado irreversible. Ya el 20 de julio de 1944 sufrió Hitler un atentado que demostraba que su estrella había declinado hasta en la propia Alemania. Sin embargo logró infundir su fanatismo al ejército y al mismo pueblo, en aras de una resistencia a todo trance absolutamente inútil. Se había ganado la enemistad del mundo entero cuando los rusos entraron a Berlín.


1945

El 30 de abril de 1945, mientras se luchaba en las calles, Hitler se quitaba la vida disparándose un tiro en la boca. Las versiones que nos lo presentan oculto en algún lugar del mundo, hasta en la Antártida, no son más que una prolongación efímera de su mito.
Hombre de intuiciones geniales y de poder magnético ante las multitudes, al lado de rasgos infantiles y paranoicos, fue víctima de sus ideas fijas y de su ansia de prevalecer por encima de todo, que llevaría a Alemania, y en cierto modo al mundo, a una de las más tremendas catástrofes de la historia.

back 1