Lo primero creado fue un Ser
cibernético, atemporal. Una máquina inyectada con mil litros
de un campo energético en estado plasmático inmaterial, con
potencial puro, aplicado dentro de una arteria a la altura de la nuca,
serpenteando el bulbo raquídeo. De no ser reducidos los estados
moleculares de ese campo plasmático, al punto de casi diluirse en
un fluido, no podría absorber el potencial y lo rechazaría
como elemento ajeno.
Latente, mientras exista dentro
de las arterias, generará el equilibrio vital de ese Ser.
Es lanzado al espacio, en
una nave que se mueve con elementos sensitivos del campo dinámico
plasmático.
Vaga por el hiperespacio sin
captar, por haberse disminuido la excitación de un campo de la energía,
lo que en dimensiones surgieron.
En un tiempo, que de existir
como tal se podría graduar en billones de años, dispara un
dispositivo de freno plasmático, reestructurando el embrión
que estaba en viaje, que no es una Conciencia evolucionada sino un androide
de laboratorio, equipado para existir entre polaridades múltiples
u opuestas a todo aquello que existía cuando fue engendrada la operación.
El cuerpo, de algunos millares
de kilómetros, se desarrolla dentro un espacio graficado.
Cuando el androide toma conciencia
de su entendimiento, una orden interna de desintegración libera
el impulso plasmático intrínseco, el cual consta de conciencia
propia e individual del Espacio ocupado y del Espacio del cual venía,
además de preveer la polivalencia casi completa en la anulación
de las dimensiones estelares, y el surgimiento en extensiones reducidas
del espacio.
Así se inicia un proceso
de vida y evolución.
Ampara la conciencia supra
y la inyección de acción ínfima que concede a diferentes
expresiones de acción, en distintas estructuras de materia, la unidad
supuestamente inconsciente, la creatividad, la reproducción, la
expansión, el dominio, y la imposición del surgimiento de
un nuevo estado de conciencia. Este elaborará un Ser superior a
todos los que en aquel espacio son permitidos, porque el estado de conciencia
inoculado es originario del hiperespacio y de conciencias estelares fantásticas.
El androide, que soportó
en estructuras energéticas variadas el espacio, el transcurso del
tiempo, y las modulaciones obligatorias para frenar a las Energías,
llega a su fin como concepto agrupado cuantitativo.
Explota desintegrándose,
no en destrucción y sí en cúmulo anexado de estructura
sapiente de un hiperespacio: Energía plasmática básica
que rodeará y protegerá al impulso de conciencia albergado
en su interior.
Ese previo ambiente existencial
provee fuerza de desenvolvimiento en las lentitudes nuevas otorgadas por
el concepto "Existir en el espacio, en tiempos reducidos, buscando las
respuestas del frenar de la Energía".
Lo que surge después,
es misterio de la continuidad. Una variante más, cuyas expresiones
de acción no pueden ser delimitadas, previstas o analizadas, por
ser absolutamente desconocidas.
Las investigaciones y variantes
producidas en el hiperespacio se extienden simultáneamente por innumerables
sitios inexistentes como espacio consciente, concibiendo aspectos que definen
"tiempo", y actividades que luego se estructuran como galaxias conscientes
y memorias evolutivas. Dan al pequeño espacio continuación,
que al sumarse con otras secuencias, elaboran sistemas en busca de un hiperespacio
para su expresión.
Tan gigantesca propuesta no
se concretará por largo tiempo, y al fin conpletada, el hiperespacio
no más será; porque aquel que Era a espera de retorno se
superó, y el hiperespacio se tornó desconocido en sí
mismo.
El micro espacio o el micro
tiempo se debate en diversos ángulos, en transportes diferentes
a la aparición de acciones permanentes, y lo que se autodefine "conciencia
surgente o adquirida", no es más que la base fundamental del impulso
vital que le da perpetuación.
Este impulso, en el hiperespacio,
promoverá la procura infinita de sí; de manera semejante
a como lo hicieron sus raíces.
No puede conocerse. No puede
destruirse. No puede anularse. No puede detenerse.
Es; en tiempos y espacios
no coordinados. Pero supeditados uno del otro; porque mientras la conciencia
pueda expresarse independiente del tiempo y del espacio, la Energía
se hurgará en sus interiores o exteriores, en dinámicas perpetuas,
y en respuestas anhelantes que no se conjugan como interrogaciones firmes,
sino como plasmáticas dilataciones concientes albergadas en espacios
infinitos como infinita resulta la conciencia que busca el tiempo.
El tiempo y el espacio aguardan
la realización de la conciencia; conciencia autodidacta, que emerge
cuando el que crea, se descubre, se conoce, y por primera vez Existe.