ciencia ficcion olor a yodo

" OLOR A YODO." Cuento de ciencia ficción por Alfredo Francisco Humberto Juillet Frascara. 1988-3.2.1989. Libro Tercero. "OLOR A YODO." CAPITULO I.- "EL INICIO DE LA RAZA HUMANA". Adán cogió la mano de Eva y le dijo:- "Eres la vida entera, la canción del universo. En el brillar de tus labios rojos se reflejan miríadas de estrellas. El aliento tuyo da vida a la piedra, perfume a las flores, calor al sol." -"Coge mis senos en tus manos vigorosas y siente la palpitación de la vida. Daré la leche azucarada, el manantial de vida para los seres que engendraremos juntos."- Repuso ella, entrecerrando sus ojos enormes, verdes, luminiscentes. Conocieron el amor en la playa, en donde el ritmo de las olas se fundió con la espuma y el crepitar del agua que cae. Adán levantó una choza con ramas y techo de hojas, y el viento se detenía ante su puerta, arrojando al interior los aromas del mar: el fuerte y acre del cochayuyo, la risa amarga de la gaviota, el seco y pungente del tronco de las Antillas, al garete sobre las olas oceánicas .OLOR A YODO ,garuma y rocío. Sobre la estera, las redondeces nacaradas de Eva y en su rostro de leche aquellos ojos irisados ,translúcidos como la uva verde. Desde su cuerpo se desprendían perfumes de espliego, nardo y rosa. Sus cabellos eran seda, vapor impalpable, manto inmaterial, grácil al tacto; los dedos de Adán olían a perfume exótico, tras acariciar esos cabellos sedosos. -"Mi amor, mi refugio, mi ostentamiento. - "Musitaba ella, y su rostro resplandecía como un sol primaveral sobre la playa. -"Lamento del adiós, reencuentro feliz, posada entre dos cerros lejanos, amada."- Respondía Adán, arrodillándose a su lado, sobre la estera marina. Sus labios acariciaban el ánfora de vino dulce que era Eva, embriagándose. Meses más tarde, nacían tres criaturas esbeltas , bellas, llenas de gracia, y Adán les llamó Confianza, Fé y Contentamiento. La leche fluyó de los pechos redondos de Eva y les infundió vigor y fortaleza. Crecieron rápidamente, entre sonrisas y arrullos de sus progenitores. -"Gracias al Buen Padre, que está en los cielos...¡Bendito sea tu reino, Señor, bendito seas por darnos hijos tan hermosos y sanos!"- Cantó Adán a su Padre. -"¡Dame fuerzas para levantar mi voz al par que la tuya, Adán, y así agradecer al Padre!"- Rogó Eva a Adán, y él le dio su varonil mano y la fuerza fluyó al cuerpo sensual y oloroso de Eva, quien cantó:-"¡ Alabado sea el Padre por toda la Eternidad! ¡Agradecidos mis pechos de tan dulce carga: alimenta a mis seres! Llamo a tu rostro Luz y a tu voz Risa, y a tu corazón Plenitud y Generosidad, Oh Padre que bendices a toda criatura!" Y la voz de Eva resonaba sobre las arenas de la playa ,y entre los matorrales tierra adentro, atrayendo a venados y conejos, avestruces y Aves del Paraíso, caracoles y mariposas! Y Dios Jehová en sus aposentos sonrió con indulgencia plena, y se alegró en su Ser de ver a sus buenas criaturas alegres. Confianza, Fé y Contentamiento crecieron y llegaron a tener tres años. -"Nuestros hijos están solos sobre la faz de la Tierra y las nubes y el sol esperan la llegada de sus compañeras."- Rió Eva, jugando en las aguas. Adán pasó nadando en el agua por sobre su cuerpo, y dijo:-"¡ Sea ! En la tercera noche , a la luz de las hogueras, atraeremos los espíritus femeninos que están reclamando por aparecer, con pie tímido y mirada de gacela, al mundo." Adán juntó gran cantidad de gruesas ramas y al tercer día, al brillar la luna en la oscuridad de la noche, encendió el poderoso fuego y penetró en las cámaras de la vida, depositando la simiente, mientras Eva trozaba la vida en tres pedazos; la vida que llegaba, que serían tres seres creados al calor de la gran hoguera ,aquella que ardió en la playa hasta entrado el día siguiente y cuyos restos humeantes permanecieron en sus memorias. Y fue después que nacieron tres criaturas, copias de la gran madre Eva. Tenían ojos profundos, cutis rosados y manos hechas para dar placer y amasar generosamente el trigo. Eva miró a los ojos distantes de Adán ,que sonreía tenuemente y dijo:-" Las llamo Esperanza, Virtud y Engendramiento, y conforme a sus nombres, ellas serán." -"La Tierra canta,¿ escuchas, Eva? Vibra la corteza planetaria, el arco de los cielos se tensa, las nubes vagan al triple de su velocidad habitual, y el agua de los ríos se ha detenido en lo alto del acantilado, porque oyeron el triple vaguido."- Comentó Adán. -"¡Loas al Padre Creador de toda cosa! Alabado el Inmortal, que ha creado la semilla de un pueblo que ocupará las planicies de la Tierra. ¡Bienvenidas, hijas mías, a la contemplación de las maravillas del mundo!"- Cantó Eva, en los oídos atentos de las tres pequeñas criaturas. Pasaron los años, y luego las decenas de años. Eva y Adán regresaron a la tierra, dejando en herencia a sus hijos las verdes planicies ... &&&&&&&&&&&&&&&&&&&& CAPITULO II. "DON MALUENDA." -"Don Maluenda, ya terminé de ensamblar el aparato."- Avisó Maxero. -"Perfecto. Ahora probaremos el circuito."- Dijo el sabio Maluenda, sentándose ante los controles. ¡BLAM!- Hizo el motor y el artefacto comenzó a elevarse, arrojando grandes chispazos, que brotaban de su parte inferior. -"¡Nos quemamos!"- Aulló Maxero. -"¡No se mueva!"- Ordenó Maluenda, y cortó el encendido. Un olor a chamusquina se dejó sentir. -"¡Habrá que revisar!"- Se lamentó el sabio Maluenda, y se puso a desarmar circuitos. El sabio Leonoro Maluenda ,alto y delgado, tenía cincuenta y cuatro años, y usaba gafas. Era del tipo endomorfo: vivía inmerso en el mundo de las ideas. Era frugal para comer, no le gustaban las mujeres (desde que le engañaron varias veces),y se había refugiado en los potreros de la Ciencia, como otros muchos se refugian en la religión, el vino o las drogas. Su ayudante Maxero era el típico exomorfo: gordo, glotón, materialista. Ayudaba al sabio por un sueldo y la comida. -"¡Páseme la Caja Nº 3 de herramientas!"- Pidió el sabio. -"¡Al tiro, Jefe!"- Accedió Maxero, y la fue a buscar al estante, ubicado fuera de la nave, en un armario del hangar. Como le costara encontrar la dichosa caja Nº 3, se puso a proferir maldiciones y a patear otras cajas, hasta que llegó el sabio Maluenda a su lado, preguntando:-"¿ Qué le pasa, hombre? ¿Está loco?" -"¡Es que no puedo hallar la caja ,Don Maluenda." -"Ése no es motivo para enrabiarse.¿ Adónde llegaríamos nosotros, si no controláramos nuestros sentimientos?"- Arguyó el sabio, y en un par de minutos halló la caja.-"¡ Llévela a la nave! Yo voy a pasar al cuarto de aseo."- Ordenó. Maxero se fue a la nave y dejó el cajón en la Sala de Mandos, que era en donde se estaba trabajando. -"¡Vaya manera de complicarse la vida!"- Masculló Maxero.-"¡ Tanto trabajo para hacer un artefacto volador! Con la plata que tiene el Maluenda ,yo me habría comprado un avión nuevo." Sintió unas pisadas y vio a Ramona, la sobrina del sabio, que entraba a la nave. -"¡Buenos días!"- Saludó ella, muy alegre. -"¡Buenos días, Srta. Ramona!"- Se alegró, también, Maxero. Le gustaba mirar a la joven, porque era esbelta y muy bien proporcionada. -"¿Ha visto hoy a mi tío?"- Inquirió ella, sentándose indolentemente en una butaca. -"Sí, fue a...Pero vuelve al tiro."- Repuso Maxero, con el rostro manchado de rubor. Le gustaba que le hablara la joven, porque él, con cuarenta y cuatro años a cuestas, no tenía ya éxitos con el sexo débil. -"Le esperaré aquí.¡ Pero hay olor a quemado!"- Refunfuñó ella. -"¡Sí, pero poco!"- Se inquietó Maxero. -"Mejor voy a la casa.¡ Dígale que estaré en el salón!" - Sonrió ella, saliendo de allí con paso ágil. Maxero la siguió, muy de cerca. Ella se puso nerviosa, con ese tipo de ojos vidriosos respirándole en la nuca, y dijo:-" ¿A qué me sigue?" -"¡No! Si voy a avisarle a su tío que Ud. llegó!"- Explicó Maxero, enrojeciendo. Pero no era por eso que había abandonado su trabajo en la nave, sino que para verle el cuerpo por detrás... Ya en el Excusado, Avisó a Maluenda de la llegada de la sobrina, y éste dijo:-"¡ Vaya y pida otro almuerzo en el Restaurante!" Maxero se fue al trote, y al llegar allá, pidió a la encargada:-"¡ Mande cuatro almuerzos a casa de Don Maluenda! Y que sea para luego, mire que ayer los mandaron como a las tres de la tarde." -"¡No puede ser, si siempre mandamos los almuerzos a las trece horas!"- Se amoscó la rubia, poniendo sus rosadas manos sobre el mesón. -"¡Bah! No voy a saber yo, que recibo los almuerzos!"- Se enfadó Maxero. -"¿Qué pasa, Otilia?"- Preguntó Doña Blanca, la dueña del Restaurante. -"¡Que aquí, el joven, dice que le mandamos los almuerzos a las tres de la tarde ,ayer, a casa de Don Maluenda!"- Respondió, retadora, la moza. -"¡No puede ser! ¡A ver, Otilia! ¡Preocúpese Ud. misma que manden las colaciones apenas estén listas, a casa de Don Maluenda! ¡Y Ud., joven, sírvase una Cerveza, por cuenta de la casa!"- Habló Doña Blanca, señora baja y de cierta edad. Maxero, ablandado su carácter por la dádiva, sonrió, para luego recibir y beberse la cerveza. Por mientras, en la casa de Don Maluenda, la sobrina hablaba con su pariente... -"¡Debe ir, tío! Van a estar todos sus parientes.¡ Me caso, y debe ir sin falta!" -"¡Está bien, sobrina, iré! "- Se comprometió refinadamente el misántropo. Por ello, ese doming Resto, vendo derechos de autor. 27.038 palabras. 54 páginas.

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