"	UNA ENTREVISTA DESAFORTUNADA".


				Cuento de ciencia ficción por
				Alfredo Francisco Humberto
				Juillet Frascara.


				12.8.1964.

Pero la insistencia del que tocaba el timbre fue más de la que Alberto podía soportar,y tuvo que levantarse,no sin antes echar un par de maldiciones al intruso.Con una bata sobre sus hombros se fue a abrir,calzado con un par de zapatillas de noche.De un tirón abrió la puerta,y tras el marco de la misma se destacó la figura alta de su amigo David Negrete,quien le dijo:-"¡El mismo Alberto de siempre,condenación!¿Por qué no habrías nunca?"

-"¡El mismo David Negrete,intruso y tozudo como una mula!Pasa y apúrate,que se está enfriando el departamento."-Respondió el desgreñado Alberto.

David sonrió,al comprobar que su amigo continuaba igual que siempre...lo cual era un alivio,ya que la noticia que le traía era para ser llevada a cabo por alguien como su amigo.Dijo:-"Vengo a invitarte para que me acompañes a hacer una entrevista."

El gruñido de desagrado que emitió Alberto,mientras caminaban hacia el salón de estar,indicaba claramente su rechazo.Sirvió bebidas para sí y su amigo,sentándose en sendos sillones. Alberto medía 1.69 mt. de estatura,cabellos claros,ojos café claro,que brillaban con inteligencia y la juventud de sus veintinueve años,aparentando menos,gracias a su vida regalada.Dijo:-"¡Vienes a invitarme!Perfecto,sólo dime a quién vas a entrevistar,para interesarme."

David no respondió enseguida.Gustaba de meditar sus respuestas.Tenía treinta y cuatro años de edad,y representaba algo más,por su seriedad habitual.Sus ojos eran verdes,de mirada vivaz.Respondió,por fin:-"Se trata de un eminente biólogo,al que conocí en una recepción en casa de Juan Silva,el profesor de la Universidad Araucana." Alberto hizo un gesto de aburrimiento,prendiendo un cigarrillo,diciendo:-"Espero que no sea como otras veces,que son profesores aburridos."

-"¡No seas pesimista!Y vayámonos luego,vístete ."-Urgió David.

-"¿Y no puedes entrevistarlo a la tarde?"

-"¡No,imposible!El doctor Franklin Gooskevitz es un tipo importante,muy ocupado.Me repitió que no llegara después de las once de la mañana.¡Y ya son las nueve y media!"-Comentó David,mirando su reloj pulsera.

-"¡Está bien,condenación!"-Gritó Alberto,caminando hacia el cuarto de baño.Minutos más tarde,entonaba una canción de moda,bajo la ducha.

Media hora más tarde,ambos amigos se dirigían hacia el sector este de la ciudad de Santiago,en un bus colectivo.Las calles eran anchas y las construcciones bajas y antiguas.Por largos minutos viajaron así,hasta que David avisó de que debían bajarse. Era una calle solitaria,con casonas de dos pisos y numerosos balcones.Frente a un jardín descuidado,pulsó David el timbre,y al cabo de poco,apareció una sirvienta rechoncha y morena,quien preguntó qué deseaban,a lo que David respondió:-"Tenemos cita con el doctor Gooskevitz.Soy David Negrete."

-¿Ah!Ya me dijo que Ud. vendría...pero solo..."-Habló ella.

-"El es mi ayudante."-Clarificó David,con aires de importancia.

Pasaron la reja,subieron los escalones,y entraron a la casa,que olía a antiguo.Un salón recibidor se presentó ante ellos.Unos sillones usados,un gran reloj de pie,y una mesita con revistas usadas;ése era todo el mobiliario de aquella habitación. Voces inhumanas,casi de animales,les sobresaltó al poco de estar allí.Se oyeron leves roces de patas en el piso de baldosas.Ambos miraron hacia el corredor.Por él,venían hacia ellos una veintena de seres desproporcionados caminando en dos patas.Parecían simios,que les mostraban sus fauces de dientes afilados. El que iba en cabeza detuvo a los demás,que resollaban fuertemente.Algunos tenían rudimentos de narices,otros dos orificios casi pegados al hocico.

Apareció la sirvienta,y al verlos,los correteó con su escoba,cual si fueran pequeños gatos.Los seres huían,sin intentar defenderse de los escobazos.Luego,ella dijo:-"¡Perdonen Uds. el susto!Son la creación del Doctor ,que debe haber dejado la puerta abierta de las jaulas,otra vez." Y partió tras las creaturas,a encerrarlos en sus jaulas...

-¡Con que te ibas a aburrir!¡Apuesto a que te hiciste!"-Rió,algo forzadamente,David.

-"¡Buenos días,caballeros!"-Dijo alguien,desde el otro costado del corredor.Era el Doctor Gooskevitz,sacándose una bata blanca.

-"Le estábamos esperando,cuando aparecieron unos seres de pesadilla..."-Le informó David.

-"¡Ah,debí haber dejado la puerta abierta!Pero,no se preocupe,son muy mansos..."-Dijo el doctor,pasando a la salita,y sentándose en un sillón,indicándoles que hicieran lo mismo.Una vez sentados,ofreció cigarros,y tras encenderlos,agregó:-"Ya adelantamos en la entrevista,ya les vió.Ahora,debo explicarle algo."

El doctor era un tipo bajo,de unos cincuenta y cuatro años,cabellos blancos.David dijo:-"¡Apuesto a que Ud. los modificó genéticamente!"

-"¡Claro!¿Cómo lo supo?"-Preguntó el Doctor,echando una bocanada de humo azul.

-"¡Resulta que es la moda actual,hacer experimentos biológicos!"-Rió David.

-"Son mi primera creación.¡Haré una raza de gigantes,que gobernarán el mundo,con la ayuda de los sharaks!"-Blasfemó el doctor.

Ambos jóvenes se dieron una mirada de consternación.La cosa iba en serio;el doctor parecía estar chiflado... -"¿Y qué son los sharaks,Doctor?"-Preguntó Alberto.

-"¡Los que Uds. vieron!Lo que no han visto,son los gigantes...Ya he creado uno.Pasemos a verle."-Invitó el Doctor Gooskevitz.

Le siguieron por unos corredores,hasta salir a un gran patio.Al fondo de éste,existía un pabellón de concreto,con ventanas altas,de vidrios empavonados. Al ir caminando hacia allá,el doctor hablaba con exhuberancia,diciendo:-"¡Allí dentro se halla el primer "Kimbo",ser gigantesco y poderoso!"

Abrió una portezuela metálica,haciéndoles pasar.Dentro,el "Kimbo" ocupaba casi toda la construcción,ya que medía cerca de los cuatro metros,y tenía forma humana,aunque su rostro era de ogro enajenado...Estaba encadenado al piso.

-"¡Le serviré su comida:carne de res cruda!Tiene más proteínas..."

Abrió un viejo refrigerador,sacó un trozo de carne,y lo llevó hasta el ser,en una bandeja metálica.El Kimbo tomó la carne,y la devoró en un par de segundos,pidiendo más,con un rugido que les heló la sangre a los entrevistadores...

-"¡No hay más,por hoy!"-Le gritó el doctor,tomando un largo palo,y propinándole una serie de bastonazos,diciendo:-"¡Así le enseño a obedecerme!Debe controlar sus deseos..."

El Kimbo agarró el palo,y el doctor cayó cerca suyo.Con un rugido de cólera,le machacó la cabeza con sus puños.El cuerpo del doctor Gooskevitz quedó lacio y ensangrentado,cual un muñeco roto...

-"¡Grouurr!"-Bramó el ser,y comenzó a tironear de las cadenas.

-"¡Mira,lo mató!"-Dijo David.

-"¡Por tonto!Mira que tener esas ideas descabelladas en la cabeza..."-Comentó Alberto.

Las cadenas se rompieron,y el Kimbo giró su rostro de ogro hacia ellos.Ambos salieron del edificio corriendo,mientras gritaba David:-"¡Corre,salgamos de aquí!" Atravesaron el patio,y al llegar a los alrededores,Alberto vió que el Kimbo estaba ya a medio patio,caminando rápidamente hacia ellos. Se tropezaron con la criada,quien dijo:-"¡Qué pasa,que corren tanto!"

-"¡El monstruo mató al Doctor,y ahora viene por nosotros!"-Vociferó David,pasando corredor adelante.

La mucama no pareció temer en absoluto al monstruo,que forcejeaba en la puerta,tratando de meterse a la casa.Con su escoba le propinó varios palos,diciendo:-"¡Ya,ya,ya!¡A su jaula!"

El Kimbo la cogió de los cabellos,y la arrojó al medio del patio,con cuyo suelaso la mujer quedó aturdida en el suelo.El ogro ,viendo que no podría meterse dentro de la casa,se quedó aullando en el patio,desquitándose con el cuerpo de la mucama,de su hambre insaciada...

Alberto y David lograron llegar a la calle,y corrieron hasta subirse a un bus,que iba pasando.Al ir ya a buena distancia de la casa del Doctor,Alberto le dijo a David:-"¡Trata de invitarme a entrevistar a modelos de belleza para otra vez,pedazo de bruto!"

FIN

1.183 palabras.Pasada en limpio con Epson PC 3000; revisada el 20 de enero de 1995. Santos Dumont .- Santiago.

Alfredo Juillet Frascara.