" Fin de Año".

cuento de ciencia ficción. ( Saga ALFREDONIUS Nº 13.-)

POR : Alfredo Francisco Humberto Juillet Frascara. 12.03.1994.-

PERSONAJES DE LA OBRA:

ALFREDONIUS

CARMEN , abuela y tías

LALO

Niños WILFREDO, JULY, Daisy.

FLAVIO , y su hija Aurora

Napoleón , Vallete

 


CAPITULOS DE ESTA OBRA :

1.- 1993

2.- NAPOLEÓN

3.- VIAJES DIMENSIONALES

4.- GALEOTES

CAPITULO I. " 1993 ."


ALFREDONIUS

Despertó esa mañana del 1º de diciembre de 1993 recordando cómo eran sus otras mañanas, antes de que le sobreviniera esa alergia a la nariz. Antes percibía los olores matutinos, que le invitaban a levantarse temprano y a hacer cosas útiles , en el patio de la casa de sus padres , allá en Recoleta nº 935. Desde hacía 23 años que estaba despertando con un lado de la nariz bloqueado, por una inflamación de las mucosas. Ahora despertaba como resfriado, sin percibir olores, sin deseos de nada.

Una vez había ido al Hospital Joaquín Aguirre, en donde una estudiante le había colocado una corneta en la oreja, dejándola allí un rato. El había pensado que era parte de la terapia, y había soportado el dolor cada vez más fuerte, pero la enfermera le pidió disculpas, porque se le había olvidado sacársela, tras mirar ... Le dieron un remedio, que le congestionó los dos lados...Dejó de tomarlo y de ir a ese lugar .... Fue a otro médico, esta vez particular. Le recetó "Torfan", empeoró, dejó de tomarlo y volvió tapársele un solo lado...lo cual era mejor, y no regresó a ponerse en manos de otro doctor...

Carmen se levantó, le trajo desayuno : pan de molde, queso, queque casero y té. Mientras bebía la infusión miraba a su hijo Wilfredo jugar con un gato y un juguete imitando un Tiranosauros Real...Sonó el timbre de calle, y oyó que se trataba de un nuevo inquilino para un local ubicado en la casa de su madre. Se levantó apresuradamente, a fin de ir a la Notaría a hacer el contrato de Arriendo.

Tras ir a la Notaría, recibir el dinero y dar las llaves, se fue a su taller, en donde lo halló su amigo Lalo, dos horas después.

- ¡Hola, amigo! ¡Tan temprano en funciones!"- Saludó éste , amablemente.

- ¡Hola! Sí, me levanté temprano para ir a la Notaría...Se arrendó el local por 5 años a unos tipos que quieren hacer allí un taller de radiadores de autos."

- ¡Momento! ¿Cinco años ? ¿Y si antes sale a remate, por la distribución de la herencia de tu padre a sus herederos ?"- Inquirió Lalo.

- Seamos optimistas. Pensemos en que el asunto repartición de herencias se demorará más de cinco años."- Sonrió Alfredonius. Era el 1 de diciembre de 1993. Lalo estaba robusto y de 47 años; Alfredonius gordo y con 49 años. Los dos tenían entradas pronunciadas en sus cabelleras. Llegó Carmen al taller, con su hijo, saludando alegremente. - ¡Vi a tu mamá! Dijo que quiere el dinero luego, porque lo necesita para comprar el gas...Es un descanso verla contenta. ¡Pero le cuenta todo a su hija Nana! "

¡ Y déjala! Así se entretiene."- Comentó Alfredonius.

- ¡ Y la July anda con cara de funeral desde que hizo la Primera Comunión! Tiene una cara de desagrado..."- Comentó Carmen.

- ¡Ah! Esa religión hace desgraciadas a las personas ! Los vuelve hipócritas y tristes. Adoran a un rabino muerto en una cruz..."- Dijo Lalo.

- Deberían adorar a Jehová Dios -" Opinó Alfredonius. - Lo que pasa es que les dicen que Jesús es dios, y que si no creen en él no van a vivir después de morirse. "- Dijo Carmen.

- ¡Si se van a morir igual!"- Exclamó Alfredonius.-" La muerte es el descanso natural para una mente que trabajó años barajando hipótesis . El Universo es cambio continuo, nada permanece estático, todo es una colosal suma , cuyo resultado varía a cada segundo que pasa. "

- " Estamos a fin de año"- Recordó Lalo, bostezando.

- ¡Ah! Fin de algo, un acelerarse para obtener las últimas cosas, antes del inevitable fin. Hemos triunfado en la lucha por combatir el aburrimiento , con este contar al tiempo en pedazos: días, meses, años... cuando la verdad es que el tiempo es como un largo tallarín, que se lo traga inexorablemente el futuro y lo aniquila el pasado."- Refunfuñó Alfredonius.

- ¿ Y qué deseas para ti, en este fin de año? "- Inquirió Lalo, sonriendo.

- ¡Me quiere a mí !"- Expresó Carmen, abrazándole. - ¡ Y el local de San Pablo!"- Suspiró melancólicamente el vapuleado Alfredonius.

- ¡Ay, que estás melancólico!"- Se quejó Carmen, viendo a su hijo botar algunos fierros al suelo. - El hombre está hecho de misterio y para los misterios y las visiones. Lo sobrenatural constituye la realidad. El mundo exterior contiene pocas enseñanzas, a menos que se mire como un depósito de símbolos y significados ocultos ".

- ¡Ah! El escritor."- Bufó Lalo, bostezando nuevamente.

- ¡Claro! Y en mi propia vida he visto tanto signo oculto en la mera apariencia de los hechos y las cosas... que creo que Jehová Dios nos permite aprender de dos divertidas maneras : por los errores cometidos y por ver , en los hechos cotidianos, otras enseñanzas ciclópeas y terribles, en su dimensión inmensa."- Agregó Alfredonius.

- "Tú has cambiado bastante."- Opinó Carmen.

- Escucha, yo en la vida he ido teniendo impulsos irresistibles por hacer esto y aquello . También en materia de creencias he ido variando, a medida de que gano conocimientos y experiencia. ¡Como creo que le pasa a todo el mundo ! Y si no le pasa, es porque se trata de gente que no se preocupa de revisar sus convicciones a la luz de nuevas informaciones."- Dijo Alfredonius. -

Estudiamos en colegio de curas."- Recordó Lalo.

- Cuando pequeño hablaban tanto los curas de Dios Todopoderoso, que yo creía que tenían revelaciones personales durante el día, que los hacían hablar de esa laya. " A fuerza de castigos y de rezar obligado cuatro veces al día , clases de religión católica por seis horas semanales, me metieron el cristianismo en la cabeza, ya que además el que no respondía a las preguntas se terminaba sacando mala nota final."- Dijo Alfredonius.

- No tienes que repetírmelo : yo era tu compañero de curso. "- Refunfuñó Lalo. Carmen dijo estar aburrida, y por ello fueron al cine , aunque vieron una película de niños, ya que ella andaba acompañada por su hijo Wilfredito. Regresaron a la casa de Santos Dumont en micro, quedando sus ropas hediondas , pues la micro tenía sus asientos sucios. Un caballero les esperaba a la entrada de la casa, el cual se presentó a sí mismo, diciendo:-" Buenas noches, soy Flavio. ¿Es Ud. Don Alfredonius ?"

- El mismo que viste y calza."- Replicó éste, mientras se le abría la puerta.

- Venía a ofrecerle un invento...¿Podemos conversar de ello?" - ¡Por supuesto! Pase Ud."- Dijo Alfredonius, y entraron todos. Carmen fue a dejar a su hijo a la cama, ya que se había dormido en la micro. Lalo se retiró a su dormitorio, y Alfredonius entró al salón con su visitante, sentándose ambos en sillones y dando inicio a la conversación. - Como le dije afuera, mi nombre es Flavio, y con mi hija Aurora somos toda la tripulación de la nave tipo CR . 2000 . Sabido es que se precisan siete tripulantes para esa clase de navíos, por lo que yo hice ciertos ajustes y ya verá Ud. que no se precisan más de dos." - ¿Tiene alguna meta en proposición?" - Selene." - La Luna..."- Meditó Alfredonius

. - Sabido es que hay satélites en órbita, pero el lado oculto está casi inexplorado. Se verá desde allí el cielo tachonado de estrellas , sin la impedimenta de la Tierra entre medio. ¡ Como estar en un palco, mirando la ópera de las constelaciones!"- Se emocionó Don Flavio. - ¡ Impresionante! ¿Algún trabajo en especial ?" - Hay varias Universidades que tienen trabajos pendientes, astrónomos entusiasmados por conocer más del cosmos." - ¿Cuánta gente puede transportar su nave?" - A veinte personas, cómodamente."- Dijo Flavio.

- ¿Y Ud. ha venido para vender la CR 200 ?" - Se la arriendo o se la vendo ... $300.000.000 si la quiere comprar, y 85 millones por el arriendo durante un año."- Dictaminó Flavio.

- Lo voy a pensar. Déjeme su número telefónico, para llamarle."- Dijo Alfredonius. Tras su partida, Lalo dijo:-" Suena a caro, pero ¿qué es barato ahora?"

- "El odio."- Respondió Carmen, que pasaba por allí con unos platos de comida.

- Es mucha plata."- Dijo Alfredonius.

- Puede que se pueda hacer algún negocio, que haga rentable la operación."- Insinuó Lalo. En los días siguientes fue acumulando planos de la Luna y leyendo lo último que se sabía de ella. Lalo salía temprano, razón por la cual no hablaban mucho. Ocho días después recibió una llamada de Flavio...

- " ¡Aló! ¿Don Alfredonius? Debo hablar con Ud., pero en forma muy urgente."

- Perfecto, véngase para acá."- Le invitó el aludido.

- ¡ No ! Debe ser en mi taller... Queda ubicado en Carrión 370 ."

- Allá voy!"- Dijo Alfredonius, cortando la comunicación. Se echó un arma al bolsillo y tomó un taxi, llegando en contados minutos a la dirección dada. Era un galpón de ladrillo y metal. Tocó el timbre. Poco después el portón fue descorrido a un lado por una joven , quien dijo:-" ¿Es Ud. Don Alfredonius?"

- Así es. Me citó acá Don Flavio."

- Pase Ud., le está esperando."- Indicó la joven amablemente, guiándolo a través de rumbas de materiales y cajas. Una nave aérea, de oscura silueta, se elevaba hasta tocar el techo, a 30 metros de altura. Tenía cuatro aletas y una cabina de burbuja. Flavio estaba cerca de una estufa, sentado en un sillón destartalado. Se puso de pie, para dar la mano al visitante, mientras decía:-" ¡ Buenas tardes, Don Alfredonius! Perdone el desorden y el haberlo hecho venir acá...¡Le presento a mi hija Aurora" .

- Mucho gusto.- Inclinó la cabeza en esa dirección Alfredonius.

- Mi mujer , que mal diablo se la lleve, me ha ubicado y está por embargar el fruto de mis desvelos : la CR. 2000. "- Explicó Flavio, indicándole una silla a Alfredonius para que se sentara. - Malo está."- Opinó Alfredonius, quien mantenía a raya a su ex mujer a costa de pagos mensuales nada desdeñables.

- ¡Debo irme ahora! Dígame, ¿cuánto ofrece por esta linda nave?" -Preguntó

- Tengo un millón."- Se sinceró Alfredonius.-" Arriéndemela por un mes. Será cosa de hacer un viaje de ida y vuelta. "

- ¡ Gracias! Le acompañaré, claro. ¡Un mes es ya algo! Capaz que se aburran de golpear el portón , en un mes..."- Sonrió cansadamente Flavio.

- Si me vá bien, capaz que le compre la máquina, pero no hay seguridad. Estuve estudiando un sistema de guía por alambre. "- Indicó Alfredonius.

- !Ah, sí! Las coordenadas van impresas en el alambre, así como el curso a seguir, aceleraciones, deceleraciones, cambios de órbitas. Sí, tengo uno de esos sistemas de guía en la nave, incorporada al procedimiento...¿Cuándo me daría el dinero?"- Preguntó Flavio.

- Hoy mismo." - Debo comprar algunos elementos indispensables para el funcionamiento de la maquinaria, y Ud. vaya comprando los alimentos a llevar...Le daré una lista, para que no compre de más."- Dijo Flavio, levantándose de su sillón con renovados bríos.

- La nave se llama "Nube Luz."- Dijo la hija de Flavio.

- Perfecto.- Sonrió Alfredonius, retirándose para ir a buscar el dinero a su casa, en donde dijo a Lalo:-" ¡Muchacho! Haz tus maletas, nos vamos a la Luna."

- ¡Huifa!"- Se alegró éste, preguntando:-" ¿Cuándo nos vamos?"

- Hay que ir a pagar una cantidad, primero. Pero pronto, que el Sr. Flavio tiene problemas y quiere despegar a la brevedad posible."- Informó Alfredonius.

Le fue a decir lo que estaba sucediendo a Carmen, quien estaba conversando con un caballero en el salón. Ella le dijo:" Te presento a Don Rafael Dos Santos. Tiene un ofrecimiento que hacerte." - Ud. dirá."- Expresó Alfredonius, tras darle el apretón de manos tradicional.

- Dispongo de un Desfasador espacio temporal, pero no tengo el coraje suficiente como para usarlo."- Dijo el hombre, de unos cincuenta años, gordo y de mirada huidiza.

- " ¡ Está hablando con la persona correcta! Pásemelo a mi, y yo lo probaré."- Afirmo Alfredonius.

- ¡¿No le dije? ¡ Es un entusiasta de los inventos electrónicos!"- Rió Carmen, dejándolos solos.

- ¿Y adónde está su invento?"- Preguntó el anfitrión.

- ¡ Es esta caja!"- Dijo Don Rafael Dos Santos, y entonces Alfredonius se fijó en una voluminosa caja que reposaba en un rincón.

- ¡ Comencemos ya!"- Pidió Alfredonius, temiendo arrepentirse si pasaba mucho tiempo.

Don Rafael Dos Santos conectó a la corriente varios enchufes, y armó el aparato, que tenía varillas de metal hasta una altura de tres metros, dejando un hueco en el centro, diciendo a Alfredonius:- Este aparato envía al sujeto que se halle entre las varillas a la Dimensión o a la Era que se defina, por medio de este teclado." Mostró el teclado, que bamboleaba encima de un trípode .

- ¿Y adónde iré?"- Preguntó Alfredonius .

- Lo tengo graduado para ir a Francia siempre he querido viajar allá, pero no tuve el coraje.,"- Confidenció Dos Santos, haciendo una mueca.

- "¡Yo iré en su lugar y quizás viendo que el experimento es exitoso, se atreverá Ud. también- Le animó Alfredonius, ubicándose entre las varillas.

- " No se olvide del lugar en que aparezca; tiene que situarse entre las varillas, y le traeré de vuelta. No las mueva de lugar."- Recomendó Dos Santos, titubeando antes de cerrar el circuito. Un chispazo vívido cegó unos instantes a Alfredonius, y cuando sus ojos recobraron la visión, se vio entre las varillas, pero en un entorno totalmente diferente.

¡ ¡Hurra, funciono!"- Exclamó, saliendo fuera del círculo.

Estaba en una gran sala, con ventanales de ocho metros de alto y cortinas de brocado.

El piso relucía y en los muros espejos y cuadros inmensos decoraban suntuosamente el lugar, que además poseía varios sillones y mesas taraceados.

Se abrió una puerta, y entró allí un militar de corta estatura, calzado con negras botas y usando traje de raso, quien le dió una corta mirada, pasando adelante sin hablarle.

Otro oficial le siguió a la siguiente pieza, diciendo en francés:-" Partid, siempre, Sire, vuestra presencia sobre el barco producirá un gran efecto sobre los franceses ; cortad las amarras, prometed dinero a la tripulación y si el Capitán persiste en su negativa, hacedlo bajar a tierra y partid. Estoy seguro de que Fouché os ha vendido a los Aliados."

- "Id a hacer un último intento ante el Ministro de Marina, Valette."- Dijo el interpelado. Siguió Alfredonius a Valette: pasaba por un empleado del aseo, con la ropa común con que estaba vestido.

Valette se hizo introducir donde Decrés; éste está acostado y le dice:- Sólo soy Ministro ; id a buscar a Fouché. Hablad en nombre del gobierno ; en cuanto a mí, no puedo hacer nada." Valette , furioso ante la respuesta, se tropezó con Alfredonius.

No pudo ver a Fouché ni a ninguno de los demás.

Volvió a la Malmaison a las 02:00 horas. Entró a la pieza dormitorio de Napoleón, quien lo hizo pasar. Le contó lo sucedido.

Napoleón le dijo:" Iré a los Estados Unidos. Se me darán tierras, o bien, las compraré, y las cultivaremos. Terminaré por donde el hombre ha comenzado ; viviré con el producto de mis campos y de mis ganados."

- "Obligarán a los americanos , si no a entregarlo, por lo menos a alejarlo de sus territorios."

- Me iré a Méjico. Encontraré ahí compatriotas y me pondré a su cabeza."- Repuso Napoleón.

- "Vuestra Majestad olvida que ellos tienen jefes y los jefes de los independientes procurarían deshacerse de Vuestra Majestad o lo forzarían a irse a otra parte."

- ¡Pues bien! Me iré, entonces, a Caracas; si no me encuentro bien allí, iré a Buenos Aires, a California; iré, por fin, de mar en mar, hasta que encuentre un asilo contra la malevolencia y la persecución de los hombres."- Dijo Napoleón.

Alfredonius, quien había entrado y se ocupaba en arreglar las cortinas más alejadas del lecho, no soportó más la escena, y aproximándose, dijo:- " ¡ Yo os ofrezco una nave cual no habéis visto jamás ! Empero, os subiré en ella por sobre las cabezas de vuestros enemigos que os quieren apresar, y llegaréis a estar a muchas leguas de altura, allí en donde la atmósfera no tiene consistencia . A medio camino de la misma Luna, en donde el cuerpo ya no pesa, miraréis Vos a vuestro Imperio y éste estará del mismo tamaño que un guisante."

Napoleón había hecho un gesto de rechazo, pero al ver la dificultad en pronunciar el francés , la vestimenta y el rostro encendido de Alfredonius, le había concedido unos instantes de su atención. Valette tomó al intruso de un brazo, y le arrastraba ya fuera de la habitación, cuando Napoleón dijo:"- ¡ Oh, locura, me atacáis ahora ? Dejadlo."

Valette soltó a Alfredonius, quien miró esperanzado al Emperador. - Habéis llegado de pronto, vestido de extraña manera y me hacéis proposición tan estrafalaria? ¿Creéis que yo deseo vagar sin peso, en una cabina estanca, a mitad de camino entre la Tierra y ninguna parte? ¿Dejar a mi Francia , a mis leales súbditos , para elevarme cual un cohete de artificio?" Parecía bastante enfadado.

Alfredonius dijo:-" ¡ Sire! Nada más ajeno a mi voluntad y ofendéis mi inteligencia! Sólo por un par de meses ; conoceréis los caminos etéreos, veréis la bola terrestre avanzar rauda e imparable por el éter infinito, arrastrando tras de sí nubes y océanos de oxígeno! ¡Pensad! Es tiempo para meditar, y volveréis, si os place, con la mente henchida de nuevas ideas que, a buen seguro, se os ocurrirán durante el periplo."

Una mirada de halcón se clavó en el rostro de Alfredonius y luego de unos brevísimos instantes el Emperador de todos los franceses anunció:-" ¡Sea, por amor a Dios Jehová! Os acompañaré."

- ¡ Si vos vais, Sire, permitid al menos que os acompañe !"- Pidió Valette, haciendo una reverencia. Napoleón miró a Alfredonius, quien dijo:-" ¡ Podréis ir con no más de diez personas, por requerimientos de la máquina! Y podréis llevar vuestras cosas más preciadas."

Lo que pensaba Napoleón como preciado y útil eran bastantes cosas, pero todo ello fue trasladado al Desfasador, previo viaje de aviso a Chile de un excitado y fuera de sí Alfredonius, deslumbrado por quien estaría cerca suyo por varias semanas...al menos.

Varios soldados llevaron los arcones al lugar de las barras , y en el otro lado Don Rafael y Carmen recibían aquello, con gran entusiasmo.

Ocho horas estuvieron en estos traslados, y luego Napoleón llamó a Alfredonius, para preguntar;-" ¿ Podré llevar doce personas?"

- Aceptado, Sire."- Respondió Alfredonius, tratando de hacer una reverencia Versallesca, pero con tan mal tino, que se tropezó, arrancando una sonrisa al Emperador.

Los elegidos traspasaron la barrera de los tiempos, y luego siguió Napoleón, quien se despidió de varios soldados, diciendo:-" ¡ Franceses! Os dejo por un tiempo; espero que las cosas cambien, para volver a veros bajo otras mejores condiciones que las actuales." Se dirigió a las barras del Desfasador, no teniendo dificultad para pasar "al otro lado ".

Lo siguió Alfredonius, dejando Francia ante la atónita mirada de quienes habían presenciado la despedida de Napoleón. Carmen estaba saludando al Emperador, deslumbrada por la riqueza de su traje y sus pocas pero valiosas joyas. Ya había visto a los demás de la pequeña comitiva que le había precedido, y su cara estaba arrebolada de júbilo, de ver tanta fineza honrando su morada...

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CAPITULO II.

" NAPOLEÓN BONAPARTE."

NAPOLEÓN y su pequeña Corte estaban extasiados ante la vista de la Tierra, orbitando la nave sobre Europa. Veían los lugares por los cuales habían arriesgado sus vidas, a lomos de caballos y yeguas, en jornadas extenuadoras y he aquí que volaban ahora sobre las verdes llanuras y los anchos ríos, cual espíritus desencarnados.

- Os felicito, Señores; habéis transformado un antiguo sueño del hombre en la más maravillosa y palpable realidad, pero decidme. ¿Podéis enviar hacia abajo un obús bien dirigido?"- Interrogó Napoleón Bonaparte.

- ¿Un misil? Claro que sí, podemos hacerlo caer recto como una flecha y hacerlo explotar a un kilómetro del suelo; veríais una gran bola de fuego consumir tres kilómetros a la redonda y en un radio de 35 kilómetros no quedaría nadie con vida, por los efectos de la onda de choque y el calor , a más de siete mil grados centígrados."- Se ufanó Flavio. Napoleón se quedó absorto en sus meditaciones, mientras sus ayudantes se entretenían en dibujar lo que observaban por las lucernas. La nave abandonó la órbita y se dirigió a la Luna. - Bajaremos en el lado oculto."- Dijo Flavio.

- ¿Hay algo allí?- Preguntó Alfredonius.

- No, que yo sepa. Pero es conveniente ir, ya que está menos explorada y así hay más probabilidades de hallar minerales sin explotar. Llevo un sensor a bordo."- Aclaró Flavio. Mientras iban hacia allá, Napoleón inquirió de Flavio el uso de ciertos aparatos.

Éste le dijo:"- Acernote es un nueva línea de computadores portátiles , o notebooks, que incluye sistemas mono cromáticos y de color, de bajo consumo energético para operar con baterías desde 3 a 8 horas. El notebook Acernote 750 utiliza un chips Intel 486 SL, que es un procesador Intel 486 DX de 25 mhz pero operando con bajo voltaje. " El diseño de la tarjeta madre ocupa 32 bit , lo que optimiza el rendimiento del procesador y del controlador de memoria . Se añade coprocesador matemático y 8 bit de memoria caché interna. "La flexibilidad de expansión se hereda de la tecnología Flex . Pand, cuya ranura PCMCIA tipo III equivale a dos ranuras PCMIA tipo II : aceptando discos duros removibles de 1.8 " , tarjetas fax módem , tarjetas adaptadoras para redes, tarjetas de comunicaciones SCSI y celular."

- Muy buenas herramientas para comerciantes."- Sonrió Napoleón. tecleando en el notebook.

- Para quienes han usado alguna vez un PC , es común encontrarse con serias dudas sobre cómo sacar el máximo provecho a las aplicaciones con las que lo han cargado. Se acostumbran a trabajar con determinado programa, pero sólo ocupan determinadas capacidades del mismo y no tienen bien claro en qué momento es conveniente emplear otro para una tarea más específica."- Aclaró Flavio.

 

- ¡Muy interesante!"- Opinó Napoleón.

- Un usuario de WordPerfect , Word o AmiPro, por ejemplo, con cierta facilidad aprende a manejar los menús desplegables o los iconos de la versión para Windows , pero con una rapidez alarmante se percata de que existen opciones que nunca emplearía o que simplemente no sabe para qué sirven. En algún momento crítico necesitará acompañar su texto con alguna ilustración y recurrirá a las opciones de trazado de líneas y entonces creerá que todos sus problemas están solucionados. "En realidad es posible que otra aplicación, como Draw Perfect Power Point u otro de ese tipo le hubieran representado resultados muy superiores, pero cómo se espera que sepa eso un usuario en su casa...más aún, ¿Por qué tiene que saberlo?"- Comentó Flavio.

- ¿Me quiere decir que los fabricantes de máquinas han sobrepasado la educación de los usuarios de estas máquinas con inteligencia y memoria incorporadas?"- Preguntó Napoleón.

- Exacto, Sire. Por eso, se les está enseñando a los niños en todos los colegios a usar estas computadoras , para que cuando sean grandes no les cueste adaptarse a su uso. "- Respondió Flavio.

- Lo cual quiere decir que son de reciente data..."- Murmuró Napoleón, viendo cómo funcionaba el mouse .

- Lo que le importa a cualquier persona trabajando con un computador es cumplir con su trabajo y no es demasiado lo que le preocupa optimar el empleo de un determinado paquete informativo. El resultado es que el 80 % de un trabajo se hace con el 20 % de las capacidades del software . Aún cuando Interfaces gráficas como Windows, Motif y Mcintosch han facilitado este manejo gracias al empleo de símbolos intuitivos, el porcentaje de aprovechamiento no ha mejorado significativamente."- Informó Flavio.

Poco después alunizaban , levantando una nube de polvo . La luna, en ese lugar oscurecida por la falta de luz solar, estaba realmente tenebrosa. Solo la pálida luz de las estrellas intentaba dar relieve al terreno. Flavio expresó:-" Ese tironeo mutuo de la gravedad entre la Luna y la Tierra determina otros resultados, aparte de que la Tierra se bambolee un poco sobre su órbita. "Desde luego, este cabeceo no tiene nada que ver con la rotación diaria de la Tierra alrededor de su eje (Que se produce con respecto a su centro ) ; es un movimiento adicional que se completa en el mismo lapso que necesita la Luna para describir una órbita alrededor de la Tierra. "Ese tironeo mutuo de la gravedad entre la Tierra y la Luna determina otros resultados aparte de que la Tierra oscila un poco sobre su órbita alrededor del Sol."

Napoleón estaba extasiado con el invento de las máquinas fotográficas; pidió ser enseñado a usarlas, y fotografió a los miembros de su Corte, los tripulantes, aparatos y paisaje, viendo todo aquello en la computadora después, entre exclamaciones de asombro de sus contemporáneos. Más tarde Alfredonius halló al Emperador sentado en un sillón de la torreta de observación, y desde la escalerilla de acceso le habló, como de costumbre , en francés:- " ¿ Importuno, Sire?"

- ¡ Ah, no! Estaba meditando...Diga Ud."- Dijo Napoleón, enderezándose en la butaca.

- ¿Echa Ud. de menos el trono?"

- ¿ Qué es el trono? El trono en sí mismo no es más que el conjunto de unos cuantos trozos de madera forrados de terciopelo. El trono es un hombre, soy yo, con mi voluntad , con mi carácter, con mi Gloria. Si Francia quiso otra Constitución , busque otro Monarca. ¿Le parece a Ud. que estoy hablando altivamente? Es porque tengo valor y porque Francia me debe su grandeza."

- Le traiciona a Ud. Marmont, Augerau..."

- " Marmont abandonó la artillería en Laon ; Augerau estaba en relaciones secretas con Austria. ¡ Le mandé una carta! Decía : " ¿Cómo? ¿Seis horas después no se hallaba Ud. todavía en campaña? Con seis horas de reposo hay bastante...Qué malas disculpas me da Ud. ... Augerau ... ¿No hay dinero? ¿Carece Ud. de caballos...? Le ordeno que se ponga en marcha, dos horas después de que haya recibido la presente, para ponerse en campaña. Si Ud. es siempre el Augerau de Castiglione , conserve el mando. Si sus sesenta años pesan sobre Ud., déjelo y entréguelo al más antiguo de sus oficiales generales. La patria está amenazada ...Sea Ud. el primero en afrontar las balas... ¡ Es preciso volver a calzar las botas y la resolución del `93 ! ¡ Cuando los franceses vean su penacho en la vanguardia, hará Ud. de ellos lo que quiera !" - Recordó el Emperador de los franceses.

Alfredonius, quien había releído su libro de historia, y tenía fresca la lectura en su cerebro, dijo: " En Arcis sur Aube, Ud. , privado de todo refuerzo, debido a la retirada de Marmont, se encuentra con algunos miles de hombres frente a todo un Ejército. Cuando en lo más álgido de la batalla , los dragones ven abalanzarse sobre ellos una gran nube de polvo, huyen gritando: "¡ Los cosacos!" Ud., espoleando su caballo, se lanza, entonces, al medio de ellos : " Dragones! ¡ En orden! ¡Qué hacéis! ¡ Estoy aquí, apretad vuestras filas, dragones, adelante!" Desenvainasteis..."

Napoleón, los ojos brillantes, interrumpe:-" ¡ Mi espada, sí! Y me precipité en línea recta contra el enemigo, seguido por el Estado Mayor y mi Guardia : seis mil cosacos son puestos en fuga. Fue, tras muchos años, la primera carga de caballería dirigida por mí. Mi caballo, herido, lo cambié allí por otro."

- Ya no quiso seguir hablando el Emperador, sumido en sus temibles pensamientos, mirando aquellos montes sin Sol de la Luna...

Flavio llamó a Alfredonius, para decirle:- " Amigo: la gravedad acá es 6 veces menos que la terrestre ; espero que eso no le incomode."

- ¡ Ya no me incomoda!"- Dijo Alfredonius, quien había tenido algunos inconvenientes al comienzo, tropezándose con los marcos de la puertas. - La superficie tiene trescientos mil cráteres, se cree que era un planeta con erupciones volcánicas muy violentas, que lo sacaron de órbita y aproximaron más a la Tierra."- Dijo Flavio, a titulo de introito.

- Continúe Ud."- Pidió Alfredonius. -" Las rocas tienen una proporción de uranio a potasio diez veces mayor que las rocas terrestres."- Comentó Flavio.

- Llevémonos las de Uranio y las comercializamos."- Propuso Alfredonius, y ayudados con el contador Geiger embarcaron todo el tonelaje que permitía la nave en sus bodegas.

- ¿Y para qué lleváis este mineral ?"- Inquirió Napoleón.

- ¡Majestad! En mi época existen motores que funcionan con el calor que estas piedras, debidamente tratadas, proporcionan; pretendo vender la carga de uranio al mejor postor."

- ¿Minero y comerciante? Bien por Ud.; ojalá yo me hubiese interesado en comerciar , en vez de pretender cambiar la faz del mundo porque, ¿ qué he logrado hasta hoy? Muertes y miseria; mi propio país invadido, millones de útiles seres humanos devorados por la pólvora."- Murmuró Napoleón , absorto en la contemplación de la planicie lunar, que se presentaba fantasmagórica bajo la luz potente de los focos eléctricos que ayudaban a la prospección.

Lalo, quien había escuchado aquellas palabras, dijo:-" No se preocupe de las matanzas que hizo allá abajo; piense Ud. que la Humanidad puede aniquilarse por la colisión de la Tierra con un asteroide o cometa, de varios kilómetros de diámetro, el impacto haría desaparecer la vida de inmediato en todo el planeta."

- ¡ Me divierte Ud. Señor! No provoqué yo esas matanzas, sino que fueron los Aliados los responsables...¿Y no se le ha ocurrido otra forma apocalíptica de destrucción?- Preguntó el Emperador.

- ¡La Super Nova cercana! Esta es una explosión de una estrella de gran masa, la que produciría en un año más energía que el Sol irradia durante miles de millones de años . "Si una Super Nova ocurriera a una distancia menor de 60 años luz de la Tierra, la vida quedaría extinguida aquí en pocos minutos sin advertencia alguna."- Informó Lalo.

- " ¡ Horrible! Ver extinguida la civilización que tanto ha costado desarrollar es algo que no querrá Dios Jehová permitir."- Comentó Napoleón.

- " La tercera es la radiación solar : el campo magnético de la Tierra normalmente protege la vida de la dañina radiación solar. Pero si este campo se redujera a cero y permaneciera así varios años, la vida terrestre desaparecería lentamente."- Agregó truculentamente Lalo.

- ¿ Y tiene Ud. en su lista de desastres otros ejemplos?"-

- " ¡ El bióxido de Carbono! Algunos científicos creen que los cambios termales y ecológicos pueden aumentar el porcentaje de bióxido de carbono en la atmósfera y en los océanos, con un peligro mortal para la raza humana. "También hay otro ejemplo: no existe enfermedad conocida hoy que pueda destruir todas las especies vitales de la Tierra. Pero los epidemiólogos no excluyen la posibilidad de que un nuevo organismo pudiera aparecer capaz de destruir la raza humana, u otras formas de vida de las cuales los humanos dependen , como los alimentos. "Además está la disminución de recursos : los biólogos ven analogías entre la raza humana en la Tierra y una colonia de microbios en la probeta donde el suministro de alimentos es limitado. A medida que los recursos disminuyen, la colonia de los microbios también disminuye, sosteniéndose por un tiempo por medio del canibalismo antes de quedar extinta. Algo similar pudiera pasar a la humanidad con parte de la raza humana emigrando hacia otros planetas ante la inevitable muerte del nuestro."- Terminó diciendo Lalo.

- Es decir, mi amigo explorador de dilemas inquietantes , que la Super Nova evaporaría la Tierra casi de inmediato..."- Murmuró Napoleón, retirándose del lugar con una leve reverencia.

Flavio se acercó a Lalo, diciendo:- " Hijo: la nave en que vamos lleva una partícula de antimateria suspendida por campos magnéticos, al combinarse lentamente con materia ordinaria, provee la propulsión suficiente para llevar la nave a las estrellas."

- Le felicito, entonces! ¿Podemos irnos de la Luna y así viajar a alguna otra esfera cósmica, antes de pasar el año de arriendo?"- Preguntó Lalo, sonriente.

- No lo creo...Muy poco tiempo.".- Respondió Flavio, retirándose.

En los veinte días que permanecieron allí, se hicieron muchas exploraciones y caminatas por el sector, entreniéndose la Corte del Emperador en coleccionar muestras del terreno, que luego clasificaban a bordo. Napoleón pidió le fueran a devolver a su tiempo y lugar, decidiéndose a enfrentar su destino, fuere éste cual fuese.

Viajaron de regreso a la Tierra sin novedad, y mientras Flavio comercializaba el uranio en Argentina, Alfredonius devolvió a los franceses a su tiempo

. - Agradezco su invitación a conocer la Luna y permitirme un respiro en mis actividades. Concededme que os deje un recurso mío."- Dijo Napoleón a Alfredonius, y le dió una áurea cajita de rapé con el monograma de su nombre: "N"...

Alfredonius agradeció, a su vez, al profesor Rafael Dos Santos, quien había estado alojando en su casa aquellos 20 días que duró el viaje a la Luna.

- ¡ No me lo agradezca! Soy yo su eterno agradecido, ya que Ud. me dió la alegría de poder ver al Emperador de los franceses de pie ante mí! ¡ Algo que nunca imaginé ! Mi invento servirá para indagaciones históricas muy valiosas..."- Dijo Dos Santos, terminando de embalar su equipo y despidiéndose de Alfredonius y de Carmen.

Lalo y el profesor Flavio llegaron dos días después, habiendo vendido ya el uranio en Argentina. - ¡ Pan comido! Nos dieron buena plata; repartimos la cantidad en dos partes: una para ti, y la otra para el profesor Flavio."- Dijo Lalo, dándole una cartera llena con pesos argentinos.

- ¿Y qué pasa con el siguiente viaje?"- Inquirió Alfredonius, dándole la cartera con dinero a Carmen, quien se puso a contar los billetes.

- Hice un listado de soles a menos de 60.000.000 de años luz de la Tierra. Son : Sirio, Rigel K, Arturo, Vega, La Cabra, Proción, Altar, Pólux, Folmahaut...a lo menos."- Dijo Lalo.

- Buena la lista."

- ¿Y qué pasó con el Emperador?"- Preguntó Lalo, sentándose en uno de los sillones de mimbre.

- Lo fui a dejar con el Desfasador espacio temporal a Francia, por su propia voluntad."

- ¡ Allá lo van a agarrar los pescados fríos de los ingleses y lo van a helar en la isla Sta. Elena sin H!"- Exclamó Lalo.

- Claro, pero no quiso perderse nada."- Se encogió de hombros Alfredonius.

Tocaron el timbre; era el profesor Rafael Dos Santos, quien quería hablar con Alfredonius. Aprovechó Flavio para retirarse, contento con el dinero ganado en el viaje.

- Buenas tardes." - Dijo Dos Santos.-" Tuve que volver, traje mi invento conmigo."

La caja voluminosa efectivamente había sido dejada en el corredor.

- " Perfecto."- Sonrió el anfitrión. - Volvía a mi casa, cuando tuve esta idea: venderle a Ud. este prototipo, y armarme otro modelo para mí, usando los planos y la experiencia adquiridas...¿Qué le parece pagarme dos millones de pesos? "- dijo anhelosamente Dos Santos.

- ¡ Ay, pero tanto!"- Dijo Carmen.-" ¡ Hágase una rebajita!"

Y la hizo: quedó en un millón trescientos mil pesos el valor total, incluidos algunos manuales para la mantención, aunque Dos Santos se comprometió a apersonarse ante cualquier llamado que se le hiciera por fallas de su aparato.

Dejó el artefacto listo para funcionar, por pedido expreso de Alfredonius, en la bodega del fondo del patio de la casa. Al día siguiente, Alfredonius salió a pasear por las veredas del cerro San Cristóbal sobre su bicicleta Frejus ; halló a un anciano sentado cerca de un arroyo. Como hacía calor se sentó cerca y oyó la letanía que el viejo hablaba:-" Toda la física es un gran edificio en cuya base, como cimientos , encontramos tres magnitudes: el tiempo, la fuerza y la longitud. Unidad de tiempo: Es el segundo, que es una 86.400ª parte de un día solar medio. Unidad de fuerza = Es el kilogramo fuerza, que es el peso del kilogramo patrón. Unidad de longitud: Se ha dividido un meridiano terrestre en 40 millones de partes iguales y se ha llamado metro a la longitud de cada trozo resultante..." Se calló el viejo , mirando correr el agua barrosa cerro abajo.

Las hojas se movían con monótono compás.

El viejo dió un respingo, y exclamó:-" ¡ Metz! ¿ Qué es lo que iba a hacer Bazaine a continuación ? Habida cuenta de su excesiva fé en el poder de fuego de las armas modernas y de su predilección por las posiciones defensivas , el camino que iba a seguir resultaba bastante claro. Aunque Rezonville probaba que la defensa podía ser muy costosa, Bazaine seguía convencido de que el enemigo resultaría destrozado si chocaba contra una adecuada línea de defensa. Si había fuertes posiciones en las afueras de Metz, Bazaine estaba muy dispuesto a esperar en ellas a los alemanes y proporcionar a las líneas de Amanvillers una celeridad análoga . Al fin y al cabo, Rezonville apenas merecía el nombre de batalla defensiva, pues había sido librada en un terreno dictado por el ataque del enemigo. Bazaine se retiró después de Rezonville , aunque fuera amargo para las tropas abandonar un terreno por el que habían luchado tan duramente.

El viejo soldado que se hallaba al mando de la artillería envió un oficial al Mariscal con el aviso de que el General Soleille preveía una gran escasez de municiones si se combatía al día siguiente con la misma violencia. Verdad es que sus facultades habían quedado seriamente afectadas por desgracias de familia, que su memoria fallaba , que había pasado por alto completamente la existencia de tres millones de cargas para fusiles Chassepot, con las que había organizado un depósito secreto en Metz y que se hallaba constantemente obsesionado por la pesadilla de una escasez de municiones en plena batalla. Habían combatido todo el martes, el miércoles se dedicó a la retirada a las nuevas posiciones, Una nueva retirada fue algo casi insoportable y las tropas, decepcionadas por aquel aparente mal empleo de sus fuerzas, expresaron su disgusto en alta voz y una declinación general de la disciplina, en la forma de saqueos y deserciones. Los soldados franceses siempre han tenido un modo especial de pensar por su cuenta, y aunque aquella indisciplina no tiene excusa, hay que perdonarles cierta pérdida de fé en sus jefes. "Sus movimientos se hicieron con el desorden habitual y con lentitud increíble, mientras Bazaine pasaba el día en su nuevo cuartel general de Plappeville , ocupado en una serie de asuntos menudos relacionados con condecoraciones y ascensos , y Soleille le insistía en que había menos de 3/4 de millón de cargas Chassepot , las cuales se consumirían en medio día de lucha...

La noche fue tranquila y cuando recibió las noticias de un ataque alemán en la mañana del jueves, no lo tomó en serio. Podían oír en Plappeville el tronar de los cañones , y cuando Jarras trató de hacerle salir, insistió en quedarse. Canrobert, el general que no quiso hacer zanjas para protección , sufría en St. Privat enorme presión del enemigo. Bazaine vio huir soldados de aquel sector. - " ¿ Qué cabe hacer con tropas como éstas ?"- Dijo. No quiso enviar la Guardia Imperial en su ayuda. La derecha francesa se derrumbó, y Canrobert y Ladmirault retrocedieron. Bazaine se negó a considerar esto un desastre. Unos 127.500 franceses habían combatido contra 185.000 alemanes .

Pero el Ejército había demostrado su incapacidad para defender las líneas de Amanvillers, pese a haber infligido 20.000 bajas a costa de sólo 12.000 propias. Los alemanes los habían atacado en un terreno elegido por Bazaine y el resultado había sido una victoria alemana en ese año de 1870." Calló el anciano nuevamente, y como pasara el tiempo y no reanudara sus peroraciones, Alfredonius cogió su vehículo y siguió su escalada. El aire estaba caliente; se veía hasta las líneas de montañas lejanas, difuminados , en azul y blanco, por el sol de mediodía.

Desde los altos árboles los insectos emitían estridentes sonidos intermitentes. Algunos pájaros trinaban, revoloteando entre las ramas. En sus sienes, el líquido turbio y grasiento se calentaba, circulando cual peligroso caldo. Respiraba por la boca.

La bicicleta crujía, como si reclamara por tantos años de uso: 1954 - 1993. Llegó al punto en que el camino comenzaba a bajar. Suspiró; el esfuerzo había acabado. Media hora después llegó a su casa, agradablemente satisfecho. Pensó que podría repetir la hazaña liliputiense al día siguiente, pero no fue posible, ya que Carmen fue a conversar con arrendatarios y volvió enajenada, con lo que le arruinó toda la tarde, a pesar de que la sacó a dar una vuelta en el automóvil. El día siguiente sería lunes 20 de diciembre , se acababa el año, y él ansiaba vivir al aire libre, ahora que había probado esa sensación.

Lalo le esperaba en la puerta de su casa, con una sonrisa. Tras guardar el auto, le dijo:"- ¡ Alfredonius! Hallé un lugar de miedo para ir a visitar."

- ¡ No embromes!"- Rió éste, al ver la fea mueca que hacía Carmen.

- " Playas blancas, ni un alma rondando, un mar azul con olas coronadas por blanca espuma..."- Detalló Lalo, moviendo sus manos al compás de invisibles ondas.

- ¿Algarrobo?"- Preguntó Alfredonius.

- ¡ Estuve ensayando el uso del Desfasador ! Es realmente increíble lo fácil que es viajar con él " .- Informó Lalo. Fueron a la bodega en que estaba dispuesto el artefacto, viéndose sus varillas de poder dispuestas en círculo, y con el contacto dado.

- ¡ Está listo para pasar al otro lado! Las coordenadas están fijadas, y como ya sabes, se aprieta el botón, llevando el control portátil, para regresar, y listo. ¿Quién vá primero?"- Preguntó Lalo. - ¡Tú!"- Rió Carmen, con su hijo Wilfredito dormido en sus brazos.

Pasó Lalo, con el chispazo de alta tensión acostumbrado.

-¿Y no pasa nada?"- Preguntó Carmen, atemorizada.

- Pasa , porque puedes viajar por ese medio."- Se burló Alfredonius.

- ¡ Ah, tonto! Te digo si es peligroso."- Se enfadó ella.

- ¡Claro que te entiendo, pero no sé qué tienes en la cabeza que no se te ocurre que si yo y el resto hemos viajado tantas veces a Francia, y nunca ha pasado nada, ..."

Ella caminó, decidida, y activó el mecanismo, desapareciendo con el pequeño en sus brazos. Alfredonius suspiró, y activando el mecanismo, abandonó la Tierra.

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CAPITULO III.

VIAJES DIMENSIONALES.

- ¡ Qué hermoso!"- Se alegró Carmen Gloria Cabezas, al ver el paisaje que se ofrecía ante sus ojos oscuros.

- ¡Parece una estampa."- Dijo Alfredonius, apareciendo antes de ella expresar su opinión.

Lalo dijo:- " Cuidado con mover las varillas." El lugar bajaba en pendiente. Habían matorrales, altos árboles, y un astro en el cenit.

- Sopla un viento costero ...¡Miren ese cielo tan celeste, y esas nubes blancas y rápidas! Sigamos bajando; éstos son montes, luego veremos al mar."- Avisó Lalo.

Por una hora bajaron; luego, por entre los verdes árboles, vieron el espejear del mar. Al llegar a la playa notaron un lengua de arena que se adentraba mar adentro, finalizando en un alto peñón . Frente a ellos se veía un cinturón de verdor ; el mar espejeaba en medio, tratándose, entonces , de un golfo.

- ¿Ven ? ¡ Ni un turista!"- Rió Lalo, y ya en traje de baño se metió al agua, chapoteando gustoso. Wilfredito había despertado, y miraba al mar extasiado.

Carmen metió sus pies al agua, diciendo:- " ¡ Ah! Es agua tibia !" Las olas llegaban mansas a la orilla, pudiéndose nadar sin problemas. Algunas aves volaban mar adentro, zambulléndose esporádicamente, tras algún pez. Se tendió Carmen en la arena , que era blanca y de granos gruesos. - ¡Muy acogedor! " Aprobó ella, admirando el entorno .

Alfredonius saltaba y bufaba en el agua, como era su costumbre haciendo payasadas . Lalo, más reposado, nadaba aguas adentro, con un fácil estilo crawl. Estuvieron allí toda esa tarde, y al atardecer caminaron de regreso al Desfasador, conversando.

-" ¡Delicioso día de playa!"- Reía Carmen.

- Fue bueno".- Aceptó Alfredonius.

- ¡ Podríamos traer las bicicletas!"- Propuso Lalo.-" O quizás una moto. Así, esta caminata se haría innecesaria." Arribaron al círculo de varillas , y usando el activador portátil, fueron pasando hacia su Dimensión.

Ya en la casa, Lalo dijo:-" Voy a ir a pasearme al Centro y a ver los artistas plásticos de la Plaza." Y salió, sonriendo.

- "Viene el fin de año. ¿Qué quieres tú que te regale?"- Preguntó Carmen.

- ¡Ah! Yo había a pedido la restitución del local, pero no se dió. No ha actuado la justicia en eso." - Ya, pero eso no te lo puedo dar yo."- Comentó ella.

- Lo sé... Regálame un lápiz."- Pidió él, sonriendo.

Fue al taller al día siguiente ( 21/12/93) y no pagó la cuenta del agua, como era lo que deseaba. En la tarde fue a cambiar un par de zapatos para Wilfredito, que Carmen había comprado muy grandes. Le costó trabajo regresar, ya que en su auto se vio atascado por la locomoción colectiva, que ocupaba todo el ancho de la calle con sus grandes micros, en la mayoría de las cuales iban tres o cuatro personas. Ya en su salón, tomando un refresco, conversó con Lalo, quien no salía aún, pues era persona de hábitos nocturnos.

- "¿Y, cómo te vá?" -" Ah, no me digas nada! Las dos bodegas que mi padre le arrendó a Nilo, se las pasó a Palavecino, que es el otro comunero del edificio. Ando en trámites legales, pero no confío en recuperaras, con los tramposos que son."- Comentó Alfredonius.

- Debieras haberte metido cuando aún no se las pasaba a ese otro canalla, y junto a un selecto grupo de matones , de seguro habrías ganado."- Opinó Lalo.

- Se oye fácil, pero no me atreví."

- Ya no lo hiciste. Vá a ser bien difícil recuperarlas , ya que ellos dirán que son los legítimos dueños, y presentarán sus documentos."

- Yo mostraré los míos y el Contrato de Arriendo. "

- Muy bien. Ojalá te paguen y recuperes esas bodegas pero recuerda que todavía tienes cosas por perder. "- Comentó Lalo, bostezando.

Alfredonius pensó en lo problemático que era ese edificio, y todo porque su padre no había sido el único dueño. El 22 de diciembre , mientras estaba en el taller, sintió fuertes golpes en el piso, y fue a preguntar a los hermanos de Nilo la razón del martilleo.

Ellos se comportaron ordinariamente con él, y debió volver al taller sin respuesta. Se agachó en el suelo, y a través de las rendijas del piso vio que unos maestros cerraban la pasada hacia el subterráneo, en donde estaban esas bodegas. Llamó al abogado Sr, Kleiman, quien le indicó que pusiera una denuncia ante la policía. Así lo hizo, y aparte de quedar escrito en un libro, nada positivo se logró. Al día siguiente, 23 de diciembre, le compró un anillo de oro a su mujer, y por la tarde trató de entretenerse viendo una película de los "3 chiflados " , pero ni con ellos logró esbozar una sonrisa. A él le hubiera gustado recibir una solución a sus problemas judiciales, pero por el camino de las acusaciones y las esperas en un dictamen favorable iba quedándose sin local ni bodegas... Le amargaba el hecho de que su padre había nacido un 23 de diciembre, justo el día en que fue despojado de sus bodegas, que tanto alegato le había costado a su progenitor. Era una ofensa a su padre. Los enemigos de su padre habían triunfado después de su muerte. Al día siguiente subió el cerro San Cristóbal en bicicleta con las dos hijas de Carmen ( July y Daisy) pero ellas o se quedaban atrás , o se perdían hacia adelante.

Lo acosaba un fuerte sentimiento de decepción, ya que las personas demostraban ser traidoras y aprovechadoras de lo ajeno. Sólo su mujer Carmen era lo que parecía : leal y trabajadora. El 26 de diciembre salió con su hijo Paul , quien prefirió hacer ciclismo en el Parque Forestal que en el cerro. Al regreso le dió los regalos que le habían comprado con Carmen, y le pasó a dejar a su casa.

- " Bonita la corbata que te trajo."- Comentó Carmen, viendo el regalo que Paul le había dado.

- Voy a tener que vestirme de terno para poder usarla."- Sonrió él, quien no se ponía terno hacía años. Hacía bastante calor, y al día siguiente llenaron una piscina portátil y se bañaron allí, para refrescarse. Continuó asistiendo al taller, y el 30 de diciembre estuvo todo el día atendiendo a clientes, que llegaban a comprar sus regalos de última hora. Llegó a su casa con algo de dinero, que guardó para tiempos difíciles. El 31 de diciembre volvió al taller, pero no entró nadie a comprar nada, desilusionándolo , ya que las ventas habían sido malas todo el año. Al llegar a casa vio pelear a las hijas de Carmen en el suelo, dándose de golpes con furia.

Carmen las separó y le pegó a la mayor. Alfredonius se durmió entre medio de sus pesadillas habituales, y eso que se había tomado una píldora para los nervios, finalizando de esa manera el año 1993...

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CAPITULO IV.

GALEOTES.

Al día siguiente, sabath 1 de enero de 1994, rezó a Adonai Jehova Sebaoth ( Señor Seré lo que llegaré a ser Dios de los Ejércitos) en la mañana, siendo interrumpido pasajeramente por Carmen y Wilfredo. Más tarde dió dinero a las hijas de Carmen para que se fueran a bañar a la piscina del colegio Academia de Humanidades. A las 17:30 horas salió al centro con Carmen y su hijo, paseando por cale Estado, Ahumada y Alameda. Se sirvieron bebidas y emparedados, retornando por el Parque Forestal. Apenas llegaron a casa vieron a las hijas de Carmen, la menor de las cuales ( Daisy) empezó de inmediato a molestar a su madre, además de no querer ayudar en nada. Carmen comenzó a planchar ropa, mientras sus hijas reposaban viendo TV a color. Como a las 22:00 horas llegó Lalo, diciendo:-" ¡ Hola! ¿ Cuándo nos vamos a otro planeta?"

- Cuando desees."- Respondió Alfredonius.

- Ahora!"- Exclamó Lalo.

- ¡Perfecto! Ya estaba aburrido de tanto siglo XX"- Rió Alfredonius, parándose de su sillón de un brinco. Ambos se fueron a la bodega en donde reposaba el maravilloso invento del profesor Dos Santos, y Lalo dijo:-" Alfredonius, debemos llevar armas y equipo. Es el mismo planeta de la playa, pero esta vez cambié las coordenadas : estaremos saliendo en el trópico. Una selva. " Llevaron dos bicicletas.

Salieron al bosque. Allí, pájaros y flores rivalizaban en colores llamativos.

- ¡ Hermoso paraje !"- Hizo notar Alfredonius, comparándolo mentalmente con los buses de lata viajando por calles grises en medio del ruido y el humo de su ciudad natal. Subieron a las bicicletas, emprendiendo la marcha, llevando una brújula para guiarse al regreso. El terreno era seco, y los árboles, aunque numerosos, crecían alejados unos de otros, y les permitían un avance rápido, ya que además iban de bajada; de pronto, divisaron el mar, azul y prodigioso.

- ¡ Lindo país!"- Reía Alfredonius, liberado de la opresión de estar en Santiago.

La playa era rocosa, acantilados bordeaban la costa, y un frío viento llegaba desde el océano, haciéndolos tiritar. Habían bajado de los febles artefactos, cuando escucharon aproximarse unas cabalgaduras, y pronto estuvieron rodeados de jinetes a caballo, vestidos con armaduras y faldas cortas, portando algunos arcos y flechas, y otros reducidas espadas. El jefe de ellos dió una orden, y desmontando algunos guerreros, fueron maniatados y transportados tras el destacamento, que puso sus corceles al paso.

Tras media hora, llegaron hasta un campamento. Fueron atados a unos postes, en donde pasaron la noche, ateridos. Algunas fogatas se encendieron, pero muy distantes para serles de utilidad. El olor a guano y sudor llenaba el aire; el cielo se nubló y no permitía ver las estrellas.

- ¡ Estamos condenados!"- Se quejó Lalo.

Alfredonius no quiso hablar, temeroso de que una palabra suya empeorara su ya difícil situación. Al amanecer fueron montados en sendos caballos, sin desatarlos, y tirados por otros jinetes hacia una vecina playa, en donde vieron un antiguo barco a remos, al cual subían mercaderías y gente. Tras algunos conciliábulos entre sus captores y el capitán del barco, fueron llevados bajo el puente y atados a un banco, junto a muchos otros galeotes que allí se hallaban en penumbras. Se les pusieron argollas remachadas en los tobillos, con un aro metálico por el que pasaron la larga cadena que unía a los galeotes de la banda izquierda...

- ¡ Seremos galeotes! ¡ Qué desgracia!"- Sollozó Lalo, y Alfredonius sintió pena de verle llorar, por lo que le tomó el brazo, aunque no halló palabras para consolarlo. Poco después llegó el Comitre, y dando órdenes como un perro rabioso, ayudado por secuaces de látigos restallantes, comenzaron la labor de meter las palas de los remos en el agua, y comenzar a remar. Sentían el vaivén del navío bajo sus pies, y el olor a sudor de los demás infelices. El comitre llevaba el compás, y éste era parejo y extenuador. Varias veces fueron azotados, porque no llevaban bien el compás y chocaban con los demás remos, lo que hacía proferir en espantosas maldiciones al comitre. Por sobre sus cabezas se sentían las pisadas de los guerreros y marineros del trirreme , como así las órdenes de quienes gobernaban las velas.

Horas después escucharon golpes y rasgueos sobre el casco del barco. El capitán se hizo presente allí , para darle ciertas órdenes al comitre, quien comenzó a batir el tambor con ritmo cada vez más rápido : los remos quemaban en las manos. Un gran golpe, y la nave se detuvo, pareció girar y los remos del costado derecho fueron golpeados , provocando heridas y confusión entre los remeros de la otra banda. Cambiados los remos, prosiguieron. Un calor insoportable había reemplazado al frío inicial allí abajo, en donde la luz entraba por agujeros insignificantes. Recibieron órdenes de recoger los remos. Alguien bajó dando voces, provocando una gritadera entre los galeotes, quienes comenzaron a tironear de las cadenas que les sujetaban a los bancos. El comitre les hizo azotar, pero pronto se marchó, siendo seguido por sus secuaces. Un galeote gigantesco comenzó a golpear su cadena con un fierro que había guardado escondido quizás de cuándo, mientras la nave escoraba visiblemente.

- ¡Nos hundimos!"- Gritó Lalo, en medio del pandemónium. El agua llenaba la sentina y los galeotes de la cubierta inferior ya estaban ahogados.

Con un grito ronco, el gigantón terminó de romper la cadena. Los demás comenzaron a tirar de los eslabones, para sacarlos de los aros que cada cual tenía soldado a una argolla remachada a su tobillo. Lalo y Alfredonius se ayudaron a salir por la escalera, que estaba ya en la diagonal. Salieron a cubierta, en donde los trozos de velamen ardían con intenso calor, quemando el maderamen rápidamente. Se arrastraron hacia el costado y se lanzaron a las aguas del mar , tosiendo por culpa del humo que llenaba sus pulmones. Sobre el agua flotaban miles de objetos elevándose y bajando , al compás del paso del oleaje. También algunos hombres, que desesperadamente se quitaban sus pesadas armaduras.

- ¡La playa ...allá!"- Gritó Lalo, y con la mano indicaba hacia enfrente suyo. Se aferraron a un trozo de mástil y comenzaron a nadar en esa dirección. De vez en cuando caían flechas al agua, , escondiéndose entonces tras el madero ambos ex galeotes.... Poco a poco se fueron alejando del navío , que ardía crepitando. Sobre su cubierta aún habían guerreros, que persistían en resistir el ataque de quienes les habían espoleado el trirreme.

Alfredonius veía el combate claramente ahora, pues el viento había cambiado, dispersando el humo hacia el otro lado del bajel. Dos naves con torres a proa cercaban al escorado trirreme, arrojando sus ocupantes nubes de flechas en su contra. A lo lejos aparecieron galeras muy bien pintadas, con sus pendones al viento. Sobre su cubierta, numerosos marinos miraban el incendiado trirreme. Los que resistían en ésta irrumpieron en gritos de júbilo, al reconocer los pendones de aquellas galeras como de su propio bando, pero pronto los gritos de júbilo se trocaron en rugidos de furia, al ver que las pintadas naves pasaban de largo, escoltando a una nave inmensa y muy engalanada. Lalo y Alfredonius abandonaron el lento leño, para nadar apresuradamente hacia la costa, porque veían naves menores con sus arqueros ocupados rematando a quienes flotaban cerca del trirreme espoleado Felizmente les cogió una corriente que los llevó en contados minutos a la playa, adonde llegaron bastante cansados.

- ¡Oh, mejor nos ocultamos de esa gente!"- Pidió Lalo. Tras la playa estaba la selva, por lo que se arrastraron hasta ella y tras caminar un par de horas, subieron a un alto árbol y allí se durmieron. Cayó la noche , con su manto de estrellas. Despertó Alfredonius un par de veces, ya que escuchó rugidos de fieras.

Al amanecer los pajarillos despertaron a ambos y una ligera brisa les infundió valor y fuerzas.

- ¡Ah. el aire de la libertad! ¡ No creí que saldríamos de ésa!"- Exclamó Lalo.

- ¡ Jehová nos ayudó!"- Recordó Alfredonius.

Comieron fruta de algunos árboles , mientras Lalo decía:-" ¿Conservaste la brújula ?"

- ¡ No! Me la arrebataron."-

- ¡ Mira! Yo aún poseo la mía, e indica que el Desfasador está hacia el sur este...Opino que empecemos a tratar de llegar allá." Comenzaron a dirigirse hacia el Sud este, saliendo de la jungla y hallando una planicie.

- " Si hallamos el bosque tras esto, estamos salvados."- Opinó Lalo. En un claro de la selva vieron una ciudad en miniatura, con casas, edificios, plazas y fábricas en plena producción, desde cuyas chimeneas brotaban columnas de humo.

- ¡ Es una ciudad de insectos!"- Se maravillaron ambos. Grandes avenidas cruzaban las manzanas de construcciones ; los insectos eran de variadas clases y algunos volaban, arrastrando por el aire canastillas con pasajeros o carga. - ! Es trascendental este hecho!"- Se maravilló Lalo.

Pero pronto debieron alejarse, debido a un ataque de insectos voladores. Ya lejos, aún se maravillaban del asunto.

- ¿Insectos raciocinantes? ¡ Creí que los mamíferos teníamos el monopolio del razonar!"- Comentó Lalo.

- Bueno, ya ves que siempre uno se cree el único, hasta que la experiencia le enseña lo contrario."- Dijo Alfredonius.

- "Recuerdo que Isaac Asimov negaba la posibilidad de que lo pequeño disponga de cerebro raciocinante. ¡ Lo traería a visitar este bosque !" Anochecía. Comieron frutas de los árboles y en uno de ellos se encaramaron, a fin de dormir allí. Ya instalados a bastante altura del suelo, conversaron.

- Ya pasó el fin de año , allá en la Tierra."

- ¿Y cómo no? Todo pasa."- Sonrió Lalo.

- ¿Sabes? Allá el destino me mostró su rostro agrio, al darme el 23 de diciembre la infausta noticia y hecho palpable , de que mis dos grandes bodegas pasaron a manos de mis peores enemigos, los Palavecino y los Navia. Justo como un negro y hediondo regalo de fin de año. Y eso que yo había estado rogando al Señor Jehová de que me hiciera el bien de entregarme esas propiedades para hacerme feliz."

-Pero no lo hizo. Capaz que ahora creas que no existe."

- ¡Ah! Creo que existe, pero por alguna razón no me favoreció. Capaz que yo debía luchar por ello, y no hice más que basarme en la justicia y la policía, que no se metieron en el pleito."- Dijo Alfredonius.

Lalo se durmió, pero no así Alfredonius, quien anhelaba regresar al planeta Tierra, al smog y a su mujer Carmen. Se durmió a medianoche, mientras alrededor de ellos la selva , oscura y olorosa, extendía sus ramas , raíces, troncos y pétalos , soñando con la dulce y ciega inmortalidad vegetal...

Al amanecer bajaron del árbol y caminaron sin detenerse, ya que ahora el avance era dificultoso, por el gran número de árboles caídos, verdaderas vallas de matorrales espinosos, los que les obligaban a efectuar rodeos, que retardaban la marcha. Multitud de pájaros y pequeños mamíferos pululaban por ese sector; no mostraban temor ante su aparición. - " Se nota de que nadie pasa por estos lugares; no hay signos de recelo en los animales."- Dijo Alfredonius. Lalo nada dijo; iba de mal humor, y a que el calor era agobiante; parecían caminar a través de una burbuja de calor. A media tarde llegaron a la colina en que se erguían los pilotes del invento del profesor Dos Santos.

- ¡ Gracias a Dios!"- Dijo Lalo, poniéndose en medio de ellos y desapareciendo del mundo en que estaban. Alfredonius miró en torno, llevándose consigo la imagen de un orbe pletórico de vida.

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CAPÍTULO V.

VIAJES A LA PLAYA.

Carmen y Alfredonius fueron, en auto, al Supermercado Jumbo del Alto Las Condes. Un lugar maravilloso , lleno de gente decente - aunque siempre hay uno o dos canallas - y repleto de comida, bebida, juguetes, artículos de todo tipo, tales como maceteros, radios, televisores, máquinas fotográficas, plantas , refrigeradores, etc.

Disfrutaban de ver las últimas novedades y se maravillaban de notar la buena calidad de todo: fruta fresca y sana, de gran calibre; mermeladas naturales, carne fresca y sin grasa ni nervios, en fin, de primera calidad, que no es lo habitual en los demás Supermercados de la ciudad, y menos en los locales del barrio en que vivían. Tras comprar alimentos para durar un mes, iniciaron el regreso a casa, fallando la palanca de cambios. Al revisar el desperfecto, notó Alfredonius que un perno se había rodado...

Al día siguiente se dedica buscar el repuesto, hallándolo y colocándolo sin grandes problemas. Al llegar a casa, Carmen le dijo:- Te vinieron a buscar tres personas."

- ¡ Justo cuando salgo! ¿ Quiénes eran ?

- Son, porque están en el patio."- Apuntó ella.

Fue hasta allá, viendo a Larry, Moe y Curly.

- ¡Hola, jefe! Pasábamos por aquí , a ver si podemos viajar con Ud., otra vez."- Dijo Larry.

- ¡Claro, después que lo dejaron botado!"- Se enfadó Carmen.

Ellos bajaron la cabeza.

- Por ahora no tengo viajes."- Respondió Alfredonius. Se retiraron, despidiéndose humildemente. Tras el almuerzo, Lalo le dijo:-" ¡ Vayamos a algún sitio, como la vez anterior! Descubrí que se puede hacer un desfase: media hora de aquí puede equivaler a todo el tiempo que queramos allá." - ¿ Dices que manipular el tiempo?"

- Claro. Tiene un reloj que se puede fijar a la fecha que uno desee. "

- ¡Genial! Así no hay que pedirle permiso a la Carmen."- Rió Alfredonius, palmeando el brazo de su amigo . Caminaron hasta el fondo de la casa, allí en donde estaba el Desfasador del inventor Dos Santos. El aire era frío y estaba nublado.

- ¿ Y adónde iremos?"- Inquirió Lalo.

-¡Bah! ¿Y el último planeta, no te gustó? Podríamos ir allí mismo." - Pero seamos originales ! Al azar."- Dispuso Lalo.

- Pero, primero el Censor."- Dijo Alfredonius. Probaron el primero , usando un par de tubos, por uno de ellos miraban y por el otro probaban el aire. Paso por el hueco de los canos una intensa luz. Alfredonius observoó que se veíia un sector de corredores metalicos.

- El aire es respirable. Fresco."- Dijo Lalo.

Pasaron al otro lado, llevando sus sensores de reingreso. El punto de partida coincidíia con uno de los costados metalicos del corredor. Este era larguisimo; no se veia el final, hacia ninguno de los dos extremos.

- Una civilizacion tecnologica."- Opino Lalo.

- Muy posible.- Coincidióo en su apreciacion su amigo. Mas adelante se hallaron con dos guardias vestidos con uniformes verdes, de un material semejante al plastico. Esgrimian pavorosas escopetas.

- ¿Quienes son Uds? - Pregunto uno de ellos, en perfecto ingles, lengua que ambos terraqueos dominaban a la perfeccion.

- Forasteros en esta ciudad."- Comento Lalo. Les llevaron ante una dama vestida de rosado, aunque esta vez la tela era finisima seda.

- Sorprendimos a estos extranjeros deambulando por el corredor 5.- Dijo uno de los guardias a la dama, quien estaba sentada ante una mesa pletorica de visores.

- Castrenlos y me los traen de vuelta.- Dijo ella, displicentemente. Arrastrando se los llevaron, siendo atados a unas camillas, en una sala cercana.

- Esto me pasa por andar en planetas desconocidos!"- Se quejo Lalo. Cuando ya iban a ser castrados, via Laser, aparecio Carmen, y blandiendo un cuchillo ataco a los guardias, cortandoles la yugular , mientras el cirujano huia dando gritos por el pasillo. Corto las ataduras de ambos y corrieron por el pasillo nºumero Cinco, se zambulleron entre las barras Desfasadoras de dimensiones y volvieron a Santos Dumont 730.

- Pasen a la mesa: tengo calentando la sopa."- Aviso ella, mientras lavaba el cuchillo ensangrentado en el lavatorio. Sirvio sopas Maggie de pollo con arroz, pavo con papas cocidas y mayonesa, bebida Coca Cola, vino tinto "Gato Negro " y pan de hoja, del Alto Las Condes.

- ¿Ah, que creian que les iban a cortar las pelotas?"- Pregunto ella, echandose a reir. Ambos varones, avergonzados, rieron por cortesia, mientras sentíian un escalofrio de temor en cierta parte.

- Cortaron la emision del pasaje a esa dimension?"- Pregunto ella.

- ¡Si! Y por favor no hables de cortar."- Dijo Alfredonius, besa´ndole en la mejilla.

- Ah! Claro que les debe molestar...Pero, no era tan bello el paisaje en la otra locacion? A que fueron a esos corredores?"

- Mañana podriamos ir a la playa."- Dijo Alfredonius a Lalo, quien movio la cabeza, asombrado aun de su buena suerte Hacía calor : era el 16 de enero de 1994.

Al día siguiente dejaron para la tarde aquel paseo. Alfredonius fue al taller de TEATINOS 823 y apareció un Carabinero de Chile, a dejarle una añeja Citación, para las once de la mañana del 25 de noviembre de 1993. Alfredonius no podía creerlo : una citación para el pasado! Una justicia surrealista sobre su cabeza...habría sido la delicia para el pintor Dalí. Poco después apareció allí mismo su ex mujer, E., con su hijo Paul, el mismo que tanto especulara para estar con él en los días feriados. La mujer venía a que depositara la plata del mes de enero, ya que Alfredonius había pensado que le notificarían para hacerlo, pero ella dijo que era automático. Así es que fue a preguntar al Juzgado. Justo allí andaba la abogada de E., la que le ratificó lo dicho. ( Esto era falso, ya que un año después el Juzgado le citó por tratar de fijarle un monto, no teniendo idea la Juez del arreglo...

Capaz que hubiera estado un año más sin pagar, y la E., como siempre, se había avivado, junto a aquella abogada.) También pasó al Primer Juzgado Civil, en donde nada sabían del escrito por el cual él pedía el lanzamiento de los malditos Palma de su local de San Pablo 1271. Regresó a casa, almorzó con Lalo y Carmen, más Wilfredito y July. Se fueron a la playa de ese idílico planeta cercano.

El astro irradiaba el antiguo calor; las nubes eran copos de algodón; también las olas avanzaban pacíficamente, con crestas de espuma, mansas moles verdosas y transparentes. La arena era cremosa, blanca, de granos gruesos.

- ¡Ah, delicioso aroma a cochayuyo!"- Bramaba Lalo, sobre una roca y frente al mar.

- ¡Arena!"- Gritaba Wilfredito.

- ¡ ja,ja ! ¡ Mírelo, mamá ! - Pedía su hermana.

- ¡ Ah! Esto es lindo..."- Opinaba Carmen. Alfredonius, ya en el agua, se dejaba llevar por las olas. Era un día hermoso de su vida. ¿ Cuándo se la iban a quitar? Se sentía ya un viejo quelonio varado en la arena. A veces, un leviatán, en un mar de tinta china, dando largas brazadas para subsistir...

- ¡Anda!"- Gritó Lalo, pasando cerca suyo. Alfredonius le siguió. Más adelante, y a flor de agua, se encontraban rocas, sobre las cuales se paraban, quedando cual bustos sobre la superficie líquida.

- ¡Estatuas de homo sapiens!"- Gritaba Alfredonius.

- ¡Mohais de Rapa Nui !"- Bufaba Lalo, hundiéndose en el agua y brotando luego, haciendo muecas. Carmen, de pie en la orilla del mar, sus cabellos agitados por la brisa, reía. Wilfredito jugaba con la espuma. Sus piececillos bailaban la danza de la vida, reflejando su albor en la azul pizarra de las arenas mojadas. Antes del atardecer se reunieron tras una duna, tomando té y panecillos, para luego regresar a casa, gracias a las barras dimensionales del profesor Dos Santos... El 17 de enero hubo un terremoto en Los Ángeles, California. Pusieron ver , a través de la televisión, cómo las cintas de carreteras se habían quebrado, destruyéndose .

- Menos mal que sucedió en la madrugada, que si pasa más tarde se habrían destruido miles de vehículos ."- Dijo Lalo. El 24 de enero Carmen sintió fuerte dolor de muela y sufrió todo el día, por lo que debió tomar fuertes calmantes para el dolor, ya que se negaba a ir al Dentista... Ese mismo día Alfredonius vio un noticiario sobre los judíos en la época nazi alemana, y cómo los cadáveres eran arrojados a piras con máquinas excavadoras.

- Pensar de que yo puedo ser descendiente de judío. Y cuando era estudiante me gustaba llenarme el mameluco con insignias nazi."- Comentó él, pero su mujer no estaba para recordar lo que ni vio, ya que su muela le estaba torturando...

Al día siguiente Carmen cambió la ubicación de sus muebles en el salón, y le mostraba lo logrado a su pareja, cuando Lalo entró corriendo y dijo:- " ¡ Entró un hombre por la puerta dimensional ! " Salieron al patio delantero, y vieron al ser, paseando al fondo de la casa. Era verde, cabezón, de ojos grandes y hocico dentudo. emitía chillidos. Con palos de escoba lo corretearon para la calle. Le vieron dirigirse a lo oscuro, atravesando el prado y subiendo al cerro Blanco, tenebroso a esa hora.

Carmen interrogó : - " ¿ Y cómo fue que se metió por la puerta?"

- Estaba recién colocando la coordenada, y zacate! Me di vuelta y el ser ya se encontraba en el patio de atrás!"- Explicó Lalo, nervioso aún.

- ¡Espero que hallas cortado la conexión!"- Se alarmó Carmen.

- ¡Claro que la corté!"- Dijo Lalo, caminando hacia la Bodega. Allí les mostró la numeración clave para ingresar al mundo del enano verde.

- ¿Se atreverán Uds. a ir?"- Inquirió Lalo, sonriendo.

- ¡ Ni locos !"- Respondió vivamente Alfredonius.

- ¿Y si hubiera oro allá ? - Preguntó Lalo.

- ¡Ah! Iría armado."- Se interesó , entonces, el dueño de casa...

- ¡Propongo un corto viaje!"- Dijo Lalo.

Carmen se retiró del lugar mas que apresurada. Sabia que podia ser un viaje productivo , pero peligroso. Mientras se vestian con trajes de cuero y limpiaban las dos armas , Lalo comento:- Si fueramos adictos , iriamos sin tanto miedo."

- Mira, lei hace poco la vida de John Belushi , actor de Estados Unidos. Yo creia que la coca quitaba el sueno y la borrachera, pero ademas da mucho vigor, se puede enfrentar a todos los problemas de la vida, se recorre la ciudad parando a los enemigos, haciendo acuerdos, trabajando, en fin, se viaja, se discute, se rie, y se arregla el mundo , mientras se vive la influencia. ¡ Con razon los gringos la usan tanto! " - Dijo Alfredonius.

- Aparte de leer Belushi, que has hecho ultimamente?"

- Pagar las cuentas de los servicios, como todos los meses. Cuentas...¿Vamonos, mejor?"- Invito Alfredonius, poniendo el revolver en la cartuchera. Activaron el aparato, y pasaron al " otro lado"... Un momento después se hallaban frente a un poblado, situado en los faldeos de un cerro de unos cuatrocientos metros de alto . La ciudad tenía torres y casa muy blancas. Cerca del lugar en que aparecieron pasaba una calle de tierra. Viajaban por allí cientos de aquellos enanos tan feos, guiando carretas tiradas por búfalos. Muchos pájaros revoloteaban en el aire, llenándolo con sus gorjeos. El cielo era rojizo y ello le daba al ambiente un toque macabro. Los hombrecillos se dieron cuenta de su aparición, y en torbellinos de gritos y carreras, se acercaron a ellos.

Alfredonius disparó un tiro al aire, pero las intenciones de aquellos enanos no se modificaron , ya que continuaban gritando y corriendo hacia ellos. Pronto estaban forcejeando con aquellos cuerpos pequeños, sintiendo que algunos les mordían cruelmente en los brazos o en las piernas. Alfredonius terminó por dispararles sin remilgos, con lo cual obtuvieron un respiro, que les permitió llegar a las varillas y trasponer, uno tras otro, la barrera dimensional. Lalo cortó el contacto, diciendo:-" ¡ Vaya los enanos terribles ! "

Miraron sus heridas, asustándose de la profundidad de algunos cortes, por lo que se desinfectaron con alcohol y se vendaron tras ponerse crema desinfectante en las heridas.

- ¿Por qué nos atacarían?"

- De seguro que somos iguales a sus enemigos en ese planeta."- Opinó Alfredonius, sentándose en una silla. Lalo meditó, diciendo luego:-" Entonces, es cuestión de cambiar las coordenadas de aparición; así, nos alejaremos de la carretera y de ellos...Podremos ver de lejos qué está sucediendo."

- Haz tus estudios antes de invitarme a arriesgar el pellejo."- Comentó Alfredonius, saliendo de la bodega.

Se fue a servir una cerveza a una Fuente de Soda, para pasar el mal rato. Los brazos le ardían, y el vendaje le impedía rascarse. Vio a uno de sus enemigos, quien balbució algunas frases amargas. Estaba con Ismael, el tipo de Cartagena que debió sacar de una pieza porque debía un año de arriendo y no pensaba pagarle nunca la deuda. Poco después salió de allí, molesto. Se halló con Vinegro, quien le dijo:-"¿ Cómo le va?

- Bien."- Respondió Alfredonius, recordando que había sido un testigo en contras de los Palmas, ante la Ley.

- Vengo de ver a un autor de ciencia ficción que ha escrito como doscientos libros, y que no ha publicado ni uno."- Dijo Vinegro, hablando mientras sus ojillos recorrían la calle. Era un tipo alto, corpulento y de ademanes seguros. - ¡Ah!

Un dilettante. Son tipos que dejan para mañana lo que pueden hacer hoy."- sonrió Alfredonius. - ¡ Y así se vive asustado! Los problemas hay que solucionarlos ..." - Comentó Vinegro, quien parecía no tener ninguno.

- ¡Ah! Eso es verdad-"- Aceptó Alfredonius, deseando seguir su camino.

- Nadie es perfecto. Más que eso: muchas veces las imperfecciones son tantas, que el tipo vive aproblemado, no es feliz, por sus muchos pagos de errores."- Filosofó Vinegro, despidiéndose. Llegó Alfredonius a su casa y Carmen le esperaba para decirle:-" Mi tía con casa en El Tabo nos invitó a pasar unos días allá...¿Podemos ir?"

- Claro! Prepara las maletas.- Respondió Alfredonius.

- ¡Voy a llamarla! Le avisaré de que dijiste que bueno."- Rió ella. En medio de la preparación de bolsas de viaje, a las 0:20 horas del sabath 29 de enero de 1.994, su hijo vomitó dos veces. Y una tercera vez a las 02:45 hrs. Esto se debía a una leche con plátano que compraron en una caja sellada. Probablemente, de fecha vencida de seguridad.

- ¡ Ahí no hay chaleco, pues July! ¡ Trae un trapo! ¡Cuidado! ¡ Tanto que se demora!"- Gritaba Carmen, preocupada.

- ¡Ay!"- Decía Wilfredito, mientras miraba " Mi amigo Mac" por la televisión... Tras dormir , se levantaron y partieron a la playa a las 11:30 horas, en el auto Peugeot. También iba en el auto la "abuela" de Carmen, quien también llevaba una televisión de 23 pulgadas. Cruzando una cerca, entró a un recinto en que muchas cabañas se veían erigidas en lo que parecía haber sido un bosque de pinos, porque muchos ejemplares grandes y añosos crecían en patios, calles y plazas. La abuela fue dirigiendo el auto con sus vagas referencias, hasta que alguien siguió el auto corriendo, para decir que había una señora que juraba conocer a la abuela...era una de sus nietas, que la vio pasar dentro del auto y custodiando su televisor... Fueron muy bien acogidos y les entregaron una pieza en la parte posterior de la casa, con piso de tierra, pero viendo que todo era nuevo, Alfredonius se consoló.

Esa noche se sentó en la cama, mirando a su hijo Wilfredito, quien se había repuesto de su indigestión . Había ido con él al bosque ubicado a unos tres kilómetros de allí, quieto y acogedor en su paz, en que también se encontraba la arena. Al día siguiente fue a que le parcharan una cámara del auto, y prosiguió camino hacia Algarrobo, en donde llegó a los veinte minutos.

El 31 de enero fue a una playa de Isla Negra, la que en vez de olas de agua tenía olas de espuma blanca. Se sentó Alfredonius allí y se sumergía en esa espuma, viendo a los niños jugar. Su hijo Wilfredo le dijo:-" ¡ Susto!"- Y se lo llevó su madre, playa arriba.

De improviso vio una conmoción en las rocas que daban al mar, a cosa de cien metros; una gran marejada saltaba por encima de ellas, levantándose la espuma más de treinta metros. Miró Alfredonius hacia el otro costado de la playa, y vio correr como gamos a los niños que se veían por allá. El estaba muy lejos como para alcanzar a llegar tan lejos- unos ciento veinte metros- pues estaba descalzo y habían piedras. Tampoco había más allá rocas a las que aferrarse como la que tenía ante sí, y por eso volvió la cabeza, esperando ver que el mar se había aquietado, pero no era así: la ola estaba ya a unos sesenta metros, pero avanzaba rápido, sepultando todo a su paso. Vio a Daisy, quien no había huido, y ahora le miraba sonriente y preocupada.

- ¡Dame la mano!"- Pidió Alfredonius, y la ola les sepultó a ambos bajo su alto manto, que llegaba a unos doce metros de altura. El agua que fluía más abajo trató de llevarse a Daisy playa adentro, pero él la sujetaba, cegado y conteniendo la respiración. La ola bajó de nivel, pudiendo ver que la cresta se abalanzaba contra la playa, y al girar tomaba el camino en que él se hallaba, ya que el otro costado de ese lugar era plano y en declive hacia él...

Otra vez la montaña regresó, pero esta vez con mayor furia, tanta que sintió que Daisy quedaba colgando de su mano, y el agua le llegaba al pecho. Se sostenía con los dedos engrifados en una saliente de la peña, pero lentamente sintió que se soltaba, por lo cual enterró un pie desesperado entre las rocas, hasta que el agua pasó. - ¡Vamos !"- Dijo a Daisy, temeroso de que viniera otra montaña de líquido como la que había terminado de pasar... Regresaron a la casa sin otro contratiempo, sirviéndose el té y los panecillos que las tías de Carmen habían preparado para ellos. Pensaban regresar a Santiago el 1 de febrero de 1994, por la mañana, y Carmen iba a dejar a Daisy allá, con las tías, por otra semana más, por lo que estuvo lavando ropa de la niña hasta tarde. Durante la noche él sintió dolor en su dedo pulgar derecho, ya que se le había doblado en su aventura marítima de la Isla Negra. Se levantó a las diez horas, y se fueron a Santiago, tras agradecer a esas tías el alojamiento ofrecido. Llego a las trece horas treinta minutos a su casa.

No había mucho tráfico , aunque al bajar le dolió el pie con fuerza ; estaba hinchado Ya el día no tenía ese calor endemoniado del verano. Corría viento en la casona. Probablemente en casas más modernas se estaban asando de calor, ya que sus muros son más bajos y el techo sirve de radiador al calor generado por el Sol.

Lalo había dejado una nota que decía: "30 de enero de 1994; " Alfredonius: Espero que lo hallas pasado bien, lo mismo Carmen y los niños, en tu paseo playero... "Yo me encontre con algunos parientes que me invitaron a Túnez, iré con ellos. Volveré pronto. Saludos a Carmen y Wilfredito y a las niñas. Adiós. Lalo."

-"Mira qué suerte tiene el Lalo! ¡Irse al África de Vacaciones!" -Dijo Alfredonius.

- ¡ Y se acordó de despedirse!"- Sonrió ella. Alfredonius entró a su oficina, en donde puso por escrito los días que pasó en la playa, como aquel en que fue a las Rocas de Santo Domingo , en donde las jaibas perseguían sus dedos por debajo del agua... Al día siguiente llegaron a verle sus dos sobrinos, quienes estaban armando una caseta para el auto en calle Teatinos. Les acompaño, para acarrear tablas y latas para el techo... Ese mismo día apareció el mala paga de Ismael, quien se llevó sus enseres en un taxi Lada, cargado hasta lo inverosímil y atado todo con cordeles.

- ¡Hasta nunca!"- Dijo Alfredonius, viéndolo irse.

La pieza que había ocupado ese mal arrendatario estaba sucia e imposible de describir; sus muros estaban chorreados con mugre, el techo roto, las ventanas sin vidrio y desencajadas, una puerta suelta, arañas y mugre en el suelo... Botaron la mugre en bolsas a la calle, y cerró con candado, tras reponer la puerta con otra que hiciera años antes. El tipo había vivido gratis siete años, pues su difunto padre le había tenido allí de balde ... Ya terminada la caseta, pagó a sus sobrinos y se fue a casa, en donde Carmen le había pegado a Wilfredo por no comer...

¡ Con lo gordo que estaba ese niño! Alfredonius se enojó, y quebró algunos maceteros. Pasaron algunos días. Carmen recibió una llamada telefónica de una mujer que le había pegado a un homosexual que arrendaba una pieza en San Pablo, porque se le había insinuado a su hermano menor en la escalera al tercer piso... Habían llamado a Carabineros, para que pusiera orden, pero éstos amenazaron con llevarse a Carmen detenida ...

- ¡ Todo por un cahuinero maricón y chico!"- Dijo ella, al volver.- " Llamó a Carabineros, y éstos no retaron a nadie sino que a mí, que ni siquiera estaba allí cuando pasó el escándalo!" Alfredonius se alegró de no haber ido, porque de lejos parecía chistoso, pero al verse involucrado, generalmente eran pésimos ratos de odio y rencor, para ir almacenando en el alma...

Estaba contento, porque la modista le había hecho fundas al auto, con lo que se había economizado más de cincuenta mil pesos , aparte de que habría tenido que dejar el auto quizás adónde... Llegó el mes de marzo, fecha en que los escolares entran a clases y hay que tenerles ropa de pies a cabeza, aparte de delantales, mamelucos y útiles escolares. El 11 de marzo , durante el desayuno, Carmen dijo: " ¡ Y aún no regresa Lalo!"

- ¡ Ni lo hará tan pronto ! Túnez queda en África, y ya me imagino lo entretenido que debe estar él allá."- Comentó Alfredonius, tomando un sorbo de té. Después fue al Centro, a pagar unas cuentas , y se encontró con una tía de Lalo, quien estaba sentada en la Fuente de Soda Marco Polo, en esas mesillas que ponen en la vereda. La saludó, y ella le contó algo sobre Lalo, que sucediera en África.

Volvió de inmediato a Santos Dumont , y al ver a Carmen, le dijo:- " Nuestro amigo ya no volverá." Ella dejó la escoba contra el muro , girando la cabeza a un costado levemente, mientras le miraba.

- " Murió en un choque de autos...en una carretera de Túnez. Me lo ha contado su tía, que hallé en el centro hoy."

- ¡Ay , Dios mío!"- Se quejó ella. Juntos fueron a la pieza de su amigo muerto. Hallaron su ropa, sus objetos personales y su par de bongóes

- No saquemos nada de esta pieza."- Musitó Alfredonius, acariciando aquellos pequeños tambores. Tras unos momentos de lágrimas, cerraron silenciosamente la puerta de esa pieza....

- El silencio de la muerte ha caído sobre esta casa."- Murmuró Carmen.

- Murió en la plenitud de su vida. ¿Nos recordaría , en esos instantes postreros?"- Preguntó Alfredonius, muy pálido.

- No lo sé, pero es seguro de que nos recordaba cuando partió fuera de Chile...Ahora nosotros lo recordaremos con cariño."- Dijo Carmen.

Alfredonius buscó el Libro, y leyó:

-" Muéstrame favor, Oh Dios, conforme a tu bondad amorosa. Conforme a la abundancia de tus misericordias borra mis transgresiones. Lávame cabalmente de mi error, y límpiame de mi pecado. Pues mis transgresiones yo mismo conozco. Y mi pecado está enfrente de mí constantemente. Contra ti, contra ti solo, he pecado. Y lo que es malo a tus ojos he hecho. A fin de que resultes justo cuando hables. Para que estés libre de culpa cuando juzgues. ¡ Mira! Con error fui dado a luz con dolores de parto, Y en pecado me concibió mi madre. ¡ Mira! Te has deleitado en la veracidad misma en las partes interiores: Y en el Yo secreto quieras hacerme conocer sabiduría pura. Quieras purificarme del pecado con hisopo, para que sea limpio; Quieras lavarme para que quede más blanco aún que la nieve. Quieras hacerme oír alborozo y regocijo. Para que estén gozosos los huesos que has triturado. Oculta tu rostro de mis pecados. Y borra aún todos mis errores. Crea en mí aún un corazón puro, Oh Dios, Y pon en mí un espíritu nuevo, uno constante, No me arrojes de delante de tu rostro; Y tu espíritu santo, oh, no me lo quites. Restáurame , sí, el alborozo de la salvación por ti, Y quieras sostenerme aún con un espíritu espontáneo. Ciertamente enseñaré a los transgresores tus caminos, Para que los pecadores mismos se vuelvan directamente a ti."

&&&&&&&&&&&&&&&

FIN.

En memoria de mi gran amigo Eduardo (Lalo) Dagach Eltit. Al 11/03/1994, viernes. Alfredo Francisco Humberto Juillet Frascara. Pasado al limpio al 12/03/1996. 14.900 palabras. 35 páginas. 85.246 caracteres.- Fin de Ano

1 Fin de Año Saga 13 de Alfredonius .Revision 2.1.1999.ajf.

Santiago de Chile.1999.


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