Kull de Valusia |
El Atlante Proscrito |
Ya adolescente, Kull evitó que un sacerdote quemara viva a una muchacha de la tribu, Sareeta, por haber cometido el crimen de unirse a un pirata lemuriano. En lugar de dejarla morir en la hoguera, le arrojó su daga y le dio una muerte rápida. Los sacerdotes enfurecidos trataron de atraparlo para que tome el lugar de Sareeta en el ritual, pero el joven logró escapar, arrojándose al mar. |
El atlante se unió a las tribus sin ley de las montañas, hasta ser capturado por el ejército de Valusia, que le ofreció la oportunidad de elegir entre convertirse en gladiador o morir. Por su excepcional habilidad en el combate, fue reclutado como soldado en el ejército de Valusia; y poco después, fue promovido a Comandante de la Legión Negra, con lo que ocupaba un puesto muy elevado y respetado, apenas debajo del Rey Borna en autoridad. |
En los primeros meses de su Reinado, Kull logró la unificación de Valusia, acabando con la anarquía y sofocando las rebeliones en su contra. Se enfrentó también a los hombres-serpiente, a quienes derrotó con la ayuda del picto Brule, el lancero. Poco después, desató una campaña para acabar con esta raza, que se refugió en Thuria y jamás volvió a atacar Valusia. En este período Kull ganó la enemistad del hechicero Thulsa Doom, al que se enfrentó por última vez en el Borde del Mundo. |
Kull estableció que su Voluntad tenía valor sobre la Ley de la Costumbre, prohibió los sacrificios humanos dentro de los límites de Valusia, y llevó la prosperidad y la paz a su Reino. |
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