GRUPO de INVESTIGACIÓN ESCÉPTICA

SOBRE EMISIONES de OVNIS.

 

Extracto del libro: OVNIS, Una Posibilidad Con Antecedentes.

Por Luis Alberto Marín

 

LOS VIMANAS.

 

 

En la tradición Hindú, Rama, un ser excepcional y heroico, que habitó La India miles de años antes de Jesús el Cristo, obtuvo la exaltación a deidad, y fue considerado el avatar de Vishú. La calidad y valores reflejados por Rama le inmortalizaron en las reseñas de unos de los más grandes y famosos poemas de la literatura India, el Ramayana, atribuida su autoría al poeta Valmiki, en el siglo ocho A.C.

 

Lo interesante de estos escritos es la referencia a vehículos voladores, denominados Vimanas o Pushpaka, donde las personas que se montaban en ellos podían volar hacia los cielos y dirigirse a las estrellas y a mundos lejanos, para luego retornar a La Tierra. A continuación, una cita textual de la versión española de F. Robles Villafranca, 1970 del Ramayana (1).

 

«Mientras se iban desarrollando estas cosas, Rama, el Kakutsthida, le dijo a Vibdhishana: "Ocúpate de procurarme un pronto regreso a mi ciudad. El camino a Ayodhyá es muy difícil de recorrer."

 

»A lo que respondió Vibhishana: "Hijo de monarca de la Tierra, yo cuidaré que te conduzcan a tu ciudad. Hay un carro llamado Pushpaka, carro incomparable, resplandeciente como el Sol y que marcha por sí mismo. Montado sobre ese carro, serás conducido por él, sin inquietud, hasta Ayodhya."

 

»Tras estas palabras Vibhishana llamó urgentemente al carro parecido al "Sol" acompañado por su hermano y por ilustre videhana, encendida de rubor, el raghuida, ya montado, le dijo a Sugriva: "Apresúrate a subir en el carro con tus generales, Sugriva. Sube también con tus ministros, Vibhishana, monarca de los rakshsas."

 

»Al instante, Sugriva con los reyes de los simios, y Vibhishana con sus ministros, llenos de alegría, montaron en el gran "carro" Pushpaka. Cuando todos estuvieron embarcados, Rama ordenó al vehículo que partiese y el incomparable carro de Kurevase se elevó hacia el mismo seno de los cielos.»

 

«El carro volaba como una gran nube empujada por los vientos. Desde allí paseando su mirada por doquier, el guerrero descendiente de Raghú, dijo a Sita la mithiliana, la del rostro bello como el astro de la noche: "Mira, ya veo el palacio de mi madre...¡Ayodhyá! ¡Inclínate ante ella, Sita, mi videhana, hete aquí de regreso!"

 

»Apenas la muchedumbre, presurosa, les vio llegar "como un segundo sol y con tan rápida marcha", el aire fue rasgado con potentes gritos de alegría, lanzados por ancianos, mujeres y niños. Todos gritaban: ¡Aquí está Rama! Bharata, pasando de la tristeza a la alegría, se acercó, con las manos juntas y honró a Rama: "Sé bien venido", pronunció, con respeto que le merecía su hermano. Pero éste se apresuró a alzarlo, lo apretó contra su pecho y lo estrechó entre sus brazos con alegría...»

 

El texto anterior aunque extenso y lleno de nombres y términos propios de la lengua Sánscrito, cuyo significado no tiene mucha importancia para el tema en cuestión, si tiene un término que convalida la posibilidad de viajes aéreos e interespaciales, Pushpaka, cuyo significado es nada mas y nada menos que una nave voladora, con forma de sol, lo que pudiésemos atribuir a forma esférica o discoidal, resplandeciente y con autonomía de movimiento, que permitía transportar personas a grandes distancias, incluso fuera del planeta.

 

En muchos otros textos de La India se nombran los carros aéreos, usando el nombre de Vimanas, tales como el Mahabharata, el Kiratarjuniya, y hasta el sagrado Samarangana Subtrahara, por citar unos cuantos.

 

Con respecto al libro sagrado Samarangana Subtrahara, se dice que este texto indica no solo la descripción de los vimanas y la forma en que se dirigían entre la Tierra y las estrellas, sino hasta cómo eran las vestimentas de sus tripulantes. En otras latitudes los textos hacen mención a naves voladoras, carros de jade, esferas de cristal flotantes o dragones de fuego, que permitían desplazar a los elegidos hasta las estrellas, tal como se indica en los poemas de Chu Yuan, en China, trescientos años antes de Cristo.

 

Los antiguos egipcios también mencionan la llegada de Isis y Osiris, quienes descendieron desde los cielos en una carroza de fuego, específicamente de la estrella de Sirio. Estos seres fueron considerados dioses, y se les atribuyen enseñanzas en agricultura, medicina, astronomía, etc., que le dieron las herramientas al pueblo egipcio para transformarse en un gran imperio. Entre los más asombrosos legados de Isis y Osiris se encuentra la bombilla incandescente, mejor conocida como la luz que no quema, lo que pudiésemos atribuir a la bombilla eléctrica. Esto se reafirma con el descubrimiento, dentro de la pirámide de Keops, de los restos de un aparato que al parecer es una pila o batería eléctrica, la cual aún puede ser accionada y cargada. Actualmente, este artefacto se encuentra expuesto en el museo de Bagdak, en la República de Irak.

 

Fin.

 

 

OVNIS, Una Posibilidad Con... (Parte I)

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